Megara: un verano rosa en Barcelona
Megara aterrizaron en la ciudad condal cambiando su electricidad fucksia habitual por un acústico de color rosa, ideal para celebrar su vuelta a esos escenarios que tanto les echaban y echaban de menos.
Desgraciadamente el maldito virus con el que nos ha tocado, y sigue haciéndolo, convivir, ha llevado a la industria musical y por ende a las bandas, especialmente a aquellas más pequeñas, a reinventarse por este arduo camino para poder seguir existiendo y haciendo aquello que más les gusta, tocar en directo. Megara no son precisamente una excepción y recientemente volvieron a la carretera dejando a un lado su faceta eléctrica color fucksia para explorar su vertiente de tintes rosas a base de sonidos acústicos y electrónicos.
Y de esta forma nació su último EP, ‘Pink Side’, dándole una vuelta de tuerca a algunas de sus canciones más conocidas y queridas, añadiendo novedades para que todos sus seguidores puedan seguir cantando con ellos nuevos estribillos en su hábitat natural, es decir, encima de un escenario, y es que la química de los madrileños, entre ellos y con ellos, es ahí realmente donde muestra toda su valía.
Cambiando el fucksia por el rosa
Una vez la banda ya se encontraba sobre las tablas y con una puntualidad prácticamente exquisita, todo sea dicho, Kenzy saltó con su colorida y larga melena al escenario para dar la bienvenida al respetable y comenzar el show. En un formato que quizás no les conceda toda la energía que tanto les caracteriza (de hecho repitió su entrada en busca de un aplauso mayor reivindicando que aquello era un concierto de rock) y que provocó que un corte tan potente como «Esclava del Aire» sonara algo más frío de lo deseable. Inevitable a la par que comprensible.
No tardaron en ponerle remedio al asunto con la complicidad de un público que con el paso del tiempo fue entrando en calor cantando y palmeando al compás de canciones como una reinventada «Involución» o la ya clásica «Vivo de Rodillas», una de las composiciones que ya han cumplido un lustro. Quizás Rober no podía rockear con la intensidad que nos tiene acostumbrados sentando en su silla acústica en mano, pero por contra podía interactuar con sus jóvenes fans de una forma distinta y es que, en ocasiones, dicen que no hay mal que por bien no venga, ¿no?
No faltó la debutante «Somos Aire», que sirvió de antesala para la pieza con la que se dieran a conocer hace ya un puñado de años cuando comenzó su historia, «Seis», a la que el nuevo formato le dio un nuevo aura musical. La buena sintonía entre el cuarteto seguía dando muestras de que sigue intacto, por mucha pandemia mundial que haya habido por medio, y Pol a la batería y Pablo al bajo complementaban y se complementaban a la perfección el engranaje perfecto de Megara. Así llegó el turno de «Arrástrame al Infierno», con Kenzy provocando la carrera de las fotógrafos cada vez que descendía su eje de gravedad o que, simplemente, lo hacía desaparecer, en busca de la instantánea de la noche. Y siendo sinceros, les regaló unas cuantas.
Avanzaba la velada y pasado el ecuador de la misma llegó la hora de sumergirse en el tramo más emotivo a lomos de la preciosa «Alas», la versión en nuestro idioma de la célebre «Wings» de Birdy que han hecho tan suya. Una de las sorpresas de la cita la firmó un pequeño tributo a Mecano con una cálida «Mujer Contra Mujer» en la que Kenzy y Rober se quedaron solos en el escenario para, de paso, reivindicar algo siempre tan necesario pero cada día un poco más como lo es el colectivo LGTBI, y es que, desgraciadamente, los impotentes y tristes sucesos no paran de repetirse y formar parte de la crónica más negra de este país.
Volvió la formación al completo para interpretar otra de sus más recientes composiciones, «Almas», cuyo estribillo hizo cantar a buena parte de los suyos, entre los que llamaba la atención encontrar a niños tan jóvenes, brindando uno de los momentos más bonitos de todo el concierto. No faltó alguna canción en inglés y lo hizo a cargo de la muy versionada «Creep» de Radiohead, que también gozó de su momento reivindicativo para alzar la bandera de lo diferente, de lo especial, que al fin y al cabo, es lo que nos define como seres únicos que somos.
Kenzy acabó sentada al frente de la tarima, con una mirada y un rostro visiblemente emocionado, fruto de la intensidad que dejaba atrás, y decidió animar a la audiencia , quizás no demasiado amplia pero siempre entregada, con un regalo en forma de nueva canción. «Ni Contigo ni Sin Ti» sonaba por segunda vez sobre un escenario tras hacer su debut en su ciudad natal, advirtiéndonos de lo que aguarda en su próximo y ya deseado lanzamiento en estudio. Ahora tan solo queda esperar.
Abandonando el país de las maravillas
El fin de fiesta se sentía próximo y «Bienvenido al Desastre» retumbaba en la sala con la ausencia del invitado esperado de la noche, el vocalista Isra Ramos, quien por causas de salud finalmente no pudo acercarse hasta allí. Una mala noticia que no ensombreció a una de las canciones más esperadas y agradecidas por sus seguidores y que tan bien les funciona siempre en sus directos. Pero como despedida que mejor que elegir uno de sus temas más recientes, la pegadiza y potente «Truco o Trato», que fue celebrada como merecía la ocasión y que sirvió de broche final a una hora de actuación que, francamente, supo a poco.
¿Lo mejor de todo? Qué cualquier excusa es buena para poder disfrutar del directo de una banda con el potencial y el talento como el de Megara y que, seguramente pronto, vuelvan con una gira en formato eléctrico para acompañar el lanzamiento de un nuevo disco por lo largo y ancho de la geografía nacional. Ya hace demasiado tiempo que salieron de su particular país de las maravillas y habrá que ver cual es el próximo destino al que les llevará su nueva aventura musical.
Texto: Lluís García | Fotos: Mavi Parra
Promotor:On Fire
Día:2021-07-09
Hora:19:45
Sala:Bóveda
Ciudad:Barcelona
Puntuación:8
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