La banda británica (o lo que queda de ella), inicia una acción judicial contra la discográfica con la que firmaron hace 40 años.

Los británicos PINK FLOYD (o lo que queda de la banda, si es que se puede hablar de banda actualmente), inició el pasado martes 9 de Marzo una acción judicial contra la discográfica EMI. El motivo principal es la forma en la que el sello está vendiendo su música de forma digital.

Según Press Association, la banda, que firmó contrato con EMI hace 40 años, y cuyas ventas sólo han sido superadas por THE BEATLES, no está conforme con en el reparto de los derechos de autor y de la publicidad de su música a través de Internet. De hecho, el abogado de la banda, Robert Howe, se defiende ante el Tribunal Superior de Londres mostrando una cláusula contractual  que existe en el contrato que "prohibía expresamente la venta de distinta forma que el forma original". Esto es, la separación de las canciones para su venta.

La postura contraria, es decir, EMI, afirma que esa cláusula  "sólo se aplica al producto físico y no se aplica a la venta por internet".

Hay queda eso, ¿quién le iba a decir a PINK FLOYD que años después se podrían separar las canciones que se incluía en un vinilo, y meterlas en un aparatito llamado iPod para escucharlas mientras se hace footing?