Aprovechando mis vacaciones laborales, opté por darme una vuelta por media
geografía española visitando a buenos amigos, conociendo a otros tantos, colándome
en algunas fiestas algo bizarras, pillando de rebote la presentación española
de la gira de ALICE IN CHAINS en Maracena, Granada (Que supongo algunos de
ustedes ya habrán ojeado en la  pertinente reseña colgada hace escasos días)
y como no, acudiendo a los shows que la banda del señor Kim Bendix Petersen,
más conocido como King Diamond, iba a dar por toda la Península, 4 en total;
Granada, Madrid, Barcelona y finalmente Bergara. (Éste último, por cuestiones
personales, quedó fuera de mi agenda a última hora). 

Supongo que podría argumentar semejante derroche de dinero
y kilómetros justificando mi fanatismo hacia la figura y la música del Rey
Diamante, algo que en cierto modo, es cierto, sin embargo el motivo principal
viene dado por una extraña corazonada que siento (ojalá me equivoque) que me
dice que KING DIAMOND no van a volver de gira y si lo hacen, será dentro de
mucho tiempo. Si bien es cierto que su ausencia en estos 5 años de los escenarios
Europeos se debe en parte a problemas con su doble nacionalidad americana y
danesa y todo lo que puede derivarse de ello, algo me dice que hay algo más
pues entre su última  visita a nuestro país en el 2001 y la anterior que data
de finales de la década de los 80’s (Gira del “Conspiracy” sino recuerdo mal),
transcurrieron casi una docena de años, y eso permítanme decirles, no es muy
bueno. Por ello, opté por saciarme de forma insana de todo lo que conlleva
el término KING DIAMOND básicamente para curarme en salud ante la posible ausencia
por los años venideros de la banda del danés aquí en nuestro país y territorios
colindantes.

Si en su anterior visita KING DIAMOND contó con una seria
de bandas locales como teloneras (Siendo los ¿desaparecidos? IRONICA los encargados
de abrir su show al menos en Barcelona), en esta nueva gira la banda del danés
del rostro mortuorio se trajo consigo a un par de bandas relativamente conocidas
como lo son THUNDERBOLT y GRIFFIN. De los primeros poco puedo decir pues no
presencié ninguno de sus shows; Estando por ciudades como Madrid o Granada,
a todos nos gusta hacer un poco de turismo en vez de encerrarnos en una sala
a las 7 de la tarde.

Por otro lado estaban los fineses GRIFFIN, cuyas actuaciones
fueron sencillamente espectaculares. Lejos de ser otra banda más de Power Metal
de dragones y espadas, GRIFFIN apuestan por el género más duro del estilo con
ciertas incursiones en el Heavy Metal clásico de toda la vida oscurecido sutilmente
en momentos puntuales de su repertorio. Tomando como referencia a gente como
MORGANA LEFAY, BRAINSTORM, NEVERMORE o ICED EARTH por citar algunos ejemplos,
GRIFFIN añaden en su particular brebaje metálico esas pinceladas clásicas de
los maestros del género como JUDAS PRIEST, los viejos SCORPIONS o ACCEPT (Curiosamente,
su bajista Johnny Wangberg tenía un parecido asombroso con Fitty Wiendhold
de UDO mientras que su guitarrista solista era el doble más exagerado que vi
nunca de Mathias Jabs de SCORPIONS).

En cada uno de sus shows como teloneros de KING DIAMOND,
GRIFFIN rayaron a un nivel altísimo mostrando lo curtidos que están en las
labores del directo y lo buenos músicos que son, sobretodo su cantante Rolf
Bakken, uno de los tipos más portentosos que he escuchado en directo en mucho
tiempo, con unos registros de voz amplísimos que permitían al vocalista en
cuestión moverse con soltura tanto en los pasajes más agresivos como en los
más relajados combinando magistralmente sus registros más agudos (Impresionantes)
con los más graves, que no guturales. Su repertorio se centro principalmente
en repasar sus 4 obras de estudio en los escasos 45 minutos que estuvieron
en escena. Destacó, al menos en Granada, la versión que se marcaron del “Hell
Bent for Leather” de los JUDAS PRIEST, tema que fue ampliamente coreado por
toda la audiencia como si de una actuación de la banda de Tipton y cia se tratase. 

Tras retirar la batería que había sido utilizada por GRIFFIN
y THUNDERBOLT así como sus pertinentes cabezales y pantallas, el escenario
quedó libre y preparado para que KING DIAMOND saltase a escena y el show diese
su pistoletazo de salida.

Tras unos minutos de espera, los roadies de la banda salen
a escena ataviados con trajes de monjes encapuchados y colocan unas rejas metálicas
como si del cerco de un cementerio se tratase. Acto seguido, traen un ataúd
blanco mientras suena una extraña introducción que no es más que un bucle de
ruidos repetido hasta la saciedad. Al finalizar y todavía con las luces apagadas,
suenan las primeras notas y narraciones de la escalofriante “Funeral” a la
par que King Diamond aparece sobre el escenario y saca del ataúd a un bebé, ¡Abigail!
a quién se encarga de darle su merecido. Tras el fin de la introducción “Funeral”,
suenan los acordes de guitarra de “Arrival” y toda la banda sale al completo;
Los suecos Andy Laroque y Mike Wead, el bajista danés Al Patino y el batería
americano Mike Thompson, acompañados por una bailarina y la vocalista femenina
Livia Zita, pareja sentimental del maestro King si no me equivoco y pieza necesaria
en el entramado escénico de la banda pues, a pesar de que King Diamond haya
mostrado un estado físico en cuanto a cuerdas vocales se refiere fenomenal,
una ayuda en las notas más agudas para enfatizar su importancia nunca está de
más. KING DIAMOND prosiguen dando un repaso a su mítico “Abigail” con la veloz “Mansion
in Darkness”, la escalofriante “The Family Ghost” y como no “Black Horsemen”,
la pieza más épica de todo el disco. El primer tramo del recital se cierra
con la intro “Spare this Life”, en la cual los monjes retiran las rejas del
escenario para que la banda interprete la única pieza de la segunda entrega
de la saga “Abigail”; “Mansion in Sorrow”, a la cual le sigue “Sorry Dear” que
sirve para cerrar definitivamente el repaso a la saga entera de Abigail, Miriam,
Jonathan y compañía. Durante la siguiente media hora aproximadamente, KING
DIAMOND interpretan 6 piezas más; 3 clásicos de su repertorio como son “Eye
of the Witch”, “Slepless Nights” (¿Para cuando “At the Graves”?) y “Welcome
Home”, donde la decrépita Grandma hace acto de presencia ante los gestos intimidatorios
de King, recordándole a su anciana madre que “Them”, (Ellos), o sea nosotros,
el público, estamos frente a ella, vamos, que se vaya con cuidado con lo que
hace. Entremezcladas suenan las 2 únicas concesiones que la banda hace a su último
disco de estudio hasta la fecha, “The Puppet Master”; “Blood to Walk”, donde
aparecen unos maniquís que posteriormente cobran vida (Sonando la intro “Living
Dead”) y como no, la fantástica balada “So Sad” donde Livia se luce con su
voz femenina. Completa este tramo del show “Come to the Sabbath”, extraído
del segundo Lp de MERCYFUL FATE “Don’t Break the Oath”.

Una de las pocas diferencias que he podido apreciar entre
cada show es la forma en la que dividen los bises. De cualquier forma, las
3 últimas piezas en sonar siempre fueron “The Invisible Guest”, la lejana “Halloween” y
otra de las grandes sorpresas de la noche, “Evil” del “Melissa” de MERCYFUL
FATE, gran tema que no hizo sino dejar a la gente con ganas de más.

Tras una hora y media KING DIAMOND abandonan el escenario
por donde llegaron dejando en cada una de las ciudades un muy buen sabor de
boca entre la audiencia. La única pega que quizá se le pueda echar en cara
al grupo es no permanecer unos cuantos minutos más en escena pues con semejante
catálogo de discos editados, muchos fueron los que echaron en falta piezas
de “Spider’s Lullabye”, “The Graveyard”, “Voodoo” y sobretodo, del magnífico “House
of God”.

A pesar de no haber acudido finalmente al show de Bergara,
por lo que me acaban de comentar unos amigos que fueron su actuación fue igual
de poderosa que la de Barcelona (y seguramente igual que las de Granada y Madrid),
e incluso aseguran que King estaba más comunicativo que de costumbre.

De cualquier forma, y dejando de lado el cambio de sala
en Madrid que sé que mosqueó a muchos, esta gira ha sido un rotundo éxito de
asistencia, entrega por parte de una banda legendaria y reencuentro del grupo
con sus fans tras 5 años sin verse las caras. Ahora solo falta esperar a que
KING DIAMOND lance su esperado Dvd (versión videográfica del Cd en directo “Deadly
Lullabyes Live”) y como no, ¡Su nuevo disco de estudio!.

Texto: Javi Metal / Fotos: Javi Metal - Sergi Ramos

Datos:Varias Salas
Granada / Madrid / Bcn
Público: 700-1500 personas aprox.
Promotor: Rock N' Rock

Día:02/06/2006

Puntuación:9