El cantante, que ha vivido una vida repleta de excesos, sorprendió en una reciente entrevista contando una nueva situación en la que se vio involucrado en el pasado.

Las aventuras de Iggy Pop

La historia de Ozzy Osbourne esnifándose hormigas en una piscina junto a Mötley Crüe forma parte ya de la cultura popular, un aliciente más para convertir al príncipe de las tinieblas en uno de los referentes (no solo musicales) del panorama rockero mundial. Pese a ello, hay otras anécdotas que aún no se han contado de una época donde los excesos marcaban el día a día de los artistas de medio mundo. Sin duda alguna, Iggy Pop es uno de los más controvertidos de la historia, con cortes encima del escenario y con un abuso de las drogas a lo largo de los años que le han convertido en uno de eses especímenes que aún ahora nos cuesta creer que sigan vivos. En una reciente entrevista para ‘The Jonathan Ross Show’, el cantante ha explicado una anécdota más de su ajetreada juventud.

Preguntado por sus batallas más salvajes, Ross le preguntó a Iggy sobre el día en que metió la lengua en un enchufe eléctrico. «No era, un enchufe, era el transformador de un tren eléctrico», contestó Iggy. «Aunque hay algo mejor, una vez probé de fumar la tela de araña. Por algún lado tienes que empezar. Fue una experiencia dura».

Consejos para sobrevivir

¿Cómo puede seguir con vida Iggy Pop a estas alturas de la película? «Mi psiquiatra me dijo en los 70 que tenía una muy buena fortaleza, que sabía cuando quería ir a un sitio y cuando quería retirarme. Soy un tipo muy conservador en mi vida diaria. De hecho, me voy a la cama temprano», explica el cantante. De hecho, la actividad del vocalista se ha ido reduciendo a lo largo de los últimos años y solo tiene dos actuaciones más programadas para el futuro, una en Londres y otra en Nueva York. Lanzó su último trabajo titulado ‘Free’ el pasado mes de septiembre, después de que el aclamado ‘Post Pop Depression’ fuera un éxito absoluto alrededor del mundo.

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