UDO
En este mundo del heavy metal, que en la actualidad parece alimentarse de
viejas reuniones y giras dedicadas exclusivamente a lograr unos beneficios
insultantes a costa de los fieles seguidores, siempre es agradable recibir
a un trabajador nato en esto de la música como lo es Udo Dirkschneider.
A
pesar de la reciente aparición de Accept en algunos festivales durante
este
verano, que ha servido para saciar la nostalgia de miles de fans, a nadie se
le escapa que ha sido sólo un breve espejismo que tal vez no vuelva
a
repetirse jamás. El bueno de Udo suma y sigue, y tras un total de 10
trabajos con su banda en solitario, es evidente que es ésta su preferencia
absoluta. Y no son sólo palabras o declaraciones; el propio set list
del
concierto era la más sincera proclamación de este hecho.
El vocalista alemán se presentaba de nuevo de gira por nuestro país
para
presentar su último disco, »Mission No. X», que ha sorprendido muy
positivamente a quienes creían que, tras la breve reunión de
Accept, este
disco era demasiado precipitado. Ni mucho menos. Se trata de un disco
directo, poderoso, como casi todos los que hace este hombre, por suerte
demasiado acostumbrado a no defraudar a sus seguidores.
La valenciana sala Reppublica
abría sus puertas para recibir a un público
más o menos numeroso, en un número de unas 400 personas. Si bien
es cierto
que, haciendo justicia al grupo, la cifra debería haber sido mayor,
también
es cierto que la situación del heavy metal en Valencia atraviesa una
crisis
realmente profunda. En este momento no es factible que UDO pueda tocar en
la
sala principal -a menos que fuera fecha única de la gira española-
y la
banda tuvo que conformarse con la segunda sala, de una capacidad muy
inferior. Tal vez la inclusión en el cartel de un telonero local habría
logrado atraer a más seguidores a la sala. De todos modos, no es motivo
suficiente para amilanar a una banda del nivel de UDO.
La banda apareció sobre el estrecho escenario de la Republicca 2 con
puntualidad, apenas pasados cinco minutos de las diez de la noche, y listos
para iniciar un recital formado básicamente por las canciones de UDO,
con
preeminencia sobre los viejos temas de Accept. Aunque a priori esto debería
haber sido una rémora para su actuación, el show resultó muy
superior al de
giras anteriores. Flanqueando a Udo en los costados, aparecían Stefan
Kaufmann e Igor Gianola a las guitarras y Fitty Wienhold con el bajo. Tras
ellos, en la batería, Francesco Jovino, un nuevo miembro que demostró
haberse adaptado perfectamente al grupo.
‘Mission No. X» nos introducía en el show, y servía como presentación
perfecta del nuevo álbum. Siguieron a continuación con otro nuevo
tema,
»24/7». Desde un principio quedó en evidencia que UDO se encuentra
en un
momento de forma genial, como la banda que le acompaña. Sólo
Kauffman
muestra una actitud más estática y reservada, aunque es su rol
habitual en
los conciertos. La voz del teutón sigue siendo tan corrosiva y afilada
como
siempre, y mientras recorre las letras de los temas de su último trabajo,
el
público empieza a mostrar las ganas que tenía de verle. No tocaba
en
Valencia desde aquel Metalmanía Session del año 2004, y en aquella
ocasión
apenas pudieron ser 45 minutos, muy poco tiempo para disfrutar realmente
de
este grupo.
Continuando con el repaso de su carrera en solitario, los siguientes temas
en ser desgranados fueron ‘Independence day’, ‘Trip to nowhere’ y »The
bullet and the bomb». El público ya está completamente caliente,
y muchos
creen que pronto empezarán los temas de Accept. Se equivocan, pero no
por
ello es menor la pasión de grupo y público. UDO ya no requiere
de los temas
de Accept para realizar conciertos espectaculares o para lograr la respuesta
del público. Y una vez más, mira hacia el nuevo álbum
para ejecutar
»Meanstreet», durante la cual Udo aparece con un traje de monje. Es cuanto
menos curioso ver a un monje de un metro y medio con guantes de cuero que
se
flagela mientras canta heavy metal.
El concierto ha llegado a la mitad aproximadamente, y de Accept aún
no se ha
oído nada, pero tampoco se echa de menos. Prosigue la actuación
con uno de
sus grandes himnos, ‘Heart of gold’, de las más celebradas por la audiencia.
Tras ella, las recientes ‘Blind eyes’ y ‘Cry soldier cry’ de sus dos últimos
trabajos. Y ahora sí, al fin, suenan los acordes iniciales de ‘Princess
of
the dawn’. Casi al instante la gente enloquece, salta, grita, y el grupo
da
lo mejor de sí mismo, aportando una energía y vitalidad loables
en una banda
de su veteranía. Un solo de batería por parte de Francesco Jovino
detiene la
locura, aunque logra no resultar tedioso en ningún momento.
En lo que quedaba de concierto, los himnos se iban a apoderar de la sala.
Primero los de UDO, que sonaron increíbles bajo el amparo de un público
que
respondió magníficamente en todo momento. »They want war» y
»Animal
house» fueron los temas elegidos en este ocasión, precediendo a ‘Man
and
machine’, en la que Udo se disfraza de forma un tanto chapucera en esa
mezcla entre hombre y robot. Alguno se podría preguntar si dentro de
algunos
años le hará falta sobreactuar para moverse así jajaja.
Un salvaje ‘Mad for
cry’ puso fin a la primera parte del show, dejando a todos los presentes
a
la espera de los bises.
Algunos instantes más tarde de retirarse, los alemanes reaparecen
para poner
punto y final a una actuación que iba a alargarse durante dos horas
aproximadamente, toda una sobredosis
metálica en comparación con su más reciente actuación
en Valencia. ‘Holy’
abrió la tanda de bises, y cerró la de temas de UDO. A continuación,
en
medio del frenesí lógico, tocaron los hiperclásicos ‘Metal
Heart’, ‘Balls to
the wall’ una contundente ‘Burning’ y la inevitable ‘Fast as a shark’, con
la que se despidieron brutalmente del público hasta la próxima
ocasión.
¿Quién quiere a Accept o a grupos teloneros teniendo a UDO en estado
de
gracia?
Texto: Alex Urbán / Fotos: Sergi Ramos (Barcelona)
Datos:Republicca 2
Valencia
Público: N.D.
Promotor: Matarile
Día:03/02/2006
Puntuación:9
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