No fallan. De verdad que hay pocas bandas de las que sepas de antemano que lo que van a ofrecer conectará de forma inmediata con la gente agolpada en la arena. Es indiferente si les conoces o los desconoces y poco importa si son cabezas de cartel o teloneros de los teloneros, lo que ofrecen engancha y a buen seguro que la risa, que no sonrisa, estará presente constantemente.

Bernard Weiss, genio y figura y principal artífice de la calidad, musical y humana del grupo. Si a Kai Hansen ya se le ve poco alemán y destaca por su simpatía Weiss va mucho más allá y ofrece un show extramusical, dominando como pocos la expresividad gestual y siendo capaz de conectar incluso con gente que apenas tiene noción alguna de inglés.

Vayamos por partes y disculpémonos ante Rain, muy buena banda catalana con un cantante de grandes maneras y voz, que llevan tiempo peleando y ofreciendo buenos conciertos. No pude estar en su concierto pero por lo oído entre la gente convencieron y cumplieron bien su papel. Una lástima para mi pues había ganas de volverlos a ver sobre las tablas.

Axxis ofrecieron un sensacional concierto en el pasado Wacken y las críticas vertidas sobre la actual gira eran notables. Las expectativas fueron cumplidas ámpliamente pues son una banda que es más fácil verla en festivales y de telonera que en shows completos. ¿El hándicap? Pues sencillamente que el recortado set deja fuera a muchas joyas imprescindibles que, esta vez si cayeron.

La intro de su nuevo disco abre la velada y es “Doom of Destiny” la encargada de encender la mecha. Destaca de entrada el peinado de Marco Wriedt, el cual no entraremos a valorar, pero sí valoraremos su gran destreza en el mástil. La verdad es que las caras nuevas en Axxis son acertados fichajes. Escudados por un enorme póster con el logo del grupo atacan la preciosa y melódica “Tales of the Glory Island” que resulta muy ovacionada. El resto de la banda hace coros y los femeninos están enlatados pero tampoco quedan mal.

Como siempre la energía de Weiss se contagia y sus bailoteos característicos elevando los brazos son constantes. Si nunca pueden faltar sus característicos contoneos tampoco falta a la cita la habitual chuleta de la que tira de frases hechas y tópicos en castellano y catalán. Cualquier otra banda sería criticada por las largas parrafadas y parones pero Axxis son así, nunca se hace pesado el constante diálogo con las primeras filas o las constantes bromas.

“Astoria”, “Lady Moon” o “Dance with the Dead” vertebran un primer inicio del que tiran mucho de sus últimos tiempos, dejando las bombas clásicas para más adelante. Quizá ha perdido un poquito de voz, pero es indiferente y apenas imperceptible. “Little War” es la primera de las muchas joyas que caen y es recibida como bien merece. Hay un amplio sector de público que es fan de sus inicios y de su BACK TO THE KINGDOM y desconoce bastante su más reciente etapa.

Maravillosa quedó “Blood Angel”, otro temazo capaz de dejar claro que sus nuevas obras mantienen alto el tipo y que los nuevos cortes merecen entrar entre los clásicos. “Con dos cojones”, “Com esteu?”, “Estic molt content d’estar aquí” y demás frases y bromas hacían reír una y otra vez a los presentes. Genial el diálogo con un fan de las primeras filas que no entendía ni papa de inglés o con una alemana muy motivada. Alusiones al clima, a la cultura hispánica y buen humor constante que alcanzó el clímax cuando subieron a una chica a tocar la pandereta.

Ya es habitual lo de subir a la chica, pero a pesar de haberlo visto varias veces no se hace pesado ni mucho menos. Bernard “sabe elegir” y la verdad es que “Jesamí” dio mucho juego pues era cantante y la pandereta no era precisamente un instrumento que dominara. Preciosas quedaron “Fire and Ice” y “Tocuch the Rainbow” con guitarrista y bajista sentados en los tamburetes. A partir de ese momento los clásicos ocuparon su sitio y hasta recuperaron la genial “My Little Princess” con ese riff espectacular. “Kingdom of the Night” ya es todo un clásico del heavy metal melódico y “Livin in a World” nos hizo cantar a todos. Entre tanta nostalgia hubo espacio para “Angel of Death” y la, para mi inesperada, “Wind in the Night (Shalom)”.

“Living in a World” fue ámpliamente coreada y dio paso a los bises. Poco hay que decir ante la espectacular “Shadowman” con esa portentosa intro a teclado por parte de Harry Oellers, uno de los principales artífices del sonido del grupo. Como no, la traca final vino con “Na, na, hey, hey, Kiss him Goodbye” de Bananarama la cual han hecho absolutamente suya y es ya imprescindible. A pesar de no ser una composición suya define perfectamente al grupo: buen humor, melodía a raudales, potencia y desmadre entre un público que no para de cantar.

Hora y cincuenta de concierto ante más de 200 personas entregadas desde el principio que no pararon de reír y animar. Quizá echamos de menos a “Heaven in Black”, “Flashback Radio”, Kings Made of Steel” o “The Moon” pero poca queja puede haber ante una banda que cumple, convence y divierte. No me extañaría que fueran una de esas bandas que nos visitan una y otra vez, eso sí, esperemos que no lleguen al nivel de Saxon que están en todas.

Jordi Zelig Tàrrega / Fotos: Sergi Ramos

Asistentes:250

Día:28/09/2008

Hora:21:00

Sala:Mephisto

Ciudad:Barcelona

Teloneros:RAIN

Puntuación:8