¿ESPAÑA ES HEAVY?

Según parece hoy empieza a serlo. ¿Es realmente cierto?

¿ESPAÑA ES HEAVY?

Pues que yo sepa, hasta el momento, no lo es. Y no creo que porque un programa de televisión se haya adornado con ese lema lo vaya a ser por arte de magia. La magia como tal no existe, es todo producto de la imaginación; los trucos sí existen, y así puedes engañar y condicionar a la gente, haciéndola creer algo que en realidad no es ni está pasando. Ilusionismo. Y esa frase, tal cual, es un truco más.

Las fórmulas en este país, en el ámbito musical, ya sabemos cómo son desde hace unos años. En los 80 había algunos programas de música en televisión que, aunque fuera en playback, llevaban a grupos de rock a actuar. En los 90 también. Eran otros tiempos. No deja de ser curioso que cuantos más canales hemos ido teniendo, menos espacio ha habido para el rock en la televisión… o incluso en los grandes medios. Un programa de televisión marcó los patrones a seguir hace ya más de diez años, y desde ahí pocas fórmulas han tenido aceptación si se salían de esos parámetros. ¿Ocurrirá ahora lo mismo? Lo dudo.

Las modas vienen y van, son efímeras. No creo que este fenómeno televisivo pase más allá de ver a más gente por la calle con camisetas de AC/DC o IRON MAIDEN, por poner dos ejemplos notables. Los mismos a los que les preguntas que te digan cinco canciones de ellos y difícilmente te dicen más de dos. En otras palabras, a lo que más va a afectar es a la moda estética y a quien se lucre en ese ámbito; es hora de montar una tienda de ropa. Y por donde ha venido esa moda, se irá. No afectará a la gente que lleva cinco, diez o veinte años metida en un mundillo que no tienen mucha salida en este país, y ya lo siento por ellos. ¿Por qué siguen entonces? Por diversión, por ser fieles a sus gustos, por seguir persiguiendo un sueño al que difícilmente llegarán… con todo el esfuerzo y sacrificio que lleva en muchas ocasiones. Sí, ese mismo que desconoce mucha gente. Esto no es una crítica a gente que prueba suerte en un programa intentando acortar pasos hacia el reconocimiento, ni mucho menos. Ojalá sirviera para algo más que para alejar al rock y al metal de los estereotipos que llevan metidos hace años. El problema es que los van a acrecentar. Vuelvo al programa: hace unos días me pasaron un vídeo donde una miembro del jurado hacía referencia a que el (ahora) ganador quería saludar a sus abuelos (o dedicarles su actuación, ahora no recuerdo); que viéndole con sus pintas, su pelo, su agresividad era algo impensable para ella. La contestación no pudo ser mejor ni más adecuada: “ante todo soy persona”. ¿Que qué hacía viéndolo? Es simple, pues para opinar hay que hacerlo con conocimiento de causa. Pero recordad amiguitos: siempre hay que aparentar mala ostia, no tenemos sentimientos y tenemos que estar cabreados con el mundo. Eso con quince años puede colar, pero que opinen así gente rozando los cuarenta viéndolo desde fuera clama al cielo.

Camiseta de un grupo (o negra en su defecto), vaqueros negros (o pantalones de cuero), una cadena… ¿eres heavy? Melena, barba… ¿eres heavy? Cuando alguien tiene que decir “soy heavy”, como ocurrió en el programa por parte de su jurado, es que algo falla. ¿Es necesario proclamarlo? Al menos yo no necesito hacerlo, y no por mis pintas. Vamos, que me gusta la música de ese estilo, pero no por ello tengo que ser o dejar de ser algo. ¿Qué llevo camisetas de grupos? Efectivamente, muchas veces. ¿Hace que me guste menos ese estilo si llevo una camiseta roja o verde chillón? Al parecer, para algunas personas, sí. Pues no, me sigue gustando igual o más. Y lo mismo disfruto de un grupo de death metal como a los cinco minutos me pongo un disco de DEPECHE MODE, por poner un ejemplo recurrente. Algunos siguen pensando que eso no entra en nuestras cabezas, que son gustos incompatibles.

“España no es heavy”. Yo lo tengo claro. Cuando vea ganar el mismo dinero que a otros a muchos amigos que están relacionados con el estilo, entonces puede que me lo crea. No me refiero solo a músicos, que es la profesión más visible. Me refiero a periodistas, fotógrafos, promotores y todo lo que rodea a una estructura que, por desgracia, en este país dista mucho de otros situados al norte de Europa. Cada día, cada mes y cada año voy conociendo a más gente, y ninguno es que seamos especialmente optimistas al respecto. Cada uno se busca la vida como puede, y a veces llega a ser muy complicado, teniendo que adaptarse a las circunstancias o directamente abandonando ese sueño. El día que veamos en un foso de un concierto de un grupo de aquí al mismo número de fotógrafos que a uno medianamente mediático extranjero (no me refiero ya a grandes rockstars), entonces quizá me lo empiece a creer. Bueno, que digo foso: el día que vea al mismo número de personas asistentes. Con eso me valdría.

Dejo para el final el caso aparte de no mencionar a STRAVAGANZZA en el último programa, por sentirme cercano al entorno del grupo. Una versión metalera de ‘El Hijo de la Luna’ de MECANO adaptada para Rafa, así fue descrita. Que yo sepa (y muchos dieron cumplida cuenta ayer en las redes sociales), esa versión fue adaptada por Pepe Herrero, Patricio Babasasa, Carlos Expósito (o Dani Pérez) y Leo Jiménez. Precisamente en el Facebook Oficial de este último se pudo leer ayer la indignación al respecto, y no es de extrañar. Y eso es una VERSIÓN, en mayúsculas y con todas las letras, adaptando un estilo musical a otro, variando un registro, haciéndola distinta guardando la esencia original, no cantar la canción de otro. En el caso que nos ocupa, se cantó la canción de otro ya adaptada. ¿Qué ahora el programa o la cadena puede rectificar? Claro, a toro pasado todo es más fácil. Pero lo que quedará en la retina del espectador habitual del programa es lo del propio programa y no lo posterior: el hecho de que hicieron algo especial para un cantante, cuando eso lo había hecho un grupo seis años antes.

Repito que esto no es una crítica a los concursantes, sino a lo que rodea (y rodeará) a un programa y las consecuencias que tendrá. De momento, nosotros seguiremos a lo nuestro, que es seguir informando como llevamos haciendo los últimos diez años; por mi parte, cinco y medio, la mitad de lo que lleva de vida esta web. Y lo seguiremos haciendo sin distinción de aquí o allá, apoyando a los grupos que lo merecen y aportando nuestro granito de arena a la escena, que es lo que nos toca y seguiremos haciendo, como mínimo, los próximos diez años.