Pink Floyd no volverán jamás: la monstruosa suma por la que han vendido su música y marca
Pink Floyd vende sus derechos de música grabada, nombre y imagen a Sony por una cantidad monstruosa, marcando el fin de una era para la banda británica.
Pink Floyd ha vendido los derechos de su música grabada, nombre y marca a Sony Music por una colosal suma de 400 millones de dólares. La noticia, confirmada por Financial Times y Digital Music News, marca el fin de una larga espera por parte de los fanáticos, ya que se esperaba este acuerdo desde hace tiempo.
Fin de la batalla entre Waters y Gilmour
Durante años, las tensiones entre los miembros fundadores del grupo, David Gilmour y Roger Waters, obstaculizaron cualquier tipo de acuerdo. Las disputas entre ambos, sumadas a los problemas relacionados con la estructura fiscal del trato, fueron algunos de los principales puntos que retrasaron la firma. No obstante, Gilmour había expresado su deseo de vender. “Deshacerme de las decisiones y las discusiones relacionadas con mantenerlo todo en marcha es mi sueño”, afirmó. “No me interesa desde el punto de vista financiero, solo quiero salir del baño de lodo en el que se ha convertido desde hace un tiempo”.
Este acuerdo no solo representa un cambio importante para la banda, sino también para la industria musical en general, ya que Pink Floyd era uno de los últimos grandes nombres de la música moderna en vender su catálogo. Antes de ellos, artistas como Bruce Springsteen y Bob Dylan ya habían dado el mismo paso.
¿Qué implica este acuerdo?
Con la venta de sus derechos, se espera que la música de Pink Floyd comience a aparecer con mayor frecuencia en películas, programas de televisión, videojuegos y otros medios. Sin embargo, cabe destacar que este acuerdo solo incluye los derechos de las grabaciones, no los derechos de composición de las canciones.
Sony ha demostrado en repetidas ocasiones su capacidad para manejar este tipo de adquisiciones. De hecho, la compañía también posee los derechos del catálogo de artistas como Queen, por el que pagó más de mil millones de dólares.
¿Y qué pasa con los miembros restantes de Pink Floyd?
En cuanto a los miembros vivos de Pink Floyd, Gilmour sigue evitando cualquier contacto con Roger Waters, mientras que el baterista Nick Mason se ha mantenido activo con su banda paralela, Saucerful Of Secrets, la cual se centra en el material de los primeros años de la banda. Mason, el único miembro original que sigue tocando en vivo, ha hecho de su proyecto una forma de mantener viva la esencia de Pink Floyd, mientras que Gilmour parece haber encontrado en esta venta un alivio para dejar atrás las disputas con Waters. Su nuevo disco en solitario «Luck and Strange» le ha lanzado de gira nuevamente mientras Roger Waters parece tomarse una temporada de descanso de los directos.
Aunque ni Pink Floyd ni Sony han hecho declaraciones oficiales respecto a este nuevo acuerdo, es evidente que marca el fin de una era para la influyente banda británica, cuyo legado ahora quedará en manos de una de las compañías más grandes de la industria musical.
Un futuro más comercial para Pink Floyd
Este tipo de acuerdos no es inusual en la industria actual. Empresas como Sony, Universal y BMG buscan constantemente adquirir catálogos de artistas legendarios para rentabilizar la música a través de licencias y derechos en diversos medios. Con esta compra, la música de Pink Floyd podría llegar a una nueva generación de oyentes, introduciendo clásicos como “Wish You Were Here” o “Comfortably Numb” en contextos totalmente nuevos.
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