Los padres del death rock CHRISTIAN DEATH nos visitaban en el marco de su “American Inquisition Tour” para presentarnos su última obra de estudio, acompañados por unos invitados de excepción que, al menos para quién aquí suscribe, se erigían como la golosina que daba color (o lo privaba de él) a la velada: AVA INFERI, la banda del guitarrista de MAYHEM Blasphemer, quien se rodeó en su día de varios músicos portugueses, entre ellos la cantante Carmen Susana Simões (la cual ha trabajado en el pasado con MOONSPELL) para dar a luz un proyecto de gothic/doom de lo más notable.

AVA INFERI, Impecables (8/10)

Ante un público escaso y que parecía desconocer casi en su totalidad la propuesta de estos AVA INFERI, Blasphemer y los suyos se encargaron de impartir unas cuantas lecciones de clase. Con una puesta en escena sobria y enormemente profesional, la banda nos deleitó con los mejores temas de sus dos discos editados hasta la fecha. Temas cambiantes y de interesante desarrollo pero en su mayoría apesadumbrados y de claras bases doom; pasajes lentos embellecidos por la sorprendente voz de Carmen descubrieron a unos cuantos que la banda que nos ocupa no tiene nada que envidiar a otras de estilo parejo como DRACONIAN, siendo cortes como “Wings of Emptiness” o “Viola” aplaudidos sinceramente por el escaso público. Punto y a parte merece el sonido, que resultó notable, siendo este sin lugar a dudas el concierto que mejor sonorizado ha estado de todos cuantos he podido ver hasta ahora en la sala KGB, la cual no destaca precisamente por una impecable acústica. La formación finalizó su show con “Pulse of the Earth”, habiendo disfrutado prácticamente de tanto tiempo en escena como los cabezas de cartel. Toda una suerte de impuro doom con el que nos agasajaron, por lo cual no nos los perderemos en su próxima actuación en el Hellfest francés.

CHRISTIAN DEATH, Descalabro absoluto (3/10)

Los actuales CHRISTIAN DEATH tienen totalmente divididos a sus fans. Por un lado, tenemos a los seguidores del grupo de toda la vida que a día de hoy todavía rinden pleitesía al malogrado Rozz Williams (para el que no sepa de qué va la cosa, hablamos del carismático vocalista de la banda que se suicidó hace 10 años) y reniegan de la nueva etapa liderada por Valor. Por otra parte, tenemos a nuevos fans y a seguidores que también han sabido saborear las cualidades de estos nuevos CHRISTIAN DEATH. Y, por último, nos encontramos también dando conciertos a CHRISTIAN DEATH 1334, con parte de la formación más antigua de la banda reunida y pasando olímpicamente de las actividades que se trae entre manos Valor. Muchos opinan que el originario death rock ideado por Rozz ha sido ofuscado por un talante más místico y retorcido a día de hoy, y si bien puede que no les falte razón, no se puede negar que los últimos discos de la banda, sin ser para nada redondos, poseen su encanto.

No los veía desde que hace un puñado de años telonearan a CRADLE OF FILTH cuando estos últimos venían a presentar su “Midian” y lo cierto es que en aquella ocasión me dejaron muy grata impresión, con un directo lleno de fuerza y de artificios escénicos sencillos pero agradecidos. En cambio, esta noche, todo se volvió en contra de la banda originando una amalgama de despropósitos. La formación fue retenida en Francia por la policía, siendo sometidos a un registro, lo cual sumado al retraso que ya llevaban de por sí, provocó que cuando los teloneros habían finalizado ya su show ellos todavía no se encontraran en la sala. Más de una hora estuvimos esperando, reinando a lo largo de la misma la incertidumbre. La banda llegó, tarde pero llegó, finalizando así con el nerviosismo del promotor y precipitando el inicio del concierto sin detenerse en pruebas de sonido o preparativo alguno, lo cuál tratándose de la sala KGB suponía jugársela y mucho (tampoco había muchas otras opciones, pues se trataba de adaptarse a los horarios de la sala). Puesto que ya eran las 23 horas, la banda prefirió no sonorizar violín, ni guitarras acústicas, ni teclados, por lo cual Andy, teclista de apoyo, ni tan siquiera saltó a escena, lo cuál suponemos mutiló de entrada ya el encanto que pudiera tener el show ni aunque fuera a nivel visual. Pero la cosa no quedó ahí. Si bien Valor ya subió al escenario incómodo y nervioso por las prisas, a medida que avanzaba la noche se fue cabreando más y más. Durante los primeros temas, el sonido de su guitarra resultaba desastroso, por lo cual en más de una ocasión, y viendo que el técnico no solucionaba gran cosa a pesar de sus continuadas indicaciones, se resignó a dejarla apartada durante largos períodos de tiempo. Cuando no cantaba, intentaba cambiar jacks y poner un poco de orden entre tanto percal, hecho que provocó que durante la mitad del show sus voces sonaran erráticas y en varios momentos fuera de tono al estar pendiente de otros menesteres, agradeciendo todos los momentos en los que la bajista y vocalista Maitri, la cuál miraba a menudo preocupada a Valor, pasaba a un primer plano, oportunidad que aprovechaba para mostrar su madera de frontwoman y su gran presencia escénica, tal y como quedó demostrado en “Zodiac (He Is Still Out There…)“, del “Born Again Anti – Christian”, uno de los temas de la última etapa que mejor sonó, gracias a la gran potencia vocal de la que fue dotado.

El momento en el que Valor pareció perder del todo los nervios fue cuando, intentando que su guitarra sonara definitivamente bien, todo se fue de nuevo al garete y visiblemente enfadado prácticamente tiró la guitarra al suelo tras de sí, centrándose únicamente en las voces y dejando el peso de los acordes en el guitarra de sesión, que permaneció siempre en un discretísimo segundo plano. De su última edición de estudio sonaron sus temas más notables, “Stop Bleeding on Me”,”Narcissus Metamorphosis Of” y “To Disappear”, que si bien esperábamos fueran interpretadas con el sonido algo decadente propio de la banda, a la hora de la verdad quedaron demasiado deslucidas y a duras penas hicieron justicia a las originales. Durante la segunda mitad del show, la cosa mejoró un poco y se pudo disfrutar de algunos de los cortes más emblemáticos de la banda pertenecientes a la época de Rozz, entre los que se podrían destacar “This Glass House” (del “Decomposition of Violets”) o “This Is Eresy” (del “Sex, Drugs & Jesús Christ”), durante los cuales se pudo ver a parte del público asistente animarse un poco más. El show finalizó con la ya típica estampa de Valor intentando escalar los laterales del escenario en dirección a la PA pero esta vez de forma desganada, triste y forzada, intentando salvar la papeleta y haciendo ver que nada había pasado. Si algo estaba claro, es que no iban a volver a salir a hacer bises, y no precisamente por la duración del show, que fue de unos 40 minutos, sino por el mosqueo que debían llevar todos encima. Supongo que un buen puñado de temas se quedó fuera por el cúmulo de razones que ya he ido comentando, sin embargo el set list finalmente quedó bastante equilibrado entre las distintas etapas de la banda.

La verdad es que no soy anti-Valor ni nada parecido, es más, sé apreciar los últimos trabajos de la banda como el que más. Sin embargo, esta no fue la noche de CHRISTIAN DEATH, por mucho que la culpa pueda atribuirse en gran parte a factores externos. Esperemos poder verlos pronto en mejores condiciones y, a poder ser, con algo más de asistencia de público.

Texto y Fotos: Penumbra (penumbra@themetalcircus.com)

Promotor:Sturm Promotions

Asistentes:100

Día:01/02/2008

Sala:Sala KGB

Ciudad:Barcelona

Puntuación:4