1993-1994: Éxito mediático y la muerte de Cobain

 

1993-1994: ÉXITO MEDIÁTICO Y LA MUERTE DE COBAIN

Las cosas parecían ir viento en popa para una generación de músicos que empezaba a tener éxito mundial; al fin y al cabo, el sueño de cualquiera que forma un grupo es dar conciertos ante miles de personas, vender millones de discos y que te conozca medio planeta. Curiosamente, los que estaban más apartados en 1993 de todo eran Nirvana. Uno de los periodos más decadentes de Kurt Cobain resultó ser uno de los mejores compositivamente hablando.

El líder de la banda había vuelto a las drogas, se había aislado y estaba sumido en su propio mundo. Habían compuesto el disco a finales del año anterior, y tras dos conciertos a principios de 1933 en Brasil entraron a grabar con Steve Albini de productor su tercer disco; el proceso duraría menos de dos semanas, con una facilidad asombrosa, y solo con la interrupción de Courtney Love durante esos días, creando cierta tensión en el ambiente del grupo; cualquier pelea entre el matrimonio siempre salpicaba al devenir del grupo. El disco estaba influenciado por su relación con la líder de Hole, por su paternidad, por su reciente encuentro con su padre después de años… en definitiva, era un trabajo más personal y crudo. De todas maneras, los medios ya se encargarían de intentar sacar todo tipo de similitudes y teorías sobre sus letras y canciones.

Si una canción como ‘Rape Me’ ya llevó a confusión, peor hubiera sido el titular al álbum como pretendía: ‘I Hate Myself And I Want To Die’ (posteriormente saldría un tema con ese título). Al poder llevar a engaño, se le convenció de cambiarlo, optando en un primer momento por ‘Verse Chorus Verse’ (teniendo una canción ya con ese nombre), y finalmente por ‘In Utero’. Las cosas habían ido demasiado bien a la hora de grabarlo, pero para le mezcla todo se torció. La compañía no estaba conforme con el sonido, esperando otro ‘Nevermind’, y encontrándose con algo más rabioso y menos radiable, terminando por convencer al grupo de cambiarlo, dudando ellos mismos de su propio trabajo. Distintos puntos de vista, negativa de Albini a volver a hacer el disco, y posibilidad de no lanzar el álbum fueron resueltas con la nueva mezcla de Scott Litt de un par de canciones tras la masterización de Bob Ludwig. A pesar de la aparente solución, una vez más el grupo no quedó satisfecho con el producto final.

Nirvana con Pat Smear

Ese estado constante de contrariedad podía ser causado por muchas cosas, pero todo apuntaba al mismo asunto. Durante todo el proceso tormentoso de la salida/no salida o regrabación de ‘In Utero’, el grupo había vuelto a los escenarios en un concierto a beneficio de las víctimas bosnias por violación. Nirvana tocaron ocho de los temas que incluía su nueva obra, dejando gran sabor de boca tanto en el público como en el seno interno de la banda. Pasarían meses hasta una nueva aparición, tiempo durante el cual Cobain tuvo una sobredosis; no era la primera, y por desgracia no iba a ser la última. En esa, su esposa le había inyectado en vano Narcan para intentar contrarrestarla, y fue uno de los momentos donde más se evidenció las diferencias existentes entre ambos.

Su aislamiento se acrecentaba, su relación de pareja pasó a ser tormentosa, su abuso de las drogas era constante, y en medio de todo venía ‘In Utero’. Carente del factor sorpresa de su antecesor, fue mejor recibido por la crítica que por el público, demostrando que Nirvana no se habían vendido al mainstream; ‘Nevermind’ tenía el éxito, e ‘In Utero’ la calidad, mostrando un grupo más serio y agresivo al que no se le había subido el éxito a la cabeza. Por desgracia, ese éxito le pesaba como una losa.

 

Como adelanto el grupo lanzó el que sería su último videoclip, ‘Heart-Shapped Box’, dirigido por el reputado Anton Corbijn. Ambientado en un mundo de fantasía y bizarro, podemos ver a un Cobain actuando casi desquiciado ante la cámara, y una imagen que muchos consideraron premonitoria a posteriori, con Novoselic y Grohl abrazándose en la habitación de un hospital con Kurt delante. Pero más allá de singles, el disco era grande en conjunto, con temas cortos y rabiosos en forma de pequeña ráfaga como ‘Very Ape’ y ‘Tourette’s’, otros con grandes cambios de sonidos limpios a distorsionados como ‘Milk It’ y ‘Pennyroyal Tea’, más tranquilas como ‘Dumb’ o ‘All Apologies’… En definitiva, tenía un poco de todo.

 

Nirvana actuando en Mtv Live & Loud

Aún siendo más completo, debutando en el número 1 de ventas y consiguiendo una nominación a los Grammy de 1994, su éxito fue menor que ‘Nevermind’, algo lógico teniendo en cuenta donde se habían puesto un listón que no pretendían. Para el tour de presentación, Nirvana pasaron a ser un grupo de cuatro, tras la incorporación de Pat Smear, ex-guitarra de The Germs, afrontando un gran número de fechas por EEUU, en lo que suponía su primera gira americana en dos años. Entre medias tendría una doble aparición en su querida Mtv; una actuación en acústico y alejada de sus temas más famosos, centrados en otros menos habituales, además de una serie de versiones, incluidas tres de Meat Puppets con la colaboración de dos componentes del grupo, con los que Kurt tenía una gran amistad. Por aquel tipo de grabación ya habían pasado otros grupos, entre los que se incluían Pearl Jam o Stone Temple Pilots, pero Nirvana fueron de los pocos en grabar su actuación sin ningún corte, emitiéndose poco antes de terminar el año, un mes después de su grabación. Por otro lado, aparecerían en el Mtv Live and Loud, tocando a modo de presentación más de la mitad de ‘In Utero’ junto a alguna versión, y con la casi total ausencia de sus singles; ni rastro de ‘Smells Like Teen Spirit’. Tras terminar en su país, cruzarían el charco en 1994 para realizar un tour europeo con altos y bajos y críticas de todo tipo sobre sus shows.

 

Portada Time Pearl Jam

 

Quienes llevaban una serie de conciertos a sus espaldas de gran nivel y ritmo frenético eran Pearl Jam. Su fama se podía equiparar a la de Cobain & Cia, y aunque tampoco se mostraban demasiado cómodo con ella, les afectaba de manera distinta. Prueba del reconocimiento que tenía el grupo fue que Eddie Vedder fue invitado por los miembros de The Doors a participar en la ceremonia de ingreso del Hall Of Fame ocupando el hueco de Jim Morrison, o su presencia como teloneros de U2 en alguna fecha de la estratosférica Zoo Tv. Entre tanto, y siguiendo los paralelismos entre los dos grupos más grandes de Seattle, tuvieron tiempo de grabar ‘Vs’, la continuación de su debut; en un principio el disco fue homónimo tras desechar el título de ‘Five Against One’ a última hora, lo que dio como consecuencia que circularan distintos trabajos con distintos diseños en sus primeras semanas.

Solo en cinco días sus ventas se dispararon hasta rozar el millón de copias, empezando a presentarlo por territorio estadounidense desde Octubre hasta finales de año; incluso la semana posterior a su salida fueron portada de la prestigiosa revista Time, algo impensable para un grupo como ellos. Fueron fieles a su idea de no grabar ningún vídeo, a pesar de lanzar singles de gran éxito como ‘Go’, ‘Daughter’ o ‘Dissident’, y de incluir maravillas como ‘Animal’ y ‘Rearviewmirror’, muchas de las cuales se convertirían en clásicos. Musicalmente también habían cambiado, desafiando lo comercial y formando un álbum distinto, más difícil de escuchar y más poderoso. Esa rabia compartida de algunos músicos de la escena fue otra de las razones que unió al movimiento, que no se sentían fieles a sí mismos con la industria imperante. 

 

Soundgarden fueron el grupo más parado en ese año. Matt Cameron y Ben Shepherd crearían un nuevo grupo, Hater, cuyo disco homónimo pasaría sin pena ni gloria, Chris Cornell colaboraría con Alice Cooper en uno de sus discos, y se centrarían en la grabación de lo que iba a suponer su mayor éxito. Para terminar, Alice In Chains no publicaría nada en 1993, pero grabaría dos temas nuevos para la banda sonora de ‘The Last Action Hero’ junto a Mike Inez, bajista que sustituía a Mike Starr, y liderarían ese verano Lollapalooza, antes de volver al estudio para grabar un segundo EP, publicado en enero de 1994, con el que empezaría el año para los grupos de Seattle. Demostraron moverse de manera natural en sonidos acústicos con ‘Jar On Flies’, un trabajo que llegaría a lo más arriba del Billboard, un hecho sin precedentes, y la primera vez que ocurría sin tratarse de un LP. Sus composiciones seguían desbordando clase, belleza, oscuridad y bastante dolor, y seguían ganándose a los entendidos trabajo tras trabajo.

 

Último concierto de Nirvaba

 

Pero con los primeros meses de ese nuevo año, todo se vino abajo. Nirvana tenía contratadas cerca de cuarenta fechas por Europa, partidas en dos tramos; en los días entre medias su líder quería aprovechar para descansar de todo el desgaste que le estaba suponiendo el grupo. Antes de embarcarse en ella, tenían programada una grabación en los estudios Robert Lang de su ciudad, donde se centrarían en algunos temas escritos por Dave Grohl (que ya había debutado como compositor en ‘Marigold’ en el single de ‘All Apologies’), y en otros temas, como ‘On The Mountain’, que habían interpretado solo una vez, en un concierto de Chicago el pasado otoño, y que pasaría a llamarse ‘You Know You’re Right’.

Ya en Europa, la tensión empieza a salpicar toda la gira. Grohl y Novoselic viajan en un autobús separado a Cobain, y este pronto empieza a hartarse de dar conciertos, intentando cancelar las fechas varias veces, pero a pesar de todo, aguanta hasta que faltan dos conciertos del primer tramo de la gira, que en teoría quedaban aplazados por problemas de salud. La última actuación de Nirvana fue en Munich, y resulta curioso que no interpretaran el himno que los dio a conocer. Todo el mundo notaba distinto a su líder, inquieto, agobiado y disconforme con su vida. Al parecer quería dejar su grupo y divorciarse de su mujer, tal como le contó a Buzz Osbourne de Melvins (con los que compartían escenario). Ella se encontraba más preocupada en la promoción de su nuevo disco con Hole que del malestar de su marido; además, sus desavenencias los últimos tiempos habían sido algo habitual, incluso peleas a través del teléfono durante ese mes en Europa. Pero se encontrarían en Roma en el parón del tour para seguir su tormentosa relación de amor-odio, y vivir uno de sus últimos capítulos.

 

La madrugada del 3 de Marzo el cuerpo inherte de Cobain yacía en la habitación del hotel donde se hospedaban. Estuvo en coma unas horas, y se filtraría un comunicado donde se decía que había fallecido. Posteriormente se dijo que fue una sobredosis accidental (que más tarde se sabría que no fue tal cual), haciéndose eco de la noticia todos los medios; el segundo tramo de la gira por Europa se cancelaba y Kurt volvía el 8 de Marzo a su casa, con presión de sus managers de recuperarse para liderar la nueva edición de Lollapalooza. Pero Nirvana como tal parecía haber terminado, y en la cabeza de su líder solo existía un abuso desorbitado por las drogas, y un proyecto musical junto a Michael Stipe de REM. Love había prohibido el consumo de drogas en casa, pero no fue una razón de peso para su marido, aumentando los conflictos entre ambos.

Vagando como alma en pena, y con un descontrol total, otra sobredosis le convenció de intentar rehabilitarse de nuevo, pese a no tener mucha fe en salir de su infierno personal. El sitio sería otra vez Exodus, en Los Angeles, donde ya había estado dos años antes; poco después escaparía, volviendo a casa. Días antes, su mejor amigo, Dylan Carlson, le había conseguido una escopeta ‘para defenderse de ladrones’. El resto ya es historia. La mañana del 8 de Abril de 1994 Kurt Cobain era encontrado muerto en una habitación encima de su garaje por un electricista, mes y medio después de haber cumplido 27 años, igual que Jim Morrison, Janis Joplin, Jimi Hendrix y Brian Jones. No se le veía desde cuatro días antes, y su autopsia reveló que había muerto de un disparo en la cabeza el día 5, apuntando todos los síntoma al suicidio… a pesar de tener una cantidad considerable de heroína y tranquilizantes en sangre. Había muerto el músico, y nacía el mito.

Un mes antes de Navidades del año fatídico, ‘MTV Unplugged in New York’ salía a la venta cuando se cumplían doce meses de su grabación. Gran acogida, un Grammy, y una actuación para el recuerdo que cerraba una etapa… o eso parecía. En 2007 sería reeditado en formato DVD con la inclusión de los ensayos de cinco canciones.

                                                                                  Nirvana en Mtv Unplugged

Pero la vida seguía para todos los demás. Justo un mes antes de encontrar el cuerpo de Cobain, Soundgarden sacó su disco definitivo, ‘Superunknown’, más pesado que sus obras anteriores, andentrándose en territorios algo más experimentales, y debutando en el número 1 de ventas. Su éxito se vio ensombrecido (igual que toda la comunidad de Seattle) por la triste noticia de la muerte del líder de Nirvana, pero tanto el grupo de Chris Cornell como otros tantos demostraron que había vida más allá. Los cinco singles de ‘Superunknown’ se contaron por éxitos, consiguiendo dos de ellos premios Grammy por mejor interpretación de de metal y hard rock. Estos fueron a parar a ‘Spoonman’ y ‘Black Hole Sun’ respectivamente; la primera de ellas sirvió como presentación del nuevo álbum. La segunda fue (como tantas otras canciones de esos años) un éxito inmediato, y uno de los temas más reconocibles de la década de los 90, especialmente por su video surrealista. Entre medias quedaría la emotiva ‘The Day I Tried to Live’, para seguir con ‘My Wave’ y ‘Fell On Black Days’, donde Cornell se reivindicaba como vocalista. Lo que parecía el comienzo de un sueño, cambiaría al descubrir problemas en las cuerdas vocales del cantante, obligando a suspender algunas fechas de la gira.

Pearl Jam también tendrían un nuevo trabajo a la venta ese año. ‘Vitalogy’ fue el resultado de componer y grabar en medio de la gira de ‘Vs’, en pequeños parones en distintas ciudades como New Orleans, Seattle o Atlanta. De nuevo grabarían junto a Brendan O’Brien, y se trataba de su disco más variado y experimental, con temas que iban desde esa rabiosa oda al vinilo bajo el título de ‘Spin The Black Circle’ (los primeros días solo estaba editado en ese formato) que además fue su primer single, hasta canciones conmovedoras como ‘Better Man’, de ritmos machacones (‘Tremor Christ’), más atípicos como ‘Satan’s Bed’, de nuevo rápidos (‘Whipping’)o directamente inclasificables como ‘Bugs’. Junto al primer tema nombrado, hubo dos que destacaban por encima de las demás: ‘Corduroy’, que automáticamente se convirtió en pieza clave de sus conciertos, e ‘Immortality’. Esta última siempre tuvo la alargada sombra de estar dedicada a Cobain, ya que todas las piezas encajaban para ello. Aún así, Vedder remarcó en diferentes ocasiones que no se trataba de un tributo al líder de Nirvana a pesar de la letra tan asociada al suceso. Una de las maravillas que encerraba ese disco.

Las cosas parecían marchar bien para el quinteto… pero no todo era bueno. El proceso de grabación fue complicado, con tensión entre algunos miembros de Pearl Jam; volvían a aparecer distintas adicciones que podían alterar el rumbo natural de un grupo. Llegó a tal punto que Dave Abbruzzese saldría de la banda por problemas personales con Vedder y Amment; su puesto lo ocuparía un viejo amigo del grupo, Jack Irons, que después de haber salido de Red Hot Chili Peppers estaba en un grupo relativamente desconocido llamado Eleven. Llegaría justo en la recta final de ‘Vitalogy’, teniendo tiempo de grabar la pista de batería del tema que lo cerraba. Pero esos no eran los únicos imprevistos.

El grupo se encontraba en una cruzada contra la red de venta de entradas Ticketmaster, boicoteándola por las comisiones que cobraban en sus ventas, y habiendo cancelado una larga serie de fechas antes de entrar al estudio. Era solo un hecho más en su carrera relacionado contra la masificación de la música; continuaron su política de seguir sin ofrecer vídeos, a pesar de lanzar tres singles del álbum (uno de ellos, ‘Spin The Black Circle’, tuvo un montaje con imágenes del concierto del que ya se hiciera ‘Even Flow’, si bien el grupo no lo grabó como tal). En el verano de 1995 cancelarían algunas citas por un problema de salud de Vedder después de una intoxicación; sin que sirviera de precedente en estos casos, no había drogas de por medio. Fue uno de los momentos más duros para el grupo, estando cerca de abandonar. A pesar de todos estos contratiempos, ‘Vitalogy’ tendría tres nominaciones a los Grammy del 96, ganando ‘Spin The Black Circle’ la mejor actuación de hard rock. Entre este premio, el de Soungarden el año anterior, y un sinfín de nominaciones de grupos afines a ellos, el grunge no parecía estar atravesando un mal momento.

 

Stone Temple Pilots fueron otros que tuvieron que lidiar con sacar un disco en mitad de todo el revuelo de la muerte de una de las figuras más visibles de la música de entonces. Venían de un debut prometedor con ‘Core’, a pesar del reducido número de críticas que aludían que eran una simple copia de otros grupos. Giraron con grupos tan distintos como RATM o Megadeth (demostrando que este estilo no estaba reñido con otros más duros), y captaron mucha más atención después de su aparición en la serie de Unplugged de la Mtv. Allí estrenarían un tema, ‘Big Emtpy’, que iba a estar incluido en la continuación de su primer disco. El 7 de Junio de 1994 ‘Purple’ entraba directamente al número 1 de ventas, apoyado en singles como la mencionada anteriormente, ‘Vasoline’ o ‘Interstate Love Song’, su mayor éxito. Era un álbum más abierto que su antecesor, con mayor número de influencias y mucho más variado. No les importaba pasar de los ritmos acústicos de ‘Pretty Penny’ (con una letra sobre las adicciones de Weiland) a ‘Unglued’, el tema más rabioso del álbum; a su vez se mezclaban sin problema con ritmos más pesados de ‘MeatPlow’ con medios tiempos como ‘Kitchenware & Candybars’, una de las tapadas y grandes olvidadas de su discografía. En definitiva, su éxito era totalmente merecido, pero continuando de manera paralela a otros grupos, ahí empezarían los problemas.

 

Portada del single de

De quien no se sabía apenas nada era de Alice In Chains. ‘Jar Of Flies’ fue un éxito de ventas y con muy buena acogida (una vez más) por la crítica, pero no hubo gira para apoyar su salida. Layne Staley entraría en un centro de rehabilitación para tratar sus adicciones sin éxito, y el grupo entraría en un periodo de futuro incierto, ya que en dos años, el número de actuaciones que ofreció el grupo de Jerry Cantrell fue inferior a diez. Durante su alejamiento de los escenarios, Staley se juntó con Barret Martin de Screaming Trees, Mike McCready de Pearl Jam, y John Baker Saunders para dar forma a Mad Season. Estos dos últimos se habían conocido acudiendo a tratarse de sus adicciones, y pronto el proyecto cogió forma. ‘Above’, su único trabajo, surgió de una manera espontánea y rápida, grabando el disco en menos de dos semanas, y ocupando un lugar privilegiado dentro de la discografía de los 90. Rock clásico ambientado con blues y jazz, y que tendría un buen número de ventas a pesar de la apuesta alejada de los grupos más famosos; Mark Lanegan aparecía en los créditos, habiendo co-escrito ‘I’m Above’ y ‘Long Gone Day’, además de cantar en ellas. Solo habría una pequeña representación de esta obra en directo, antes de que el grupo pasara a un estado de letargo para que sus componentes volvieran a sus bandas originales. Para sorpresa de muchos, Alice In Chains ofrecían un nuevo disco homónimo a finales del 95, donde se veían influenciados por sus composiciones acústicas, para dotar de una lentitud y pesadez a sus nuevos temas eléctricos. Staley estuvo más activo que nunca a la hora de componer las letras, encargándose casi del disco al completo; y si bien su voz parecía estar como siempre, Jerry Cantrell pasó a ser la voz principal en casi la mitad del álbum. A eso había que sumar su estado físico, que viendo algunos de los vídeos que el grupo grabó para promocionarlo como ‘Again’ se notaba que empezaba a flaquear. Si hasta entonces los rumores sobre la muerte/no muerte de su cantante habían sido una habituales, desde ese momento pasaron a ser una constante.