HELLFEST 2012 – VIERNES
Durante la presente edición del Hellfest leí un slogan que define muy bien lo que viene a ser esta ineludible cita: "El festival más ecléctico y especializado en metal extremo del mundo". Ni más ni menos. En el cartel de esta edición podías encontrar desde bandas reconocidas de rock sureño hasta furiosas formaciones de metal extremo. Sin embargo, todas las bandas que actuaron en los escenarios no principales ( 4 escenarios) pertenecen a las vertientes, black, death, doom, stoner, crossover… Vaya, movimientos relacionados de una manera u otra con las vertientes más oscuras del rock duro. De una forma u otra, el festival a día de hoy viene a reconocer abiertamente que los estilos en los que se especializan no son los ideales para captar a la principal afluencia de público. E insisto en lo de "a día de hoy" porque en las ediciones de hace 3 años para atrás no era así.
La edición de este año, presentaba cambios importantes. La organización, de cara a poder ubicar más escenarios (hemos pasado de 4 a 6) y encontrar una fórmula con la que ir optimizando los espacios existentes, realizó para esta ocasión una modificación sobre el plano de zona de acampada y zona de conciertos. Los resultados no han sido todo lo buenos que cabría esperar. Si bien en cuanto a la zona de acampada sí se han logrado habilitar nuevas zonas, ganando en extensión y evitando así el apelotonamiento y facilitando su reconocimiento mediante colores, la zona de conciertos ha pagado un poco la novatada en cuanto a los escenarios secundarios se refiere. Eso sí, duchas a parte. Siguen escaseando, todo un clásico en este festival. El sábado pudimos ver colas de más de 2 horas…. Mención a parte merece la horrenda distancia existente entre la zona de camping y el aparcamiento. Casi media hora caminando con la tienda y los bártulos a cuestas resultó ser una broma pesada.
Los escenarios donde tocaban todos los grupos de black y death estaban unidos en forma de "L" bajo una misma carpa en la cual las actuaciones se iban alternando. Esto ya de por sí provocó un previsible caos entre los que asistían a uno de los escenarios y los que se iban del otro, sobretodo en los conciertos más masivos, ya que las dimensiones del espacio tampoco eran para tirar cohetes. A ello hay que sumar que el terreno que se hallaba en frente de uno de los dos escenarios presentaba un desnivel ascendente, hecho que imposibilitaba ver prácticamente nada de lo que ocurría sobre las tablas a pesar de encontrarte a 10 metros. Para más inri, desde el primer día se formaron dos zonas de barrizal en frente de los mismos que no fueron combatidas con paja ni nada parecido por parte de la organización, con el perjuicio que ello supone: ¿quién es el valiente que se mete en las arenas movedizas? Por otro lado, ubicar actuaciones de grupos bastante masivos como CHILDREN OF BODOM en una de estas carpas con capacidad para unas 4.000 personas delante de cada escenario es, cuanto menos, contraproducente.
El sonido, sobretodo en los escenarios principales, no llegó ni de lejos a las cotas de nitidez del año pasado, así como la calidad de los conciertos, un terreno en el que se podría asegurar que la mayoría de las grandes bandas decepcionaron. En definitiva, si comparásemos este Hellfest con el del año 2007, sin lugar a dudas habríamos salido la mar de contentos. Pero teniendo aún reciente la edición del 2011, en la que casi todo salió a pedir de boca, nos vamos con un sentimiento agridulce. No por ello podemos decir que fuera un mal festival en líneas generales y el batallón Metal Circus se encargó de disfrutar de lo lindo gracias a la buena música, la buena compañía y las generosas dosis de alcohol. Una vez dicho todo esto, vamos con una breve reseña de los conciertos, que es lo que interesa.
Como comprenderéis, habiendo seis escenarios y una sola persona para cubrir el evento para este medio, la elección de los conciertos aquí reseñados puede agradar a muchos y defraudar a otros tantos. Sin embargo, como persona de gustos abiertos que es quien aquí suscribe, encontraréis conciertos de todos los estilos. Al ataque.
Viernes
BELENOS 8/10
Dudo que alguien de fuera de Francia hubiera tenido la oportunidad de ver a estos galos antes de su actuación en el Hellfest. No tienen el suficiente nombre como para prodigarse en festivales europeos de primer nivel ni forman parte de la escudería de ninguna discográfica o agencia de management potente. Sin embargo, sí que poseen una gran calidad y su inclusión fue una grata sorpresa para todos aquellos que les conocíamos. En su haber poseen ya seis discos, que se dice pronto. Su black metal hunde sus raíces en la mitología y nos alumbra pasajes de lo más variado, en los que tienen cabida tanto los arrebatos de velocidad como los riffeos a medio tiempo, recordando bastante a VREID, algo a lo que ayuda la tesitura de la voz. Con temas como "Tal Ifern", "Terre de Brume" o "Morfondu" dieron buena cuenta de lo que son capaces, por fortuna siempre arropados de un buen sonido en el que pudimos deleitarnos con todo lujo de detalles tanto de los coros con voces limpias como de los blast beats más impíos. Pese a que en disco suenan bastante bien, no me esperaba ver a una banda tan bien engrasada en directo. Gustaron a todos los que allí se encontraban y aprovecharon al máximo su media hora de actuación. Interesantísimos.
BENEDICTION 8/10
Pese a que BENEDICTION siempre parecen haber estado en una segunda fila dentro de lo que vendría a ser la eclosión de la escena death metal en los noventa en U.K, por detrás de bandas como CARCASS, BOLT THROWER o NAPALM DEATH, lo cierto es que continúan siendo muy queridos entre la comunidad más old school. No en vano, grandes obras del death metal a medio tiempo como son "Subconscious Terror" o "Trascend the Rubicon" valen su peso en oro, por mucho que desde mi punto de vista la banda diera más palos de ciego que otra cosa en sus últimas etapas discográficas. No sabía muy bien con qué esperarme del directo de la banda a estas alturas, sobretodo teniendo en cuenta que la última vez que los vi ya data del 2005 y en aquella ocasión nos ofrecieron un concierto malo, extraño y atípico, con un bajista borracho, con un sonido pésimo y con la banda sonando a medio camino entre el hardcore y el death metal descafeinado. En esta ocasión la cosa fue diametralmente opuesta: un sonido crudo e hiriente para una banda totalmente death metal y old school, con mucha presencia sobre el escenario y con un vozarrón por parte de Dave Hunt. De acuerdo, no sonaron totalmente engrasados e incluso en algún momento llegaron a no ir cuadrados, pero suplieron esa técnica con un feeling, un sentimiento y una crudeza que hizo mover al respetable como si fueran una jauría de bichos borrachos. Ya hay suficientes grupos haciendo death metal brutal ultra técnico, gocemos y embadurnémonos un buen rato en chirriante y crujiente metal muerto old school no carente de imperfecciones. Rugieron cortes como "Subconscious Teror", "Jumping at Shadows" o "Unfound Mortallity". Conciertazo inesperado de inspirada podredumbre.
LIZZY BORDEN 5.5/10
A otro que cuesta ver por estos lares, al malote de Lizzy. Y tras la imagen bastante buena que me llevé la primera y única vez que les vi hace unos años en Wacken, ahora vino la decepción. Lo primero, a destacar el mal sonido, una constante que incompresiblemente se vendría repitiendo a lo largo del festival en los dos escenarios principales. ¿Cómo puede ser que en tantos conciertos las guitarras solistas no se escuchan prácticamente nada? Dudo que haya una explicación racional alguna. De todos modos, solistas o no, en casi todos los conciertos de rock añejo y heavy metal clásico (con la excepción de KING DIAMOND) pasó lo mismo: las guitarras sonaron muy bajas o carentes de fuerza. Si a eso le añadimos que la banda que lleva Lizzy a día de hoy no parece nada del otro mundo técnicamente y que el ínclito cantó más bien poco, la sensación que queda es la de decepción. Una lástima teniendo en cuenta que los componentes de shock rock y diversos efectos que caracterizan al show de los estadounidenses sí que estaban allí: disfraces, sangre, alusiones sexuales, chicas bailando con poca ropa, banderas… Todo ese montaje serie B estilo ALICE COOPER que tanto nos chifla a los amantes de las performances en escena. Hasta tocaron el himno nacional francés mientras mostraban la bandera americana fusionada con la suya. Pero donde no hay música, difícilmente podemos rascar algo. Sonaron los dos temazos por los que son mayormente reconocidos, "Me Against The World" y "American Metal", cortes que por otro lado sonaron mejor que el resto de canciones que conformaron el playlist, pero que no fueron suficientes para salvar a un breve y fallido show de la quema. Otra vez será…
MOLLY HATCHET 7/10
Sí, hacen rock sureño, pero a diferencia de otras bandas del estilo ellos son muy heavies, muy guitarreros y poseen multitud de solos de órdago. Los infalibles MOLLY HATCHET son perros viejos, rockeros genuinos que difícilmente te ofrecerán un mal concierto. Pero cuando tienes que fruncir el ceño, girar la cabeza y hacer un esfuerzo por escuchar los solazos que se están marcando Bobby Ingram y Dave Hlubek es que aquello no está sonando como debería de sonar. Y es una pena, porque los HATCHET se marcaron un conciertazo de rock/heavy con pelotas, adueñándose del escenario en un santiamén y transmitiendo verdadera fuerza, lejos de parecer la típica banda supuestamente legendaria y acomodada incapaz de transmitir nada (de estas también vimos a más de una en el festival). Capitaneados por el orondo Phil McCormack, los de Florida nos ofrecieron tanto temas recientes como añejos. Pese a todo, estaba claro que con los temas con los que más íbamos a disfrutar era con los de ese inmortal plástico que es "Flirtin' with Disaster". Y ahí estaban cortes como "Whiskey Man" (con la que abrieron) o el tema homónimo como únicos representantes. ¿Insuficiente? Puede que para algunos. Sin embargo, estos señores tienen montones de temazos repartidos por todos sus discos, y como muestra un botón: "Bounty Hunter", "American Pride" o "The Creeper" destilaron calidad a raudales. De no ser por el mal sonido, hubiéramos alucinado pepinillos.
DARKSPACE 7/10
¿Duda? Ir a ver a UNISONIC, que estando integrado por quien está integrado, van a estar hasta en la sopa y vienen en breve a España o aventurarse con los curiosos DARKSPACE. Duda despejada. Con su black metal espacial y misterioso por bandera, se trata de una banda bastante difícil de ver en directo. Con la batería y bases programadas, aparecieron los 3 componentes del grupo dispuestos a ahogarnos con sus exasperantes gritos sobre bases ultrarrápidas y teclados cósmicos. Toda una experiencia desasosegante, algo así como encontrarse en medio de una película underground de terror espacial. Los integrantes de la banda exhibieron un rol muy ritual y curioso: vestidos con largas túnicas negras y con un corpse paint sobrio e intimidatorio, realizaron su actuación sin mantener ningún tipo de contacto con el público, incluso dándole la espalda durante las largas introitos e intermezzos de teclado que tuvieron lugar a lo largo del show, serios, sin cambiar la expresión ni para poner cara de malotes. Seria absurdo enumerar los temas que tocaron, más que nada por la carencia de nombre de los mismos, pero sólo fueron tres cortes que superan los 10 minutos cada uno, uno de cada disco. El sonido fue alto y claro. La verdad es que tras varios minutos de guitarras saturadas y blastbeats con teclados y gritos dementes, uno entra en una especie de estado mental en gran medida ausente y alucinógeno que tarda tiempo en saber categorizar. En otras palabras, ninguno de los allí presentes hubiera aguantado una hora de concierto, pese a lo que vimos nos gustó y resultó harto interesante. Toda una experiencia.
GOTTHARD 7/10
No, no es lo mismo. Sí, siguen siendo una bandaza de hard rock, pero por alguna razón, sin Steve Lee han visto como se evaporaba parte de su esencia. Y me duele en el alma decirlo, pero creo que todos los que hayan visto a la banda con su anterior vocalista al frente coincidirán en lo que digo. Dicho esto, cabe destacar que aún sin el mismo grado de magia y feeling, los suizos dieron un concierto con clase que los sigue situando por encima de la media, Empezaron y acabaron el show con temas de su excelente "Lipservice", con lo cual se aseguraban tener ganado de antemano una parte importante del pastel: "Dream On", "Lift U Up" y "Anyway Anywhere" contribuyeron a marcar un antes y un después en la carrera hacia la cima. Maeder, eso sí, salió a por todas y ralló a un alto nivel tanto en presencia escénica como interpretación, moviéndose por el escenario y arengando al público sin cesar. El ambiente festivo se vio ligeramente interrumpido por "Remember It's Me", un paréntesis para ponernos sentimentales y recordar a Steve, necesario y suficiente. Caló enormemente la versión de "Hush" de BILLY JOE ROYAL, con esa tonadilla tan característica del estribillo siendo cantada a pulmón por las primeras filas. Siguen ostentando el cetro del hard rock centroeuropeo, pese a que hayan perdido algo de fuelle.
LYNYRD SKYNYRD 8.5/10
No ocurre todos los días esto de poder ver a MOLLY HATCHET y LYNYRD SKYNYRD en un intervalo de pocas horas. Si se hubieran traído también, qué se yo, a BLACK FOOOT ya directamente hubiera aparecido por allí con un gorro, una camperas, una camisa de vaquero y una rama de olivo entre los dientes. Sureño total. Con su presencia sobre el escenario vivimos una de las afluencias más masivas de todo el festival, a la par que ecléctiva: niños, personas ya entraditas en años, curiosos, devotos… Así, entre banderas de los estados confederados tanto en escena como entre el público, logramos transportarnos a otro tiempo y a otro lugar, lejos del metal más afilado y mordaz que poblaba mayoritariamente el cartel del festival. Mucho peso de composiciones clásicas de los 70, pero sin obviar una holgada representación de su fondo de catálogo: "What's Your Name", "Simple Man", "Working for MCA", la muy buenrollista "Saturday Night Special" o la versión de "Call me to the Breeze". Pese a que en la actualidad sólo cuenten con un miembro de la formación original en sus filas, Gary Rossington, la esencia de la banda parece mantenerse sorprendentemente viva, tal y como se percibe en el feeling que desprenden. Ni qué decir que con "Sweet Home Alabama" y "Free Bird" aquello se convirtió en júbilo, sobretodo con la interpretación de la segunda en los bises y tras haber tocado una nada desdeñable hora y veinte minutos. Toda una experiencia seguir teniendo la oportunidad de disfrutarlos en directo y un señor concierto.
SATYRICON 9 / 10
Tras el parón indefinido que la banda anunció hace unos 3 años, resultó ser todo un alivio a la par que una sorpresa volver a verlos anunciados para varios festivales este verano. No en vano, se trata de una de las formaciones con mejor directo de la actualidad metalera. Nada más acercarnos al escenario pudimos observar que para este periplo veraniego la banda cuenta con teclista en escena. Oh, genial. No veía a la banda con teclista en escena desde el Graspop 2006 y eso significa una cosa: que se van a marcar por lo menos un tema de la primera época y que las canciones más contemporáneas que incluyen teclados van a adquirir matices muy interesantes en directo, caso de "To the Mountains" que, sin ser una pieza que me vuelva loco, hay que reconocerle su atmósfera y naturaleza. Sin embargo, caquita nos hicimos los fans de la banda cuando atacaron esa maravillosa pieza del "The Shadowthrone" que es "Hvite Krists Dod", ocho minutos y medio de goce que destilan maldad, ritualismo y epicidad tanto en sus partes guitarreras como de teclados. Como no podía ser de otra forma tratándose de SATYRICON el concierto sonó de miedo, con unas guitarras gruesas y nítidas y una sección rítmica contundente, con un Frost que parece que vaya a reventar los parches de su kit en cualquier momento. El momento álgido de la noche llegaría con la mítica "Mother North", sonando tan convincente como extraña, como siempre que la interpretan en directo, cerrando con el que podríamos considerar el tema que los puso en el candelero del rock'n'roll, "Fuel For Hatred". Siguen sin rival en su singular cruzada musical.
MEGADETH 4/10
Podría haber sido un buen concierto de MEGADETH, como bien lo han sido años atrás en otros festivales de verano en los que he tenido la oportunidad de verles. Pero no, no lo fue. De hecho fue un auténtico despropósito. Interpretaciones desganadas, sonido paupérrimo y Dave Mustaine cantando menos que una rana grapada a un centollo. Ante un panorama así es difícil dejarse llevar por el encanto de las composiciones o lograr transmitir buenas vibraciones al respetable. Dado que su actuación se solapaba 20 minutos con la de SATYRICON, llegamos tarde al concierto, algo que a la postre agradecimos. "She Wolf", "Dawn Patrol", "Sweating Bullets" o "A Tout Le Monde" pasaron con más pena que gloria mientra que "Symphony of Destruction" convirtió un himno en una oda al mal gusto. Para el encore enlazaron "Holy Wars" con "Mechanix" ("The Four Horsemen de METALLICA para la mayoría de nosotros) a modo de medley, despidiéndose de un público decepcionado. Así pues, siguen caminando por el mismo sendero al que parecen haberse abonado en los últimos años: conciertos que oscilan entre lo malo y lo sencillamente bueno y en los que la mayoría de veces el estado vocal de Dave tiene mucho que ver. El cúmulo de factores que se dieron cita en el Hellfest dan como resultado un sonoro suspenso en este caso.
KING DIAMOND 9/10
Tras una operación muy delicada a corazón abierto, pocos nos podíamos imaginar que El Rey Diamante estaría de nuevo encima de los escenarios en apenas uno o dos años demostrando un buen estado de salud. Tan sólo un par de fechas en todo Europa fueron las elegidas para experimentar el retorno de forma escalonada. Cabezas de cartel del primer día del Hellfest, los daneses dieron un recital de lo que ha de ser un concierto de heavy metal con clase, refinado, afilado y teatral. Para regocijo de los que nos encanta el shock rock, no escatimaron en montaje: dos estancias, una superior y una inferior, comunicadas por sendas escaleras laterales, representaban el interior de una siniestra mansión. Los efectos de humo bajo hacían que este descendiera lentamente desde la zona superior de las escaleras y fuera bajando, metiéndonos así de lleno en lo que parecía una película de terror de la Universal de los años 30. Pero quién quiere a Boris Karloff o a Bela Lugosi teniendo a King Diamond como maestro de ceremonias: ni corto ni perezoso nos deleitó con sus mil y una voces y escenificó y actuó como si tuviera 30 años menos, el muy granuja. Huelga decir que lograron uno de los mejores sonidos del festival y que por lo tanto se hizo justicia al gran Andy Larocque, sin duda uno de los mejores guitarristas que se pasearon por el Hellfest de este año. Escucharle interpretar piezas como la mastodóntica, cambiante y extensa "At The Grave" o al brutal "The Family Ghost" del Abigail resulta toda una experiencia. Incluso se sacó un par de guitarras acústicas para las partes que las requerían. Los solos de guitarra y batería también fueron bastante más entretenidos que lo que se suele ver por ahí, hecho que contribuyó a que el show no decayera en absoluto durante ningún momento. No faltaron los pequeños trucos escénicos y tretas de King para amenizar la velada. Incluso hubo tiempo para un tema de MERCYFUL FATE, "Come to the Sabbath". Se hizo corto no, cortísimo. Ansiamos ya la nueva ocasión de ver al rey…
Texto: Penumbra (penumbra@themetalcircus.com); Fotos: www.hellfest.fr
Promotor:Hellfest
Asistentes:20000
Día:15/12/2012
Sala:Clisson
Ciudad:Clisson
Puntuación:7
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