SABADO 26 DE FEBRERO

AGATHODAIMON – 7/10

La jornada fuerte del festival la abrían los alemanes AGATHODAIMON y su black metal rebozado de doom y gothic. La verdad es que de los representantes que tenía el cartel en cuanto a grupos extremos, estos fueron los que gozaron de un sonido más adecuado.

Si bien cuando saltaron a escena éramos tan sólo cuatro gatos los que nos agolpábamos en las primeras filas, al poco tiempo fueron muchos los que se acercaron hacia este lugar del recinto, aunque solo fuera por curiosidad. El repertorio se basó básicamente en los últimos discos de estudio de la banda, cayendo temas de su último disco como “Cellos for the Insatiable”, “Serpent’s Embrace” y “Light Reborn”. Asimismo, el trabajo más trallero deestos alemanes, “Chapter III”, también tuvo una amplia representación en el playlist (unos tres o cuatro temas), hecho que contribuyó a que la actuación se hiciera bastante más versátil de lo que uno pudiera esperar, dejando de tal forma de lado los ramalazos más stoner de algunos cortes del “Higher art of Rebellion”. Los problemas de sonido que se adueñarían de la jornada comenzarían a dar sus primeros avisos en esta actuación, ya que en un par de temas el sonido pareció desaparecer momentáneamente. Gustaron tanto a sus seguidores como a los curiosos, hecho que dice bastante a su favor.

Penumbra

ENSIFERUM – 7.5/10

¡Madre mía el marrón que se comieron esta gente! Allá va la secuencia de todo lo que pasó:

Tras la introducción extraída de su segundo disco comienzan los finlandeses con fuerza con “Iron” y con un sonido si bien no impoluto bastante decente. El sonido desaparece, pero Jari y los suyos continúan tocando y a los pocos segundos vuelve. Comienzan a tocar un segundo tema, al minuto se vuelve a caer todo el sonido y tras comprobar que la cosa no se soluciona el grupo para de tocar. Nada funciona, sobre el escenario caras de incertidumbre y el público gritando como loco. Para nuestra sorpresa se sube el telón y en teoría comienzan los trabajos para arreglar el desbarajuste. Los minutos pasan y el ya numeroso público que se encuentra congregado ante el escenario comienza a impacientarse. De repente algo inesperado ocurre: uno de los dos bafles que se encuentran al pie de escenario como apoyo de la PA empieza a arder y algunos técnicos son alertados y se ocupan de dicho altavoz. Más esperas y tras 23 minutos se vuelve a bajar el telón para que ENSIFERUM continúen con su actuación, aunque para nuestra decepción no retoman el tema que minutos antes había quedado mutilado por el accidente.

Tras unos tres o cuatro canciones entre las que destacó la dicharachera LAI LAI HEI ( cuyo estribillo fue coreado por un público muy participativo y con ganas de pasárselo en grande) anuncian que van a tocar un último tema. “Hero in a Dream” comienza a sonar y al minuto desde la mesa se les corta el sonido y se les dice que abandonen el escenario. Ante la total cara de pasmo e incredulidad de los componentes del grupo, comienza a subir el telón rápidamente sin que apenas éstos tengan oportunidad de acercarse al borde del escenario para despedirse del público, demostrando así una falta de educación enorme hacia los artistas. Falta de educación y malas maneras que se fueron repitiendo a lo largo de todo el festival con todo la historia del telón de las narices, del que se hizo un uso grotesco.

Se pasaban del tiempo, sí. Y qué. Habiendo perdido 25 minutos de actuación por un problema que les era ajeno no costaba nada esperarse UN MINUTO a que el grupo terminara su tema, tema que estaba constituyendo el clímax final lógico que se le supone a la última canción que interpreta un grupo en un show. Cuando el telón se subió, el público la emprendió contra la organización al unánime y ensordecedor cántico de “hijos de p***”. ¡Menudo trasiego de ánimos caldeados! Para colmo, cabe destacar que en la penúltima canción que interpretaron los finlandeses el cantante y guitarrista Jari tuvo sufrir en sus carnes como se rompía una de las cuerdas de su guitarra (¡vaya cúmulo de desgracias!) Eso sí, mientras tocaron agradaron sobremanera a la concurrencia. Esperemos que ENSIFERUM puedan resarcirse de la experiencia en su próxima gira española en abril. Tras la actuación debieron pensar que lo mejor para curar las penas era olvidarse un poco de su imaginería vikinga para rendir un poco de culto al dios griego Dionisos cerveza en ristre, ya que no fueron pocos los que los pudieron ver más tarde por el recinto con una cogorza de dimensiones “épicas”.

Penumbra

DIAMOND HEAD – 7,5 / 10

Quizá si el señor Sean Harris hubiera estado al corriente de las oportunidades que, ya su ex-grupo, iba a tener en España tocando en pocos días frente a tal cantidad de miles de personas en sus shows de Madrid, Barcelona y Granada junto a MEGADETH, se habría replanteado dejar el grupo de la forma que lo hizo. De cualquier forma, a DIAMOND HEAD parece no importarles lo más mínimo la ausencia de Harris y demuestran disfrutar de lo lindo sobre el escenario, esté al micro quién esté, en este caso, el algo amanerado Nick Tart, un chico que volvió a demostrar como ya lo hiciese en Barcelona pocos días antes que posee una buena voz, algo melosa, pero perfectamente apta para el estilo clásico de DIAMOND HEAD. El sonido de su actuación fue redondo, su entrega encomiable y la respuesta del público fenomenal. Quizá con un poco de suerte, su reunión servirá para situarles de nuevo en un punto de popularidad que no gozaban desde hace por lo menos 20 años. Sus temas gustan, tanto a los que ya les conocíamos como a los que habían tan solo escuchado hablar de ellos por los elogios de los chicos de METALLICA o directamente, a todos aquellos que escuchaban el nombre de DIAMOND HEAD por primera vez. Si el señor Brian Tatler tuviera un poquito más de vista, llegaría rápidamente a la conclusión de que un nuevo disco de DIAMOND HEAD en pleno 2005 con el sonido clásico del grupo podría ser un éxito redondo vista la aceptación que su viejo material está teniendo. Sin embargo “All will be Revealed” se las pinta excesivamente moderno, o al menos los temas que presentaron en Barcelona y en Granada, “Mine all Mine” y “Give it to me”. Habrá que ver por donde tiran el resto de temas de su nuevo trabajo. El set-list de DIAMOND HEAD estuvo compuesto, obviamente por las 2 mencionadas, y como no, por exactamente las mismas piezas que sonaron en Barcelona 3 días antes; “It’s Electric”, “The Prince”, “Helpless”, “Am I evil?” y compañía.

Ahora solo queda ver en que queda esta reunión, si tendrá continuidad y sobretodo, como responderán sus viejos y nuevos fans ante “All will be Revealed”, un título enigmático que describe el incierto futuro de esta leyenda británica de la NWOBHM.

Javi Metal

BONFIRE – 8/10

La inclusión de un grupo de hard rock, o de rock melódico, o de A.O.R., o de las veinte mil etiquetas circundantes, en un cartel de índole metálica, es motivo de satisfacción para muchos, entre los que incluyo, y los germanos BONFIRE fueron los primeros en dejar bien alto el pabellón de su estilo; un genero que no tiene porqué estar reñido con los sonidos más metalizados.

Salieron con una energía apabullante, y poco a poco consiguieron la complicidad absoluta con el público de la mano de su inquieto vocalista Clauss Lessman. Es agradable ver a gente con camisetas de CRADLE OF FILTH y demás grupos extremos saltando y coreando los pegadizos estribillos de los que BONFIRE hacen gala. ¿Renegando de su estilo predilecto? Evitemos ser cerrados de mollera. La cuestión era pasárselo bien, y la actuación de éstos así lo daba a entender.

No faltaron, en un buen seleccionado set-list, los temas más emblemáticos de los germanos: “Under Blue Sky”, “Nevermind”, “Hard on me”…y sobre todo las más esperadas, “Sweet Obsesion”, en la que su cantante se bajo al foso de fotógrafos para compartir micro con las primeras filas, “Ready for Action”, y “Hot Rock” con un inicio a coro entre el público animado por el propio Clauss.

Anecdótico fue la versión española que hicieron de su balada “Rock’n’Roll Cowboy”, que sinceramente, eso de “yo solo soy un cowboy roquero”, quedaba más ñoño que otra cosa. Pero se lo perdonaremos, y lo tomaremos como un gracia; no se si sabían de su ridícula translación de idiomas, y sus diferentes sentidos. Y se lo perdonaremos también, porque lograr ese punto álgido en su actuación versioneando la trillada “Sweet Home Alabama” de los LYNYRD SKYNYRD y consiguiendo que los allí presentes participaran de forma masiva en su reconocido estribillo. Eso sí, se permitieron el descarado peloteo, aceptado por todos, de cambiar Alabama por España durantes sus repeticiones finales.

Muy buena actuación. Seguro que lo menos conocedores de BONFIRE, después de esta actuación, intentaran hacerse con un disco de ellos. Por contra, para otros pasarían totalmente desapercibidos por el festival.

Satur Romero

ANATHEMA – 9/10

Alguno que abandonara la actuación del grupo de los hermanos Cavanagh por el supuesto adormecimiento que la música que éstos practican en sus últimos discos, se estará preguntando porqué esta nota tal alta en su participación. Está claro que ANATHEMA no es lo que muchos conocen por ANATHEMA, y los británicos ofrecen su evolución, o cambio de tornas según se mire, no solo en estudio, sino que también en vivo. Y eso es lo que hay; o se acepta porque entra en tus gustos musicales abiertos, o es mejor dirigirte a la barra o la zona de descanso como gran parte del público hizo. Y no los culpo por ello, cada uno tiene derecho a elegir.

Personalmente afirmo rotundamente que fue una actuación sublime. Repito; me gustó su forma de enfocar su directo, porque alabo sus últimas obras en estudio, que no escatimaron en darle la mayor y casi única importancia en su listado de temas. La reposada “One Last Goodbye” de “Judgement” fue de los pocos resquicios a ese pasado ¿mejor o peor?…. digamos diferente.

De ese modo, “Release”, o, esta si que cañera, “Panic”, fueron sacados de su maravilloso “A fine to the exit”, o la increíble atmósfera que consiguieron transmitir con la ejecución encadenada al igual que en estudio de “Balance” y “Closer”, o con la emotiva “Flying” de “A Natural Disaster”, fueron algunas de las interpretaciones de esa tarde. La iluminación, el humo en escena…todo ello implicaba una máxima atención por parte del público, que siendo de esta forma y/o logrando el estado de ánimo adecuado, podría comprobar lo que es ser transportado por la música. Hubo algún que otro momento, para continuar con esas sutiles atmósferas, que participaban hasta tres teclados al mismo tiempo.

Realmente precioso, al igual, e importante señalar como máximo atractivo, durante “A Natural Disaster”, en cuyo tema salió la vocalista femenina Lee Douglas para acompañar a Vincent y así interpretar sus líneas melódicas cargadas de puro sentimiento soul al igual que la versión grabada, y dejar a más de uno con la boca abierta.

Y para finalizar, y para que servidor se secara las babas con suficientes motivos cerraron con una versión de PINK FLOYD, “Confortably Numb”. Las palabras se quedan cortas. Dejémoslo ahí; hay que verlo para sentirlo.

Por cierto, también eché de menos un “Serenades”, “Restless Oblivion” o un “Angelica”. ¿Y quién no? Hubiera sido un concierto de diez.

Satur Romero

RIOT – 8 / 10

Una de las grandes atracciones del festival a titulo personal era ver a los norteamericanos RIOT, una banda a la que hasta ahora nunca había podido apreciar en directo y cuyo material discográfico me parece de lo más sublime que se editó en los años 80’s y parte de los 90’s. Si no recuerdo mal, su última y única visita a España fue hace poco menos de una década con la gente de VIRGIN STEELE, viejos colegas de Mark Reale y compañía, por el norte de la península. Siendo cierto o no este dato, el 95 % de los presentes en el Atarfe nunca habíamos visto a RIOT por lo que la expectación era considerable. Su Line-Up había sufrido una serie de cambios de última hora que fueron solventados de forma muy acertada con la inclusión de una base rítmica de sobras conocida; Frank Gilchrist (VIRGIN STEELE) y Randy Coven (ARK, YNGWIE
MALMSTEEN…), sin embargo, toda la atracción (y para muchos decepción) residía en la figura del cantante Mike Tirelli, quién tenía que hacer olvidar por una noche a Mike DiMeo el cual se encontraba en esos momentos girando con su otra banda. Mucha gente arremetió contra el señor Tirelli por sus pintas y sus amanerados gestos… Lo de siempre vamos, los hay que no conciben la vida sin los taparrabos y las tachuelas. Personalmente opino que, indumentarias a parte, el señor Mike Tirelli está más que capacitado para ocupar el puesto que se le ha asignado (y que no me extrañaría que fuera definitivo visto el plantón de Mike DiMeo). Su ya larga trayectoria cuenta con varios trabajos con MESSIAH’S KISS, HOLY MOTHER y la que fuese su primera banda mínimamente seria, los BURNING STARR del señor Jack Starr (Guitarrista original de VIRGIN STEELE) a mediados de los años 80’s. Con semejante palmarés, Mike Tirelli no ha de demostrarle nada a nadie. Cantó bien, francamente bien, sin embargo falló bastante en los agudos de "Thundersteel", ¿Y quién no lo habría hecho? Me gustaría escuchar a mí al desaparecido Tony Moore interpretando ese tema ahora, con 17 años más encima.

El gran problema de RIOT fue el sonido. Durante su actuación la parte de la PA encargada de reproducir las frecuencias graves reventó y provocó que tuviesen que intervenir los técnicos de sonido para meterle mano mientras RIOT actuaban, ¿Consecuencias? Imagínense, por momentos era mayor el ruido provocado por la avería que la música de los propios RIOT. A pesar de ello, la banda sonó decentemente durante más o menos la mitad de su actuación, sin embargo, y no tengo muy claro si era por estar tan alejado del escenario o sencillamente porque el sonido en sí era malo, los temas de RIOT me sonaron algo raros, daba la sensación de que el sonido era incapaz de salir del escenario y que a los que estábamos alejados, solo nos llegaban rebotes. Su set-list a mi modo de ver fue muy acertado, aunque entiendo que mayor cantidad de temas de sus discos más heavies ("Thundersteel", "Privilege of Power", "Nightbreaker" y "Inishmore") habría estado bastante bien ya que personalmente, me parecen mucho mejores que sus primeras obras de facturación más rockera. De cualquier forma RIOT no disponían de mucho tiempo en escena y fueron al grano con los clásicos: "Narita" y "Angel Eyes" para abrir, "Hard Lovin man" y "Outlaw" de sus clásicos de primeros de los 80’s "Restless Breed" y "Fire Down Under", algunos temas más que desconozco de sus últimas obras "Sons of Society" y "Through the Storm" y como no, los 2 grandes clásicos de “Thundersteel", la rapida "Flight of the Warrior" y el himno por definición de RIOT, "Thundersteel", coreada más que ninguna otra.

Mark Reale, a sus 40 y muchos, demuestra estar en un estado de forma envidiable y, aunque fuese desde la lejanía, nunca le habría echado por su aspecto físico la edad que realmente tiene. Con unas pintillas completamente clásicas y ochenteras, Mark Reale hizo un ejercicio de técnica perfecto y sin error alguno al igual que Mike Flyntz, tipo que actualmente luce uno de los looks más de andar por casa que he visto en mi vida y que, lógicamente en una banda como RIOT, desentonaba un poquito. En resumidas cuentas, de no ser por el lamentable sonido que imperó durante casi toda su actuación, RIOT podrían haber sido los grandes triunfadores de la noche. Tan solo espero y deseo que les quede cuerda para rato y puedan pasarse de nuevo por España en condiciones y encabezando su propia gira.

Javi Metal

HAGGARD – 8/10

– ¡Eh, Manuel, tengo un técnico de sonido para tu festival!
– ¿Ah, sí? Cuenta, cuenta
– Sí, compadre, es un crack. Sonorizó a PEDRO PANDERO Y LOS PICATOSTES en la fiesta mayor de Villaburro de Alcántara.
– ¡Coño, este es nuestro hombre!
– ¡Claro, hombre, claro! Que no te despiste el hecho de que se sacara el título de técnico de sonido en el sur de Botswana en los años cincuenta. El tío este es un crack y por lo visto está dispuesto a haceros un buen precio.
– Ahiva killo, pásame el número que le pego un telefonazo antes de que los Hace de Ce me lo quiten de las manos.

He escuchado en un solo día un buen puñado de excusas de dudosa factura referentes a las horribles situaciones en cuanto al sonido que se pudieron experimentar en el festival. Menos lobos caperucita: ¿solo se queman paneles, explotan bafles y se rompen etapas en España? Sospechoso. Aún y así, vamos a ser benévolos y prudentes y vamos a suponer por un instante que lo de ENSIFERUM no fueron más que una serie de desafortunadas desdichas. ¿Aplicables a lo que pasó en HAGGARD? La respuesta es no, ya que en esta ocasión el festival de acoples y otros delirios sónicos se podría haber solucionado claramente con un mejor quehacer profesional.

Tras tres cuartos de hora de espera, se baja el maldito telón y aparecen los dieciséis alemanes con sus respectivos instrumentos. Las tres primeras canciones que interpretarían a continuación sonarían con una capa extra de mugre: violines que se intuyen más que se oyen, graves saturándolo todo (el contrabajo se tenía que ecualizar) y algún que otro ocasional acople ensordecedor. Ello sin mencionar el estruendo que tenía lugar cada vez que el micrófono de Asis Nasseri se deslizaba hacia abajo por estar mal sujeto al pie de micro y producía un acople monumental por el hecho de quedar enfocado hacia las pastillas de la guitarra del cantante. Por supuesto, esto propiciaba que Nasseri tuviera que dejar de tocar su guitarra para volver a poner el micro en su sitio, ya que los auxiliares de escenario no salían a solucionarlo. Eso sí, las miradas asesinas de Asis, las continuas indicaciones a los técnicos, sus quejas y, en definitiva, su desesperación, me hicieron temer que finalmente harto de todo cogiera su guitarra y se fuera no sin antes estampársela en la cabeza a alguien.

Cierto es que no es lo mismo sonorizar a CANDLEMASS que a HAGGARD, pero no es ni mucho menos imposible. Si han sonado bien en todas sus actuaciones por Europa y Sudamérica… ¿por qué no pueden sonar bien en España? Si el técnico de sonido es el profesional que se le presupone que es, ha de saber hacerlo. La evidencia está ahí: los grupos que llevaban su propio técnico de sonido, como THERION, FEAR FACTORY o QUIET RIOT, sonaron de fábula.

A partir del cuarto tema, el sonido que salió por el P.A. fue fabuloso, aunque los músicos todavía seguían sin escucharse por los monitores de escenario. Las dos composiciones siguientes ya tuvieron un sonido perfecto, pero cuando iban a tocar la última canción que tenían preparada la organización les comunica que han de marcharse prescindiendo de esta última interpretación. Ahora que todo sonaba a la perfección… en fin. Resignados, salieron a saludar a un público pletórico y enfervorizado que les rindió una merecida ovación.

A destacar temas como “Herr Mannelig”, con la maravillosa soprano haciendo un alarde de voz y sentimiento, y, sobretodo, “Eppur si Muove”. Sorprendió que tocaran “In a Pale Moon’s Shadow”, de su primer disco, ya que quizá hubiera sido más provechoso interpretar algún tema más de sus dos obras posteriores, netamente superiores.

Primera y posiblemente última vez que venían a España, mucha fue la expectación y pocas fueron las canciones de las que pudimos “disfrutar”. Un goce muy breve, aunque la banda demostró que en directo saben hacerlo a la perfección y que son un grupo sencillamente fantástico, por lo cual a pesar de todo he de darles un notable alto.

Penumbra

QUIET RIOT – 9/10

Otra reunión más; y ya van…..Pero, ¿y qué? Con QUIET RIOT llegó el vendaval. Vaya forma de dejar “planchaos” al personal, y realmente no creía que hubiera tanta gente expectante a la actuación de estas viejas glorias del hard rock. Y bueno…lo de Kevin Du Brow no tiene nombre. Con toda seguridad el cantante más enérgico de todo el festival a pesar de los años, que no son pocos. Que salud, Madre del Amor Hermoso. Mientras tanto, servidor pasándola canutas en los primeros temas para poder sacar una buena foto en el foso. Imposible. No paraba ni diez segundos, y a todo esto añadir a un segurata en forma de mosca cojonera, dale que dale con el “sin flash, por favor”, “sin flash, por favor”.

Y si el señor Du Brow fue el vocalista con las pilas más cargadas, también hay que reconocer que el bajista Chuck Wright (por cierto, creía que iban a venir con Rudy Sarzo), y el batería de Frankie Banali, fueron una de las bases rítmicas con más contundencia de las dos jornadas allí vividas.

En cuanto a las canciones descargadas, ya se sabía que la cosa iba a ir de clásico en clásico, así que “The Wild and the Young”, “Bass Case”, “Slick Black Cadillac”, “Love´s a Bitch” o una menos predecible “Condition Critical”, fueron algunas en caer.

No se olvidaron de aquel guitarrista de sus inicios dedicándole, como suelen hacer según tengo entendido en cada concierto que realizan, “Thunderbird”. Me estoy refiriendo a Randy Rhoads, genio y figura de los primeros QUIET RIOT, pero más conocido por militar junto a OZZY OSBOURNE.

Y ya para el final reservaron los cartuchos más directo, su fantástica (y casi tema propio) versión de SLADE “Cum On Feel The Noize”, y una apabullante “Metal Health”, ambas de su superventas “Metal Health”. En estas dos descargas se vivieron los momentos de más intensidad del público allí congregado para la vuelta a los escenarios de los norteamericanos, y a ellos se sumaron a la fiesta los que reservaban fuerzas para la actuación de Dave Mustaine y Cía. El delirio fue prácticamente general.

A modo personal y totalmente subjetivo, y terminando así mi aportación a este reportaje, junto a ANATHEMA fueron las mejores actuaciones del segundo día. Las ganas que tenía de ver a MEGADETH, me reserva a incluirlos en estas comparaciones. Aunque, y casi con seguridad nuestro Javi Metal compartirá mi opinión, lo de Christofer Johnsson y su séquito, fue de otro planeta.

Satur Romero

MEGADETH – 8/10

El plato fuerte de la noche y cabeza de cartel del festival congregó como era obvio prácticamente a todas y cada una de las almas que había por allí. Ni un alfiler cabía en la nave de los conciertos para presenciar la descarga del carismático rubio y sus mercenarios.

Me preguntaba si Dave Mustaine habría podido recuperarse algo de la afonía que padecía dos días antes cuando lo pude ver en Barcelona. Por lo visto su garganta seguía bastante magullada, pero de nuevo volvió a demostrarnos que esta no es necesariamente una razón para que el concierto baje enteros o para que su peculiar forma de cantar se vea especialmente mermada, muy al contrario de lo que muchos podrían pensar. De hecho, el único “pero” que le podemos poner al show que presenciamos en Granada es que la voz estuvo durante todo el concierto algo más baja de lo que debería. A pesar de este detalle, el bolo no se vio empañado para nada y el sonido fue bueno, pudiéndonos así dar el gustazo de disfrutar una vez más de las mejores composiciones clásicas de la banda: temazos como “Symphony of destruction”, “Mechanix” o “Tornado of Souls” fueron recibidos, lógicamente, con los brazos abiertos por un público deseoso de sacar el jugo a todas y cada una de las notas que llegaban a sus oídos. Los nuevos temas, si bien no causaron tanto movimiento en las primeras filas, fueron recibidos en muchas ocasiones como nuevos clásicos (cosa que obviamente no había sucedido con los últimos discos de la banda hasta ahora), siendo “Die Dead Enough” y “Kick the Chair” los dos temas más destacados.

Mención aparte merecen “Hangar 18”, cuyo final apoteósico de nuevo fue interpretado con fiereza para que nuestro vello corporal volviera a erizarse por enésima vez como lo ha venido haciendo durante todos estos años, y “Holy Wars”, que fue reclamada por gran parte del respetable a grito pelado durante toda la actuación.

¿Temas sacrificados? Sí, algunos. Entre ellos posiblemente “A Tout le Monde” sea uno de los grandes ausentes.

Por su parte, Glenn Drover volvió a demostrar que se defiende la mar de bien con los solos de Poland, Young y Marty (a pesar de que naturalmente no los clava todos, ya se sabe, es la magia de ciertos guitarristas, sus solos sólo los saben tocar ellos con su estilo singular…) mientras que James McDonough demostró ser un bajista de lo más válido. Shawn Drover, por su parte, si bien cumplió su cometido a las baquetas, demostró que es el que quizá va más justito de los tres, ya que algunas partes quedaban algo más deslucidas de lo que podrían haber quedado con Menza o DeGrasso, aunque no deja de ser una opinión personal.

El estribillo de “Trust” volvió a ser cantado en español (tal y como aparece en la segunda edición remasterizada del “Cryptic Writings”), aunque a diferencia del concierto de Barcelona en esta ocasión pilló algo por sorpresa y me da a mí que a más de uno se le pasaron por alto dichas estrofas.

En definitiva, que posiblemente este fue el concierto del que la gente salió más satisfecha (junto al de FEAR FACTORY) y no es para menos. Sin llegar a la intensidad del show que pudimos vivir algunos en Barcelona, en Atarfe MEGADETH se volvieron a comer el mundo. Una vez más.

Penumbra

THERION – 10 / 10

THERION gozaron del mejor sonido de todo el festival, o al menos del mejor sonido de entre todas las bandas que un servidor pudo presenciar (que obviamente, no fueron todas las presentes). Por compromisos laborales de primer orden, no pude acudir a su última visita a Barcelona, algo que a estas alturas todavía no me perdono, pero me prometí a mí mismo que en Granada nos volveríamos a encontrar, y así fue. Ahí estaban de nuevo los señores Mats Leven, Christofer Johnsson, los hermanos Niemann y compañía demostrando porque son actualmente una de las mejores bandas en directo que existen. Toquen donde toquen y a la hora que toquen, THERION siempre lo bordan. Así lo puedo corroborar tras mis 3 anteriores encuentros con THERION y desde luego, tras lo visto en este Atarfe Vega Rock.

Con un sonido brillante donde la enorme dimensión en el plano sonoro del coro que actualmente llevan THERION gana notoriedad, los temas del combo sueco sonaron cristalinos, poderosos, nítidos y compactos, algo completamente imprescindible en una banda de las credenciales de THERION. Su set-list fue corto, ¡Muy corto!, ¿Pero no se suponía que iban a tocar 1 hora y cuarto? Nada, THERION aguantaron sobre el escenario unos ridículos 45 minutos, algo injusto tratándose de quién se trata, aún así, tiempo suficiente para descargar su artillería pesada con las más recientes “Typhon”, “The blood of Kingu” o “The Khlysti Evangelist” (!!!!!!) y las algo más antiguas “The Rise of Sodom and Gomorrah”, “Seven Secrets of the Sphinx”, “Wine of Aluqah” o “Flesh of the Gods”. Lógicamente, les tocó cerrar con la popular “To Mega Therion”, tema que provocó unos altercados considerables entre las primeras filas.

Mats Leven ha sido lo mejor que le ha podido suceder a THERION en estos casi 20 años de historia. Su voz actúa de forma casi sinérgica con el actual sonido de THERION y en directo, es un pura sangre logrando alcanzar de una manera completamente pasmosa e insultante todos y cada uno de los registros que plasmó en “Sirius B” y “Lemuria” hace unos meses. Es una lástima que su condición de mercenario le lleve a alejarse del seno de THERION en futuras entregas discográficas, algo que indudablemente, sería una trágica y terrible catástrofe. Una vez más, me rindo ante su maestría señor Johnsson. Espero y deseo que nunca pierda ese talento innato con el que ha sido dotado.

Javi Metal

RAGE – 7/10

¡Repámpanos! Hubo algo que sin lugar a dudas resultó toda una sorpresa del concierto de RAGE: ¡No hubo solos de Mike Terrana y Victor Smolsky! Por lo visto han aprendido la lección y han llegado a darse cuenta de que si tienes un tiempo tan limitado para tocar no puedes emplear la mitad de éste en lucimientos individuales. Sin ir más lejos, en su actuación en el Rock Machina 2002 dispusieron más o menos del mismo tiempo para estar en escena y no escatimaron en las divagaciones virtuosas gratuitas a las que son afines.

Esta vez sí que fueron a por faena, de hecho tocaron muy acelerados, bastante pasados de revoluciones y prescindiendo incluso de los alargamientos innecesarios de algunos temas. Aunque, eso sí, no pudieron resistir la tentación de recrearse algo (no demasiado) con los coros del público en “Higher Than The Sky” hasta que los bafles parecieron cansarse de tanto coro y decidieron volver a dejar de funcionar justo cuando Victor comenzaba a jugar con el wah-wah sobre los cánticos del respetable, con lo cual la improvisación que suelen hacer en directo sobre la base del tema original quedó tirada por los suelos de manera vil. Una vez se restablecido el sonido de la guitarra (y van…) retomaron el estribillo para terminar la canción rápidamente y pasar a otros menesteres.

Estaba claro que si tan sólo iban a tocar seis composiciones no iba a haber margen para las sorpresitas. Y así fue: “Down”, “Don’t Fear the Winter”, “Black in Mind” y un simplificado “Firestorm” fueron los demás temas con los que nos despedimos del festival granadino. El público tampoco pidió mucho más, ya que las horas intempestivas y el cansancio acumulado a buen seguro tenían a más de uno a punto de caer al suelo desplomado. Bastante público para ser la hora que era y recibimiento más caluroso del esperado dadas las circunstancias. Los músicos, como siempre, impecables, especialmente Victor, que siempre me ha llamado más la atención que el omnipresente Terrana. A título personal, eché de menos que interpretaran “From the Cradle to the Grave” para dar el contrapunto sinfónico a la avalancha sónica de los temas más cañeros. Pero finalmente no pudo ser y nos quedamos sin ninguna canción de la etapa orquestal de la banda.

Penumbra

ATARFE VEGA ROCK (o como invadir Polonia empezando por Granada)

A veces, uno se plantea por qué hace ciertas cosas aún a sabiendas de que se va a arrepentir, pero es el signo de los tiempos. Igual que estar al borde de la dolorosa treintena y verse reducido al mismo patético estado de ebriedad quasi-subnormal de la lejana juventud. Todo esto no es más que huera palabrería para referirme al estado de nauseabundo alcoholismo al que me vi abocado durante el festival que hirió tierras andaluzas este pasado fin de semana. Y es que las malas compañías son lo peor que hay, ya se sabe…

Ahora podría comenzar a relatarles las andanzas musicales de las bandas que allí se dieron cita (Candlemass sublimes, Therion también, al resto no los vi, no me enteré o no me interesaban), o podría lanzarme a una pintoresca descripción del metaleo patrio que por allí pululaba (mandan huevos, que diría un ex ministro). También podría explicarles como el domingo por la mañana creí haber despertado en Siberia envuelto en la bruma infernal de la resaca, rodeado por un paisaje nevado y sintiendo como un viento helado atenazaba mis huesos y hería mi espíritu, todo ello mientras el señor Raymond Herrera y su muy honorable madre (la señora Rosa Herrera) se desayunaban huevos con chorizo en la cafetería del hotel. También podría dar fe de que en Therion hay quién fuma sustancias sicotrópicas y quién está un rato largo de buena. O podría confesar que un asiduo colaborador de esta casa (cuyo nombre comienza por J y acaba por avimetal) se pilla unas cogorzas muy importantes y no se entera de lo que pasa en los escenarios, lo cual le lleva a… Bueno, lo dejaremos aquí.

Podría hacer todas esas cosas… Pero no lo haré. Les diré que lo que podía haber sido una epifanía espiritual del Metal en austera tierra granadina se quedó en una mera merienda de colegas, amenizada por unos grupos que vinieron a tocar y pasar frío hasta el sur de España. No soy muy asiduo de festivales y demás colectividades de escuchadores de música, y eventos como este Atarfe me confirman el por qué. Siendo de natural poco dado a la amistad fácil y mentirosa de los colectivos humanos forzados (aquellos que lo son por circunstancias, no por voluntad), me resulta extraordinariamente complicado disfrutar del placer de la compañía de varios centenares de melenudos obscenos durante más de pongamos un par horas, que es lo que dura un concierto normal. Por otra parte, he observado que la propuesta musical de las bandas se ve empeorada notablemente cuando acuden a tocar en un festival (me lo confirmaron los propios miembros de Therion “Hoy toca repertorio de festival”), motivo por el cual prefiero ver conciertos lo más unitarios posible y si es casi a solas, mejor. Llámenme patético esquizoide pero así son las cosas.

Por cierto y ya para acabar quiero enviar un saludo desde aquí al colega que se quedó dormido de pie apoyado en una puerta y con el que se hicieron fotos varias personas. Yo no pude verte personalmente, pero me han contado de tu hazaña. Personas así son lo que necesitamos. Sigue adelante y hallarás la luz al final de tu túnel. Ojalá yo pudiera hacer lo mismo, pero con tanto frío me cuesta dormir. A los demás, que la oscuridad no os atrape, un saludo.

Julkarn