Destripando la Historia: el triunfo de una experiencia diferente
Pocas veces ocurre que un fenómeno de Internet no solo salte al mundo del espectáculo en vivo con solvencia, sino que lo haga elevando su producto y atrayendo a uno de los públicos más variopintos que uno puede encontrarse
Con conciertos que ya han cruzado el Atlántico, la traducción a una experiencia en vivo del proyecto de Pascu y Rodri, demostró en Barcelona que son una experiencia en vivo que debe tenerse en cuenta.
Una experiencia para todo el mundo
Muchos podrían pensar que una propuesta como la de Destripando La Historia a priori no tiene cabida en un medio especializado sobre metal. Aún así, habrá otros muchos que no se sorprenderán en absoluto, que de hecho muy probablemente estarían dispuestos a asistir un día a un concierto de Rhapsody un día y al siguiente ir a uno de Destripando La Historia.
La respuesta es sencilla. Nos encontramos ante un fenómeno generacional que acapara a más de un nicho dentro del mundo del entretenimiento. El metalero promedio ha cambiado mucho, y desde hace ya más de una década, el aficionado del metal tiende a codearse no solo con otros melenudos, sino que suele tener un interés más amplio y muy relacionado con lo que suele conocerse como el mundillo friki.
Con esto en mente, es fácil entender al variopinto público que pululaba por el Teatro Barts, desde varios metaleros con sus camisetas de Iron Maiden o Powerwolf, pasando por perfiles más nerd que llegaban incluso al cosplay, hasta familias felices que iban para acompñar a sus hijos. Hoy en día es cada vez más extraño ver cómo todos estos mundos conviven, acostumbrados como estamos en encasillar todos los géneros con una subcultura y todos los peinados con un posicionamiento vital.
En la primera noche de show de las dos en las que tuvieron en la ciudad condal, la banda llevó a cabo un repertorio entre la hora y hora y media que satisfizo a los presentes y les hizo cantar y bailar (aunque no con la mayor efusión del mundo y con la ausencia, por la duración de su set, de temas como el de Batman o Thanos). La segunda noche, que tuvo un sold out tan rotundo como la primera, solo vino a confirmar que pocos artistas en España pueden llenar sin contemplaciones un Teatro Barts como el que poblaron Destripando La Historia, y que pese a que su estilo sea difícilmente clasificable por su amplia variedad musical, en The Metal Circus tiene cabida -de sobra- un espectáculo como el que organizan Pascu y Rodri.
Como si siempre hubieran querido dar conciertos
No deja de ser curioso que todo el concepto detrás de Destripando La Historia surgiera de un aventurado experimento entre Rodrigo Septién y Álvaro Pascual, en el que el primero escribía la música y el segundo creaba los dibujos. Lo que podría haberse convertido en únicamente otro famoso canal de youtube ha terminado por convertirse en toda una bestia que colecciona éxitos musicales allá por donde pasa.
Ya desde las primeras notas de “Hermes”, se les notó radiantes con una energía positiva que ya blandirían el resto de la noche, metiéndose en el bolsillo a un público que se entregó en cuerpo y alma desde el minuto 1. La propuesta musical en si no deja de ser curiosa. Pascu ejerce de frontman con la solvencia del que siempre ha hecho de cantante en un grupo, mientras que Rodri aparte de cantar toca el piano. Al dúo les acompaña casi toda una orquestra: un teclado, una guitarra, un bajo, una batería, tres cuerdas y tres vientos.
Al principio toda esta puesta en escena podría llegar a parecer innecesaria, pero como quedó de manifiesto cuándo encaran “Hestia”, Destripando La Historia debían abordar estilos muy distintos entre sí, y ante este problema tomaron la valiente decisión de traer todos los elementos que fueran necesarios para asegurarse de que las canciones no solo sonaran en todo su esplendor; sino que por momentos su ejecución sonara mejor que en el estudio.
“Hércules” les sirvió para encarar un tema que además tenía la dificultad de tener secciones narradas, momento en el que de nuevo, lograron mimetizar los diálogos con el ritmo musical de la orquestra. “La Sirenita” supone el inicio de el momento Disney del espectáculo, porqué aunque hayan alcanzado niveles de fama dignos de estrellas del rock gracias a las mitología griega, no hay que olvidar que todo comenzó desgranando a los clásicos de animación de nuestra infancia.
Independientemente de la era que interpetaran, el público no dejaba de estar totalmente entregado. No deja de resultar curioso, porqué la mayoría de bandas de metal que nos gustan no dejan de decir lo intenso y enérgico que es el público español, por lo que resulta fácil olvidar de lo que es capaz un público que de base se entrega si le traes un producto de casa.
El resultado fue que los gritos, los saltos y las palmas fueron una constante durante los 85 minutos de actuación, y en varios momentos su rugido llegó a tapar a los propios músicos. Cuándo se dice que Destripando La Historia son un fenómeno, no se tratan de palabras vacías. Existe un vinculo emocional muy fuerte con canciones como “Mulan” o “Iron Man”, que aunque exploran estilos musicales muy variados, y no aflojan ni por un instante la intensidad de la experiencia.
En los momentos más veloces de “Blancanieves” no me costó nada imaginarme un pogo, mientras que en otros más tranquilos como “Spiderman” me cuadraba más el ambiente tranquilo y familiar que muchos padres esperaban encontrarse. “Afrodita” y su ritmo alegre y bailarín fue una de las canciones mejor recibidas por un público que si al final es tan grande es por el triunfo de los cortes sobre los olímpicos, sirviendo como un clímax perfecto que precedió a un pequeño interludio instrumental.
Pese a que la banda estuvo fresca toda la noche, la banda se encontraba actuando por segunda noche consecutiva, lo que es especialmente duro para la voz de Pascu. Artículo a parte se merecería, dicho sea de paso, pues no hay que olvidar que empezó vinculado como un dibujante que cantaba para vídeos de Internet. El que lo viera sobre el escenario, bien podría haber jurado que llevaba toda su vida preparándose para estar sobre un escenario, ya no solo por su ejecución vocal; sino por su increíble carisma y química con el público desde su papel de frontman.
Llegados a este punto del concierto, el resto de temas sobre los dioses olímpicos se fueron sucediendo uno tras otro, comenzando con la épica animosidad de “Ares” y pasando por el momento obligatorio de hacer luces con el móvil de “Deméter”. La banda aprovechó para ir con todo en lo que a entrega se refiere, gozando de un sonido y una producción que elevaron unos temas queridos por hasta la última alma de la sala de conciertos.
Pese a todo, ninguna canción fue recibida con el mismo clamor que “Zeus”, que en unos años ha pasado de ser un bombazo viral a una experiencia musical en vivo que es tan electrizante como divertida En la sala se pudo ver de todo, desde amigos saltando al unísono hasta parejitas tanto de enamorados como de padres haciéndose un ovillo y cantando los coros. Como ya he dicho, se culminó una experiencia para todo el mundo.
“Era” y “Hades” fueron los últimos temas sobre dioses griegos justo antes de los bises, que en contraste fueron protagonizados por los de los dioses nórdicos, que muy oportunamente son los más metaleros que tienen en su haber. Mención especial se merece “Odín”, que aunque pocos lo sepan, en 2020 fue la canción de power metal en español con más reproducciones en YouTube.
El dúo final lo compusieron un “Thor” que sonó mucho más cañera en directo y un “Loki” que había sido pedido a gritos por el público durante el falso final. En estos últimos compases del espectáculo, en los ojos de los músicos podía notarse esa satisfacción y sorpresa de un conjunto que realmente lleva poco en la carretera, pero que a base de enloquecer a tales niveles en a la audiencia, se está ganando un sitio como una experiencia musical muy relevante.
Destripando La Historia no es en absoluto tu típico concierto de metal, pero tampoco lo intenta. Sin embargo si que ofrecen una noche llena de canciones que ya son himnos, y en el que tanto la fuerza con la que se encaran las letras como la energía con la que se viven algunas secciones, no distan tanto de las experiencias que tanto nos gustan en géneros algo más extremos. Al final no somos tan distintos y a todos nos puede unir la música.
Texto: Marc Fernández y María Salgado | Fotos: Elena Marco y Dani Bueno
Promotor:Live Nation
Día:2022-03-20
Hora:20:30
Sala:Teatro Barts
Ciudad:Barcelona
Puntuación:8
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