Nueva visita de los Barones a tierras catalanas, esta vez en Hospitalet, en
la ya casi mítica Salamandra, donde en los últimos tiempos está sirviendo
para que bastantes bandas de rock sacien su hambre de directo.

Seguramente poca gente o ninguna de la congregada
el pasado viernes no habrá visto ya a Barón Rojo en vivo, una banda que a día
de hoy vive exclusivamente de sus conciertos, matizo, de sus notables conciertos,
porque desde luego por mucho que pasen los años al nivel de sus shows, instrumentalmente
hablando, poca objeción se le puede sacar, luego hablamos más detalladamente
sobre esto.

Con una sala a poco de llenar y con tres generaciones
en el público, los hermanos de Castro junto a Ángel Arias al bajo y la recién
incorporación a la batería del maestro José Martos, salieron a escena a las
diez y media de la noche para ofrecernos una descarga de cerca de dos horas
y media sin apenas un segundo de respiro. Con un sonido más que aceptable y
un público muy entregado en su mayoría, fueron pariendo temas clásicos y no
tan clásicos en su versión en vivo, así fueron cayendo temas como El Pobre,
Hermano del Rock N Roll, Los Desertores del Rock, Te espero en el Infierno
o Incomunicación en la primera fase de la noche.

Nadie duda de la eficacia de Barón en cuanto a
ejecución sobre un escenario, como decía, musicalmente casi perfectos, sabiendo
transmitir lo que ellos quieren, sabiendo dar a la gente lo que pide y sobretodo,
aunque parezca mentira, dejando ver que a ellos “este rollo” les sigue gustando
como el primer día, y que nacieron para sobrevivir sobre un escenario. Esto
se puede leer en cada acorde que disparan…. Pero amigos, no existe la perfección,
y mucho menos en este país, y a Barón les sigue fallando algo, si… exactamente,
ya lo sabéis, les falta una VOZ, y creedme que para nada reivindico a Sherpa,
que viendo lo que hay es mejor que Sherpa siga su propio camino, aquí nadie
necesita una reunión, y menos si esta significa que tengan que dejarlo definitivamente,
y yo al menos aun le doy vida a los Barones actuales. Pero no quita que el
punto negativo, y muy negativo me gustaría recalcar, es que a los Barones les
falta un frontman, un líder, un tío que sepa cantar, que desprenda esa mala
leche que los de Castro saben transmitir con sus guitarras pero no con la voz,
un cantante que afiance a la banda. Carlos de Castro por más que quiera o lo
intente no llega, no interpreta  y no lidera y deberían de buscar a alguien,
aunque a estas alturas suene a pura utopía.

Volviendo a los temas que sonaron, querría resaltar
el tema Cueste lo que Cueste, que por derecho propio se ha convertido en el último
gran clásico de la banda, merecidamente y demostrando que cuando quieren lo
pueden hacer. Espero que algún día no muy lejano (tiempo les ha sobrado) nos
sorprendan con un disco digno de sus inicios. Hasta que llegue ese momento
nos conformaremos con Resistiré, Son como hormigas, Las flores del mal, Breakthoven,
Siempre estás allí, Hijos de Caín y tantos y tantos clásicos de nuestro rollo.

Texto: Marruan Anaboussi / Fotos: Sergi Ramos

Datos:Salamandra
Hospitalet de Llobregat
Público: N.D.
Promotor: Salamandra

Día:24/03/2006

Puntuación:7