El stoner de Elder arrasa Madrid
Era el segundo puente consecutivo en la capital. El fin de semana se presentaba gélido y crudo, y la gente lejos de escaparse buscando pasar los días en lugar más cálido o alejados de la civilización donde se encuentran sus rutinas decide pasar los fines de semana de concierto en concierto, como parece estar de moda.
Uno de los conciertos más destacados de este fin de semana fue el de Elder, que a pesar de coincidir con el show de Aborted en la Sala Caracol, consiguieron llenar y poner patas arriba la sala Nazca. Como apoyo a esta gira española, contaron como teloneros con los nacionales Cobra, quienes ofrecieron también una potente dosis de buena música al personal.
Comienza la caña con Cobra
Las bajas temperaturas que recogía el ambiente daban como resultado una escasa fila de personas esperando en la puerta de la sala y un ambiente que se mostraba bastante deshabitado durante los treinta minutos que faltaban para el inicio del show. Nada que ver con lo poblada que lucía la pista para el comienzo de los vascos Cobra, quienes con puntualidad británica saltaban al escenario para interpretar “Red Tops”.
Autodenominados como “thriller rock”, Cobra, imparten siempre una buena dosis de rock n roll con sello propio. Esta vez se presentaban en la capital (también en la ciudad condal) como teloneros de los americanos Elder, a modo de fin de gira de la presentación de su cuarto y más reciente trabajo de estudio “Riffyard”, estrenado hace un par de años; aunque la calidad mostrada reflejaba una actitud digna de unos cabeza de cartel. Con tal despliegue de medios, la gente debería de haberse vuelto loca, pero exceptuando algún fan de las primeras filas que se dejaba el alma en cada canción, el personal se mantuvo bastante sereno, ocupando la parte trasera de la sala; incluso tras la petición del cantante Lete de adelantarse.
Lejos de amedrentarse, la actitud de la banda iba in crescendo, en especial la del citado vocalista, que saltaba sin parar de un lado a otro de la tarima. Los temas de “Riffyard” como “’70 Challenger”, “Round Zero”, “Night Call” o “Come On Now”, iban dando forma a un concierto de sobresaliente. “Life’s Too Short to Drive Slowly” de su primer disco “The Strong Arm of Rock N’ Roll”, editado en 2007, ponía el broche de oro a una actuación que rozó la hora de duración.
Sumergidos en un profundo abismo de distorsionada psicodelia
Tras un largo rato para la aclimatación del escenario, sumado a una previa prueba de sonido, comenzaba, pasados unos minutos de la hora prevista, el show de los americanos Elder.
Hacía apenas unos meses desde que los provenientes de Boston pisaran la capital, pues allá por el mes de mayo se encargaron de encabezar el Kristonfest, compartiendo escenario con bandas como Church of Misery, Conan, Monster Magnet o High on Fire en la sala la Riviera, pero al público madrileño no es que pareciera importarle mucho, sino todo lo contrario, pues la sala Nazca se veía llena hasta la bandera para recibir de nuevo a Elder.
La agrupación bostoniana aterrizaba en nuestro país con el pretexto de presentar (de nuevo) a su público el último trabajo de estudio que tienen en el mercado, “Reflections of a Floating World”. Éste, que salió del horno el año pasado, eleva a cuatro los álbumes de estudio de la banda. Aunque Elder no cuente con una extensa colección de discos, la calidad concentrada tanto en cada uno de sus redondos, como en directo les lleva a ser una de las bandas más activa y querida en lo que al stoner rock se refiere.
Era la canción que da nombre a su disco “Dead Roots Stirring” (2011) la encargada de dar el pistoletazo de salida. Esta pieza, de doce minutos de duración, encendía la mecha y la euforia de los cientos de personas congregadas en la sala. La distorsión, propia y característica de la banda, retumbaba a través de los amplificadores (en ocasiones con sonido demasiado elevado) creando una atmósfera cargada de sentimiento que solo ellos son capaces de hacer.
Hubo que esperar unos cuatro minutos, preludio instrumental que inicia esta canción, para poder escuchar las primeras notas que emergían de la garganta de su cantante y guitarrista Nick DiSalvo. Éste ocupaba la parte más a la derecha del escenario, algo bastante inusual tratándose de un líder de una banda, pues siempre suelen ser ellos quienes ocupan las posiciones centrales en el escenario. En ese lugar se encontraba el bajista Jack Donovan, que debido su privilegiado lugar acaparaba casi todas las miradas del público. Tras él hacía sonar los platos el batería Matt Couto. Completando el cuarteto, en el que ahora se mantiene la banda durante las giras, se encontraba Michael Risberg, mayormente en las labores de guitarrista pero también en ocasiones haciendo de teclista.
Pasado el primer cuarto del concierto llegaba el combo formado por “Sanctuary” y “Staving Off Truth”, provenientes de su recién “Reflections of a Floating World”. Tenía la esperanza de poder escuchar con mayor claridad la voz de Nick a medida que avanzase el concierto, pero su micrófono se encontraba especialmente bajo en cuanto a volumen, perdiéndose las líneas de voz por debajo de las melodías de las guitarras y el bajo.
“Compendium” de “Lore” marcaba la línea del ecuador en el show, que había llegado casi en un abrir y cerrar de ojos, dejando paso a la totalmente instrumental “III”. Es complicado encasillar a Elder en un solo estilo, pues no solo de stoner distorsionado se compone su música. Sus melodías, que ondulan también entre el doom y la psicodelia crean un estilo bastante particular. Éstas llevadas al directo son capaces de hacer que te adentres en su mundo particular, pues la pasión que pone cada miembro de la banda al interpretar cada acorde no la ponen todos los músicos. Esta situación podría haber sido potenciada de haber cumplido los focos de luces de la sala Nazca su función, una pena que no fuese así.
La pareja formada por “Thousand Hands” y “The Falling Veil” , también de su recién estrenado disco, marcaban el acelerado final de una brillante actuación debido a la falta de tiempo. Elder hizo vibrar a la sala y supo dejar a su público un buen sabor de boca. Fue una muy buena ocasión para disfrutar de su característica música, pues puede que la banda se sumerja en un estado de hibernación que se extenderá al menos durante los próximos dos años.
Texto y fotos: Tamara Ruiz
Promotor:Bring The Noise/Route Resurrection
Día:2018-11-09
Hora:20:30
Sala:Nazca
Ciudad:Madrid
Teloneros:Cobra
Puntuación:8
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