Entretenido concierto en una sala Razzmatazz casi llena. Esa sería la forma corta de definir este concierto, correcto en todos los sentidos por parte de In Flames y de Sonic Syndicate, y sobresaliente por parte de Gojira, que en mi opinión fueron lo más destacable de una noche con pocas sorpresas. Tal vez lo más remarcable sería la juventud del público asistente, ya que costaba ver caras que aparentaran más de 25 años por la sala…¿dónde están esos fans desde el Jester Race? Lo que está claro es que a estas alturas el público de In Flames es eminentemente veinteañero, lo cual denota una capacidad de conseguir nuevos fans bastante destacable dado lo irregular de sus últimos trabajos. Pero empecemos por el principio…

Abrían el escenario Sonic Syndicate, arropados por bastantes seguidores que dieron buena la réplica a la joven banda sueca. Vencieron porque sonaron potentes y con garra (a pesar de las dificultades que supone el sonido de la sala), pero realmente no convencieron con un concierto relativamente plano donde presentaron Love and other disasters sin olvidar sus otros dos discos. Su fórmula, aunque bastante predecible, funciona a la perfección y entre sus entregados componentes y un público que en las primeras filas parecía sabérselas todas sacaron adelante un concierto de media hora que dejó a la gente caliente y con ganas de tralla.

Curiosamente cuando se les ofreció esto último en manos de Gojira el público reaccionó de forma bastante fría. Puede que la propuesta de los franceses, cercana al estilo de Meshuggah pero menos esquizofrénica y mucho más dura, fuera demasiado agresiva en comparación a todo lo que se oyó antes y después de ellos. También puede ser que la ecualización de la batería de Mario Duplantier no era la más adecuada para un concierto sino para realizar derribos de edificios, pero en cualquier caso el recibimiento que tuvo la música del grupo de Bayonne fue bastante seco. Lo que no se puede decir es que su concierto fuera malo en asbsoluto, porque para servidor fueron lo mejor de la noche.

Con un sencillo planteamiento (salir y arrasar), la banda metió la directa y no volvió a parar un instante salvo para tomar algo de aliento entre canción y canción. Por desgracia el peor sonido de los tres grupos se lo llevaron ellos y en ocasiones era muy difícil apreciar todos los detalles que los franceses son capaces de dar a su música: espectaculares cambios y ritmos, riffs brutales y una base rítmica asesina, todo ello para dar cuerpo a unas canciones complejas y cambiantes que no terminaron de convencer a la gente, a pesar de que el público les animaba igualmente. Esperemos que vuelvan pronto en su propia gira para poder descargar delante de un público con menos ganas de ver al grupo siguiente.

Tras 45 minutos de Gojira tocó un buen rato de respiro: telón arriba, cambio de instrumentos, y para cuando In Flames salieron a escena a las diez menos cuarto de la noche, la sala rugía. Abrieron con The chosen pessimist, la canción más "inusual" de A sense of purpose e igualmente inusual como apertura de un concierto que, al terminar dicho tema, se disparó con temas más potentes y energéticos. A pesar de las duras críticas recibidas por su último trabajo, descargaron buena parte del mismo con la aceptación de un público que cantaba todo lo que tocaban (The mirror’s truth fue particularmente coreada), pero que se decantaba más por temas más antiguos.

Lo cierto es que el setlist fue variado y en ocasiones sorprendente, y para cuando el telón con el logo del grupo caía para dejar a la vista un espectáculo de luces tras ellos, el grupo ya había atacado temas ajenos a A sense of purpose. A lo largo de la noche el grupo fue dejando caer pequeñas sorpresas como Satellites and astronauts, visitas al Jester Race, unas triunfales Colony y System…todo con un sonido decente que se vio especialmente empañado cuando atacaron la última canción de la noche, una brutal Take this life que si no se hubiera convertido en una bola de sonido sin ton ni son habría sido mejor colofón para una noche que sirvió de lucimiento para unos conservadores In Flames.

En definitiva, un concierto correcto para una banda que sabe que no tiene que currárselo mucho ni para sonar bien ni para tener al público a sus pies, pero se les echa de menos un poco más de chispa y un poco más de atención para mantener a esos fans desencantados que son reticentes con el nuevo material y que apenas se asomaron por la Razzmatazz a verlos. A ver si la próxima vez…

Texto: Jaime Díaz-Otero / Fotos: Sergi Ramos

Promotor:Rock n Rock

Asistentes:1600

Día:13/10/2008

Sala:Razzmatazz

Ciudad:Barcelona

Puntuación:7