Como un torbellino imparable, NASHVILLE PUSSY volvieron a Barcelona. Y de qué
manera. Durante una hora y media llenaron como nadie el escenario de Razz2,
haciendo gala de saber estar, de sus dotes de entertainers, y de primitividad
musical en grado sumo.

A las 22,30 aparecían en escena la “rubia peligrosa” Ruyter Suys, el neanderthal
Blaine Carthwright, la nueva bajista, Katielyn Campbell, y el simple pero eficaz
batería Jeremy ante una audiencia que si bien no llegó a reventar la sala, si
que se entregó sin contemplaciones a la magia rockera de los americanos. “Gonna
Hitchhike down to Cincinatti and Kick the Shit Outta your Drunk Daddy”, abrió
fuego y a partir de ahí, el cuerpo de Ruyter inició una convulsión que duraría
toda la siguiente hora y media. Es exagerado el nivel de energía que ésta chica
desprende sobre el escenario, siendo bautizada por muchos como “Angus Young
femenino”, al cual rinde tributo nota a nota, movimiento a movimiento. Blaine
mira al publico con desconfianza y azota su guitarra como nadie, mientras que
Kat y Jeremy aceptan sin rechistar su posición de segundones absolutos. Concretamente
Kat vive a la sombra de un monstruo escénico como fue Corey Taylor, su predecesora,
y la bajista parece encontrarse aun muy poco desinhibida, y parece no saber
muy bien cual es su sitio en medio de todo este circo.

NASHVILLE PUSSY son una gran banda de directo, y probablemente una de esas
especies en extinción del mundo rockero actual. Son imprevisibles, excitantes.
En ningún momento sabes qué es lo que va a hacer Ruyter, y quien escribe lo
vivió en sus carnes. Ruyter se subió encima de mis hombros para que la paseara
por el foso mientras el publico la sobaba abundantemente, me escupió agua, me
besó, estuvo a 2 cm de patear mi bienamada camara digital… vamos, igualito
que los conciertos de SONATA ARCTICA o NOSTRADAMEUS.

De todas maneras, la salida de Corey Taylor de la formación ha reblandecido
bastante el potencial escénico de la banda. Lo que antes era un ataque a dos
frentes, se ha quedado en una Ruyter que hace practicamente la guerra por su
cuenta, aunque acaba realmente destrozada. No hubo nada de fuego a los Gene
Simmons, ni numerito lésbico ni nada de nada. Un “zapateao” de Blaine y poco
mas fue lo único que no me esperaba de ellos.

“Struttin’ cock”, “Piece of ass”, “She’s got the drugs”, “The bitch kicked
me out”, “High as Hell”, “You Give drugs”…cada una de ellas es una furiosa
declaración de principios redneck, y una apología sin enmascarar del tópico
“Sex, Drugs & Rock n’ Roll”. Un genial “Go To Hell” dio paso a una descoordinada
versión del “Shot Down In Flames” de AC/DC en la que Ruyter enloqueció definitivamente.

El concierto llegaba a su fin con “Get the Hell out”, “Keep on fuckin’”, “Fried
chicken or cofee” y un “Go Motherfucker” que Ruyter finalizó en pelotas y tambaleándose
hacia la salida del escenario.

En conclusión…lo que hacen lo hacen muy bien, pero después de un par de visitas,
la fórmula comienza a estar algo mánida. Quizá una eventual vuelta de Corey
devolvería las cosas a su sitio…

Texto y Fotos: Sergi Ramos

Datos:

Razzmatazz 2

Barcelona

Il.logic Produccions

Día:31/08/2002

Puntuación:7