Reaktion y Vioblast: combinación letal del thrash en Barcelona

Ambas formaciones, que postulan como dos de las bandas más importantes de la escena nacional del thrash metal, vieron interrumpidos sus tours anteriores y aprovecharon el confinamiento para crear nuevo material en formato LP.

Las escaleras de la sala Razzmatazz 3 desviaron su camino al cielo para sumir a Barcelona en las profundidades más oscuras del Infierno, donde una descarga de artillería pesada aguardaba a los intrépidos dispuestos a cruzar al Hades. La voz distorsionada que emergió del walkie de seguridad dictó la apertura de puertas a las 20:00h, reconvertida para el reloj en la nueva hora bruja, permitiendo al público el acceso al recinto.

Como si de una impía procesión se tratase, los asistentes peregrinaron hacia el escenario en el que estaba apunto de acontecerse un auténtico ritual de culto al thrash metal de la mano de Violblast y Reaktion, dos bandas que unieron fuerzas para presentar sus respectivos nuevos álbumes la noche del pasado sábado 27 de noviembre. Treinta minutos de reloj y la sala quedó sumida en la más profunda oscuridad. Un apagón revertido en cuestión de segundos a los que el público esperó como la cuenta atrás de una bomba atómica que nadie estaba dispuesto a desmantelar.

Barcelona abandonada

Como una bola de demolición irrumpió Violblast en el escenario, quienes con “Trivialitzation of Murder”, track de su penúltimo trabajo ‘Theater of Despair’ (2019), iniciaron la descarga eléctrica constante en el resto de su setlist.

Vioblast (Foto: Elena Marco)

La banda catalana, originaria de Figueras y formada en 2012, no dio tregua a su público. A la cabeza, los guturales de Andrés y las balas disparadas por su bajo formaron una simbiosis perfecta con las ametralladoras de Santiago y Suba, apostadas en los laterales como torres en el tablero de ajedrez. Por su parte, en el esqueleto rítmico, la batería de Sergi, quien custodiaba la formación en la parte trasera del escenario, creaba el más fiel reflejo del averno.

Vioblast (Foto: Elena Marco)

Con un sonido que hizo justicia y una puesta en escena cual bosque de hojas negras bañadas por luces rojas y azules, la combinación letal que se materializa en Violblast engendró un frenético mosh-pit en el centro de la pista al ritmo de “Spasm”, tema de su cuarto y último trabajo ‘Lazarus Abandoned’, publicado en febrero de 2021.

Como jinetes galopando sobre un caballo pálido, los asistentes cabalgaron sobre “Behold”, senda que dio paso a temas como “Wielders of Fear” y “Bearing Witness”, ambos pertenecientes a su trabajo ‘Conflict’ de 2016. A continuación, “Scopaesthesic” y “Dead Embrace” constituyeron una declaración de intenciones en plata, con un sonido que pretendía devorar a la multitud como Saturno a su propia descendencia. “Reprisal” dio lugar a la sección final del concierto, constituida por el tema que da nombre a su último trabajo, el ya mencionado “Lazarus Abandoned”, y “Conflict”.

Vioblast (Foto: Elena Marco)

En efecto, un conflicto de intenciones se desencadenó en la sala en cuestión tras la ovación del público que incitaba a los miembros de la banda a interpretar un vis, petición no resuelta que se vio compensada por los sesenta minutos de temas atronadores que repasaron el catálogo de la banda de thrash catalana. En el alto el fuego acontecido entre ambas actuaciones, la exhausta multitud abandonó momentáneamente el recinto para reunirse en pequeños aquelarres y quemar sus últimos cigarrillos a la espera de ser abducidos de nuevo por la oscuridad.

Reacción fatal

Media hora más tarde, el relevo de Violblast fue tomado por Reaktion, banda formada en Barcelona en 2014 que, con tres giras peninsulares y una larga trayectoria a sus espaldas, se disponía a presentar ‘To Expect Nothing’, su tercer álbum de estudio publicado en junio de 2021. Y sin esperar nada más allá de la masiva irrupción sonora de la formación, el público volvió a sumirse en la espiral continua del mosh-pit, al ritmo de “Overreaktion” y “The Inmortal Unreason”, temas incorporados en el nuevo trabajo de la banda.

Reaktion (Foto: Elena Marco)

El público, que aguardaba con ansias la violenta patada sónica de “H.K.K. (Human Kind Kills)”, no flaqueó en fuerzas y convirtió la pista en una efectiva prolongación del escenario. Una vez rotas las fronteras entre ambos espacios, el concierto sacudió sus hombros de jerarquías y dio paso a “The Second Law”, en la que el quinteto perfiló un sonido desligado de los patrones del género más clásico defendido tanto por los padres fundadores de la banda como por sus últimos fichajes.

Reaktion (Foto: Elena Marco)

A continuación, “Obsessions”, tema introducido por un virtuoso interludio de seis cuerdas de la mano de la guitarra solista de Álvaro de Prado, fue seguido por “State of Hate”, ambos tracks incluidos en ‘Learning to Die’ (2019), segundo trabajo de estudio de la formación. El quinteto arremetió de nuevo con “To expect nothing”, tema que da nombre a su último LP, seguido por “The Great Citizen”, track de profundo trasfondo filosófico basado en la archiconocida distopía de George Orwell “1984”, sobre el que Iván Lara, frontman de la banda, imprimió una gran personalidad al combinar voz limpia y gutural.

Reaktion (Foto: Mavi Parra)

Llegados a este punto el frenesí era completo. Camisetas y púas disparadas como obuses des del escenario, temas cantados a dúo con el público al más puro estilo de una noche de micrófono abierto y Lara, sumergido en un baño de multitudes, levantado por un público entregadísimo cual fénix que resurge de sus cenizas. Con “Bleeding Memories” y “Breathing Silence”, la defensa del fuerte quedó en manos de la guitarra rítmica de Gustavo y la batería de Xavi, quienes mantuvieron por las nubes las constantes vitales de un público que se dejaba chantajear con inyecciones de adrenalina como “Blackmailed Existance” y “Paraphilia”.

La formación quemó los últimos cartuchos de la noche con un guiño a The Ramones que se materializó  en una versión personal de “Blitzkrieg Bop” que daba constancia del caleidoscopio que conforman sus influencias.

Reaktion (Foto: Elena Marco)

En definitiva, entre las bandas y la audiencia se estableció un mercado de compra-venta de almas en el que costaba discernir al mejor postor. Ambas formaciones ofrecieron un espectáculo sin precedentes que permitió gozar a los asistentes, ahora recomponiéndose en el campo de batalla, de dos narrativas diferentes del thrash que confluyeron en la escritura de la historia del género.