JUDAS PRIEST + BARON ROJO
DECEPCIÓN
Siempre es curioso ver de qué estan hechas estas reuniones que tanto proliferan
en los últimos años. Todos sabemos que el motivo principal suele ser de tipo
económico aunque hay reuniones musicalmente más validas que otras. No es el
caso de JUDAS PRIEST. Después de doce años desde que Rob Halford, el auto-proclamado
y recién descoronado Metal God, abandonara JUDAS PRIEST en su momento mas álgido
–tras la edición y consecuente gira de “Painkillerâ€, éste se reunÃa con sus
antiguos compañeros el pasado 11 de julio para una gira y nuevo disco que proclamarÃan
la alineación de los planetas, la vuelta del Heavy Metal a los estadios de todo
el mundo y parte del espacio exterior, además de la proposición de Rob Halford
como Presidente Supremo del Mundo y no se cuantas paparruchadas mas que se fueron
recalentando en la cabeza de mas de un seguidor del estilo. Mentira, todo mentira.
BARON ROJO-¿SE COMIERON A JUDAS?
Practicamente. La energÃa y la emoción con la que BARÓN ROJO llevaron a cabo
su actuación fue absolutamente desproporcionada. Armando de Castro disfrutó
en grande, la banda sonó de perlas –de hecho, Armando agradeció a JUDAS PRIEST
el haberles dado todo el tiempo del mundo para probar sonido- e interpretaron
un set escalofriantemente bueno.
Como si aquello fuera 1984, ver a todo el Pabellón de Deportes de Badalona
entonando “Concierto Para Ellos†y “Resistiré†fue absolutamente emocionante,
mas sabiendo la que –supuestamente- se nos venÃa encima en cuestión de una hora.
Nada mas y nada menos que la reunión de JUDAS PRIEST, niños y niñas. Ah, que
inocente.
Carlos de Castro como siempre mantenÃa su habitual cara de circunstacia, ciñéndose
a lo previsto en el set-list y con una voz que, sin demasiados alardes, se mantenÃa
equilibrada, como siempre. Angel Arias, por su parte, disfrutaba de su propia
actuación y Vale RodrÃguez fue el miembro mas solido de la noche junto a Armando.
Menudo acierto fue para BARÓN fichar a este hombre. Dejémonos de Hermes Calabria
y demás. Es difÃcil hacerle sombra a RodrÃguez.
El repertorio fue lo mas florido de la banda, incluyendo el inicial “Barónâ€,
“Rockestimulación†o “Cueste lo que Cuesteâ€, en la que Armando realizó un breve
solo improvisado sobre el tema. Pero la sorpresa inesperada vino cuando un viejo
compañero de batallas apareció en escena para hacer un tema con ellos. Y sin
mas preámbulos, aparece sobre el escenario un demacrado Michael Schenker que
interpreta un emocionante “Assault Attack†con la banda, mientras Carlos de
Castro le presta su Gibson y se aferra al micrófono para interpretar el tema.
Schenker estaba bajo mÃnimos sin apenas moverse, y como adormilado, pero la
emoción de verle ahà arriba haciendo un tema con BARÓN ROJO era superior a cualquier
otra cosa.
IncreÃbles los Barones, y con cosas como ésta demuestran que podrÃan haber
sido la banda mas grande de nuestro paÃs si les hubieran dejado. Pero si actualmente
las compañÃas discográficas no tienen ni la mas remota idea de cómo hacer las
cosas ¿cómo la iban a tener hace veinte años?
JUDAS PRIEST- VICTIMAS DE SU PROPIO PASADO
Recrear a los JUDAS PRIEST de hace veinte años en el año 2004 es tarea árdua.
Principalmente porque Rob Halford no puede cantar como solÃa hacerlo. En segundo
lugar, porque no hacen discos tan buenos como los de entonces. Y en tercer lugar
porque su baterÃa de por entonces se dedica a violar menores con disminuciones
psÃquicas. Dejando a un lado ésta última razón –también es obvio que nadie querrÃa
ver a un vejestorio como Dave Holland tras los parches-, las dos primeras y
si me apuráis, la primera de todas es la razón principal por la que JUDAS PRIEST
en el año 2004 son decepcionantes.
Cuando JUDAS PRIEST llegaban al recinto, BARÓN ROJO finalizaban su último tema.
El concierto comenzó con alrededor de un cuarto de hora de retraso y supuestamente
iba a ser filmado para un DVD, pese a que el dispositivo de camaras destacado
al lugar era bastante Ãnfimo y solo trabajó durante algunos temas. Pero nada
podÃa combatir las ganas, la emoción y el nerviosismo que las diez mil personas
que abarrotaban el Palacio sentÃan por ver a JUDAS con Halford de nuevo.
Y al son de “Hellion/Electric Eye†la banda apareció sobre el escenario, mientras
que Halford cantó todo el tema sin moverse, estacionado dentro del ojo gigantesco
que decoraba el escenario en un telón representativo de la portada del reciente
DVD editado por la banda. Y cuando digo no se movió, es no se movió. “Metal
Gods†tampoco fue mucho mas animado, y Halford se iba paseando curiosamente
por las pasarelas y escaleras que decoraban el escenario en una especie de extraño
baile de salón de fiestas de tecera edad, mientras Glenn Tipton y KK Downing
intentaban mantener el nivel y la gente alucinaba cuando finalmente el Metal
God se acercaba al borde del escenario para cantar.
El set list fue el mismo que en toda la gira, desgranando temas como “Heading
Out To The Highwayâ€, “The Ripperâ€, “Tocuh Of Evilâ€, “The Sentinelâ€, un eufóricamente
recibido “Turbo Loverâ€, y un estrepitosamente horrible “Victim Of Changes†cuyo
grito final duró…dos segundos! Y claro, Halford no está acabado para nada.
TonterÃas de crÃticos musicales. Un aburridisimo “Diamond And Rust†dió paso
a un no menos aburrido pero mejor recibido “Breaking The Lawâ€, que junto a
“Beyond The Realms Of Deathâ€, un decente “The Green Manalishi†y un irrisorio
“Painkiller†escaso de potencia cerraron la actuación principal de la banda.
Los bises estuvieron compuestos de “Hell Bent For Leatherâ€, con Halford apareciendo
sobre su moto y sin moverse practicamente de ella en todo el tema, el fiestero
“Living After Midnightâ€, el relativamente oscuro “United†que comenzaron a tocar
de nuevo en la pasada gira –y última con Ripper Owens- y finalmente “You’ve
Got Another Thing Comingâ€. Especialmente molesto el reverb que tenÃa la voz
de Halford, la cual estoy seguro de que aun se seguirá escuchando el año que
viene en el recinto. Scott Travis por su parte me dio la impresión de que podrÃa
haber estado en cualquier otro lugar del mundo en ese momento, y Ian Hill se
dedicó a no moverse de su lugar, como es normal.
Extrañamente, debo ser el único que considera a JUDAS PRIEST, mas allá de sus
himnos, la banda mas sobrevalorada de la historia del Heavy Metal. Pero vamos,
no seré yo quien contradiga a las diez mil personas reunidas anoche en Badalona.
Dios me guarde.
Texto y Fotos: Sergi Ramos
Datos: Palau OlÃmpic de Badalona
Barcelona
Promotor: Rock N' Rock
Publico: 10.000 personas
Día:24/06/2004
Puntuación:6
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