Londres rinde pleitesía a unos Leprous y Haken que suben como la espuma
Salir al extranjero a ver conciertos es una experiencia muy enriquecedora y gratificante. Dejando de lado los multitudinarios festivales, es realmente interesante acudir a salas de otros países y comparar la situación con la española, a lo que se le suma el valor añadido de ver giras exclusivas que no pasan por la península. Uno de los mejores ejemplos este año ha sido la colosal unión proporcionada por Inside Out, sello centrado principalmente en el género progresivo, que llevó a los escenarios a dos de sus joyas más preciadas, los dos jóvenes príncipes del género en la actualidad, dos volcanes en erupción destinados a brillar con luz propia: Leprous y Haken. Ambas agrupaciones se encuentran en un punto clave de su carrera: con tres discos de larga duración publicados (no contamos «Aeolia» ni «Enter the 5th Dimension» como álbumes respectivamente), llegando a un público mucho mayor y obteniendo el merecido reconocimiento por parte de público y prensa a partes iguales. Esta gira, tan sólo por UK, es la fotografía perfecta del estado de gracia en el que se encuentran ambas bandas. Y no me perdonaría habérmelo perdido.
Vuelo exprés al Reino Unido para ver el concierto y volver (gracias, Ryanair), llegada a la sala a las 18:30 justo para la apertura de puertas y… sorpresa, cola kilométrica para acceder a The Garage desde primera hora. Quizá simplemente me encontraba ante una mentalidad cultural totalmente distinta a la nuestra ya que, como sabréis, en España es difícil encontrar semejante gentío a tan temprana hora tan sólo para ver a los teloneros. Por supuesto, hubieron rezagados, pero prácticamente 3/4 partes del público final se encontraban en la sala cuando actuaron Maschine. Segunda diferencia significativa: el nivel de congregación fue masivo para tratarse de bandas tan jóvenes y de un género no mayoritario. Unas 600 personas se reunieron aquella noche allí, cifra que en Barcelona equivaldría al público de bandas con mucho más nombre en el género como Transatlantic y a la que no se llegaría ni sumando el público de ambos grupos por separado (unos 300 para Haken en su visita a Apolo 2 esta primavera, 200 aproximadamente para Leprous en Razz3 el pasado otoño, obviando que comparten gran parte de su público).
Por último y no menos importante, también llamaba la atención lo heterogéneo del público a nivel de edad: mientras que en España estas bandas atraen a asistentes de entre 16 y 30 años y los clásicos del prog congregan mayormente a gente de la siguiente franja demográfica, aquella noche en The Garage se podía ver un espectro mucho más amplio, que abarcaba con facilidad ambos sectores. Como antes adelantábamos, ante este público tan variado se dispusieron a lanzar su set Maschine, encargados de abrir los conciertos de toda la gira. La banda acaba de publicar «Rubidium», un excelente álbum debut en el que despliegan sus virtudes gracias a un prog fuertemente influenciado por Steve Vai y los primeros trabajos de Pain of Salvation. Contando con tan sólo tres cuartos de hora sobre el escenario consiguieron ganarse al público gracias a magníficas composiciones y buenas interpretaciones, pero la falta de tablas era más que evidente en un conjunto absolutamente estático y con muy poca presencia escénica… a lo que se sumaba un apartado vocal ampliamente mejorable. Apuntan maneras musicalmente, pero les queda mucho por llegar a tener un directo sólido.
Un simple «directo sólido» no es lo que tienen Leprous. Lo que tienen los noruegos sobre el escenario en términos de robustez es un auténtico refugio nuclear. Por nuestras tierras los podemos disfrutar a menudo, y es que se trata de una de las bandas más activas en cuanto a giras se refiere… pero eso no quita que cada vez que los tengamos delante se nos desencaje la mandíbula. Pocas bandas hoy día son capaces de transmitir la energía de Einar Solberg y compañía, y pese a lo frío de la mayoría del público londinense, lo cierto es que se dejan el alma en cada nota (y las cervicales de aquellos que nos dejamos llevar). Acompañando a su masiva puesta en escena teníamos un tremendo juego de luces que hacía de envoltorio visual a un sonido simplemente impoluto: hay que reconocer que su técnico sabe darles exactamente lo que necesitan, un gran grosor para lo demoledor de su propuesta y nitidez cristalina para los momentos más calmados.
La voz de Einar se encuentra en un momento increíble cuando se trata de cantar en limpio (pelos de punta con los versos de la incial «Foe»), pero los guturales y falsetes siguen en caída libre, toda una lástima. Del mismo modo también duele ver lo poco que cambian de setlist entre giras (sus discos están plagados de grandes temas y acaban tocando siempre los mismos), pero lo cierto es que lo que hacen lo hacen de diez. Mención especial a la última incorporación a la formación, el jovencísimo Baar Kolstad a la batería, quien pese a tener un estilo algo distinto al de Tobias ha encajado como un guante en la banda. Incialmente Leprous estaban destinados a tocar quince minutos menos que Haken, pero un retraso en los horarios hizo que igualasen tiempo de actuación al estar la hora de cierre estrictamente ubicada en las 23:00. Acabar con «The Valley», «Passing» y «Forced Entry» es, simplemente, demasiado para los simples mortales.
«The Path Unbeaten» anunciaba la llegada de la tercera banda de la noche, co-cabezas de cartel que jugaban en casa e inauguraban gira ante los ojos de aquellos que esperábamos con ansia escuchar en directo, sobretodo, material de su nuevo EP «Restoration». La propuesta de Haken en vivo es totalmente distinta a la de Leprous, y esto no hacía más que añadir riqueza al cartel: en un lado, una banda conocida por su explosividad, por el otro, un espectáculo mucho más centrado en la exhibición de una técnica impresionante, acompañada de una cálida proximidad al público… un público que proporcionó un feedback constante, como quedó demostrado en momentos clave de la talla del estribillo de «Atlas Stone» o los delirantes versos de «Cockroach King» (¡qué bien sentaba estar rodeado de gente conocedora de tan exquisita letra!). De su material más reciente (o antiguo, depende cómo se mire) cayeron «Darkest Light» y «Crystallised», la cual probablemente sea una de las mejores canciones que hayan publicado y que estrenaron esa noche por primera vez en directo con sus gloriosos diecinueve minutos de duración. Excelente interpretación en su debut, dejando claro que muy probablemente a partir de ahora será todo un clásico en sus conciertos… y pese a que echamos en falta algo de «Aquarium», lo cierto es que ese setlist centrado en «The Mountain» supo a gloria bendita.
Brillaron con luz propia especialmente Conner Green y Diego Tejeida al bajo y teclado especialmente, en contraste con un Ross Jennings cuya voz se perdía demasiado a menudo en la mezcla pero que aún así tuvo momentos excelsos como en «Visions». En definitiva, 75 minutos que se pasaron en un abrir y cerrar de ojos, en los que estos magos demostraron que su único defecto en vivo hoy día es el no tener técnico de sonido propio. Una propuesta tan musicalmente compleja necesita tener alguien tras la mesa que conozca bien las canciones y la configuración de ni más ni menos que 6 músicos sobre el escenario, que no sólo utilizan múltiples instrumentos sino que también cantan. Contamos los días para verlos en el festival Be Prog! My Friend en Barcelona el próximo verano. ¡Legendarios!
Photos © 2014 by Oscar Tornincasa for www.rebelrebelmusic.com
Promotor:Intrometal Europe
Día:2014-10-23
Hora:18:30
Sala:The Garage
Ciudad:Londres
Teloneros:Maschine
Puntuación:9
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