Annihilator: thrash para resucitar difuntos en Madrid
El mes de noviembre se presenta cargado de conciertos. El primero, coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, tomaba forma con Annihilator como cabeza de cartel.
Este evento era uno de los más destacados debido a la cancelación de la gira que estaba programada para noviembre de 2018. El motivo fue el fallecimiento de Randy Rampage, vocalista que grabó el disco ‘Alice In Hell’, y a quién la banda pretendía invitar debido a la celebración de su 30 aniversario. España contaría con cuatro fechas, siendo la capital la segunda de ellas tras su actuación el día anterior en Bilbao y los posteriores conciertos de Valencia y Barcelona.
Aunque la fecha elegida era propensa para una asistencia masiva al evento debido al puente, la masificación de conciertos jugó en contra de Annihilator en esta ocasión. Para la apertura de puertas tan solo unas decenas de personas poblaban la pista a la espera de que, una hora más tarde los teloneros hicieran acto de presencia.
Originalidad, poca
Para esta ocasión serían sus compatriotas Archer Nation los encargados de romper el hielo. Este power trío, aunque desconocido para la gran mayoría del público madrileño, lleva en pie nada menos que una década fabricando thrash a la antigua usanza. El grupo canadiense salió con todo su arsenal al escenario de la sala Mon, pero sus esfuerzos no consiguieron levantar los ánimos del respetable.
Venían presentando su nuevo trabajo ‘Beneath The Dream’, del que sonaron cortes como «Not My Own», «Severed» o «I Am The Down». Si bien su material no anda exento de calidad lo hace de personalidad, pues pocas cosas hay peor en una banda joven que el no ofrecer muestras de un sonido propio. Difícil destacar entre la gran marea de bandas cuando tu música recuerda constantemente a agrupaciones. El sonido tampoco jugó a su favor. El hecho de tener que colocar la batería al mismo nivel que bajo y guitarra dio como resultado una bola de sonido enmarañada donde costaba diferenciar los distintos elementos. El factor positivo fue la actitud de la banda, impecable en todo momento. De la mano de su vocalista Dylan Rose, la banda californiana se mantuvo en continuo contacto con el público.
Jeff Waters, una apuesta segura
Pese a que Annihilator no ha conseguido ser una de esas bandas de thrash que llenan grandes recintos, la banda de Jeff Waters siempre ha sido un valor seguro sobre los escenarios para los amantes del género. Los canadienses ofrecen allá por donde pasan una lección de calidad y contundencia. El frontman de la banda está atravesando uno de los mejores momentos de su carrera.
Disfruta sobre el escenario y sabe transmitir las buenas sensaciones a sus seguidores, llegando incluso a chocar el puño a todo aquel que encuentra en primera línea de batalla. En esta gira, Waters comparecía como único vocalista de la banda, siendo acompañado por el guitarrista Aaron Homma, el bajista Rich Hinks y el joven batería Fabio Alessandrini. Un cuarteto que está demostrando su buen funcionamiento después de los enésimos cambios de formación que ha sufrido el grupo.
Inusualmente, “Betrayed”, un tema de los que ha pasado más desapercibidos en su carrera, daba el pistoletazo de salida. Segundos más tarde llegaban dos de los hits más importantes en la historia del grupo: “King Of The Kill” y “No Way Out”. Una pena que la guitarra de Aaron sonase demasiado baja, quitando bastante poderío a estos dos grandes tracks. La reciente “One To Kill” y la aclamada “Set the World On Fire” conducían al respetable de lleno a “Ultraparanoia”, que terminaba de encender la mecha por completo y desatar los mosh pits en la pista.
Largas presentaciones, saludos y bromas, marcaban los descansos entre temas, y es que aunque por muy solvente que se mostrase el frontman durante todo el concierto, le eran necesarios algún que otro respiro. A pesar de su intermitencia como cantante de la banda no echamos en falta a los vocalistas originales en ningún momento. Ni siquiera en cortes de difícil interpretación como “The Trend”.
El histerismo iba in crescendo con temas como “Schizos (Are Never Alone)”- partes I & II- o “Knight Jumps Queen” dedicada a todas las mujeres de la sala. “Twisted Lobotomy” hizo lo propio y sin más dilación llegó la “Tricks And Traps” del ‘Remains’ del ’97. La hora y media de set programada dio para dar un gran repaso a gran parte de la discografía del grupo. Asimismo se aprovechó la ocasión para presentar un tema nuevo, “Psycho Ward”, que formará parte del nuevo trabajo de estudio de los canadienses. Éste verá la luz en enero del próximo año bajo el título de ‘Ballistic, Sadistic’.
El primer grueso del concierto culminaría de forma sublime con “Phantasmagoria”, etiquetada por el propio Waters como su tema favorito en los directos. Los bises cayeron de forma muy apetecible. A modo de homenaje al ya citado Randy Rampage, fueron interpretadas del álbum ‘Alice In Hell’: “Burns Like A Buzzsaw Blade”, “W.T.Y.D.”; y como no podía ser de otra manera “Alison Hell”.
Antes de marcharse, Jeff Waters anunció a sus incondicionales que el próximo año estarían de vuelta para la interpretación íntegra el citado álbum por su 30 cumpleaños. Si hay que sacar alguna pega, son los grandes y numerosos descansos que acontecen tanto para hablar como para cambios. Y es que los miembros de Annihilator cambian instrumentos que David Beckham de calzoncillos. Por lo demás los seguidores de Annihilator salieron más que satisfechos de este concierto.
Texto: Tamara Ruiz | Fotos: Daniel Cruz
Promotor:Madness Live
Día:2019-11-01
Hora:19:00
Sala:Mon
Ciudad:Madrid
Teloneros:Archer Nation
Puntuación:8
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