ANATHEMA + ASTRA

Definitivamente el tiempo les está dando la razón a estos británicos que un día, evolucionaron hacia el rock atmosférico y progresivo jugando como nadie a la hora de crear atmósferas melancólicas y crear algo sumamente bello. Poco queda de esa banda primigenia de los 90, pero hay que darles la razón. La sala Apolo mostró una gran entrada en estos tiempos oscuros de crisis y aplaudió a rabiar todos y cada uno de los 18 temas que nos brindaron los hermanos Cavanagh. Es una banda que transmite como pocas y el universo de sentimientos creados te da alas. En directo son sublimes y sus shows van más allá de las dos horas de duración. Si “We’re Here Because We’re Here” ya era una maravilla, para muchos esta segunda obra incluso la supera. Había muchas ganas de verles, y e grupo nos dijo que de todas las veces que habían venido a Barcelona, esta era la vez que tocaban en el sitio más bonito. Y es que a veces no nos damos cuenta, pero el Apolo barcelonés, es precioso.

Con un sonido perfecto y cristalino entramos en su envolvente juego con las dos partes de “Untouchable”. Enorme interpretación, gracias a los teclados de Daniel Cardoso y de la enorme vocalista rubia que los acompaña. Puro sentimiento y delicadeza. “Thin Air” fue la primera visitación a su anterior disco y fue recibida con un gran aplauso. Había mucho fan de sus últimas obras por lo visto. Espectacular Lee Douglas a las voces en todo momento, brindándonos la genial  “Dreaming Light”. Los coros funcionaron de maravilla, empastados, y a veces, con la participación de la invitada femenina que ten bien ha trabajado en su última obra. Y tras la delicada “Everything” de su anterior obra atacaron uno de los momentos de la noche: tres cortes del “Judgement”. Uno de los discos de cabecera para muchos fans del combo de Liverpool. Primero ovación para esa pieza maestra llamada “Deep” y posteriormente “Emotional Winter”. Finalizarían la visita a ese compacto con “Wings of God”. Perfecta…

La sala seguía las cadencias de las canciones, siempre respetuosa y expectante a un escenario dominado por la luz de colores fríos, especialmente el azul. Tras otra de las imprescindibles ya, “A Simple Mistake”, atacaron hasta tres cortes de su última obra. Posiblemente los más variados y sorprendentes. Primero “Lightning Song”, tema muy bello y luminoso que da todo el protagonismo a la chica. Precioso momento para luego abordar el corte más sorprendente de “Weather Systems”: “The Storm Before the Calm”. Tema que ahonda en territorios propios de Sisters of Mercy y que te transporta a la New Wave de los 80. En disco sorprende, en directo convence. Remataron con otra de as composiciones más logradas y bellas: “The Beginning and the End”. Estábamos en la recta final del concierto y tras “Universal” hubo otra tanda de tres, esta vez del disco “A Natural Disaster”. Hubo otra gran ovación y griterío cuando Lee lo anunció, y así recibimos las sonoridades de “Closer”, del tema que da título al disco (otro de los momentos de la noche) y de “Flying”. En los bises muchos esperábamos la versión de “Orion” de Metallica que están tocando últimamente; pero no hubo tiempo para ello. Sí que lo hubo para “Internal Landscapes” con esos fragmentos de narración. No me pareció uno de los mejores cortes de su último disco, pero la intensidad conseguida en directo es sobrecogedora. La despedida era obvia: “Fragile Dreams” con toda la audiencia cantando y botando. Posiblemente sea el corte más movido de todo su set actual, pero es también esa canción que ya no puede faltar nunca en su repertorio.

Merecido aplauso de despedida con el grupo saludando a la vez que las lámparas del Apolo devolvían la luz a la sala. Dos horas largas en las que nos sumergimos en un universo musical melancólico y bello de una banda que está en un estado de gracia absoluto. Su evolución es ejemplar pero muchos seguimos echando de menos algún tema de sus inicios, especialmente del disco “Eternity”, momento en el que muchos les conocimos. Creo que es ideal ver a este grupo en una sala como el Apolo, nada que ver cuando les vemos en un festival en el que se pierde esa atmósfera de cercanía e intimidad que necesita el grupo.  Son un grupo magnético, que te atrapa y te sumerge en un océano calmo de belleza y sentimientos en el que sus delicadas olas hacen que tu alma navegue a la deriva de sus tempos. Definitivamente, y a diferencia de muchísimas otras bandas… ellos transmiten. Y el rumor del oleaje navega hasta romper en las orillas de tus sentidos.