Michael Kiske (Helloween): “Antes de anunciar que nos reuníamos tuvimos que comprobar si nos llevábamos bien”
Después de una espera de tres décadas, el disco más esperado del heavy metal en la historia reciente ya está aquí. Helloween dieron un golpe sobre la mesa cuando, en 2017, reincorporaron a la banda a su vocalista clásico Michael Kiske y al fundador y alma mater de la banda en los años 80, Kai Hansen. Con esa formación aumentada de siete miembros, giraron por todo el planeta con un éxito que ni ellos mismos habrían llegado a anticipar.
Ahora, este viernes 18 de junio, sale a la venta el disco homónimo de la banda. Toda una declaración de intenciones por parte de un grupo del que muchos posiblemente consideran que ya pasó el momento. Nada más lejos de la realidad: la experiencia es un grado y que cinco compositores se pongan a trabajar con la intención de crear un disco a la altura de la época más legendaria de la banda (cuando “Keeper of the Seven Keys I & II” asolaron el mundo del heavy metal) tan solo puede tener un resultado excelso.
A lo largo del mes de marzo pudimos departir tranquilamente con Michael Kiske, Andi Deris y Michael Weikath en tres largas e interesantes entrevistas que ahora recogemos en la web para hablar del nuevo disco de Helloween.
Al principio no podía imaginarme una gira de Helloween contigo a la voz. Luego no podía imaginar un disco de Helloween contigo a las voces.
Durante mucho tiempo, yo tampoco.
¿Tenías cierta incredulidad mientras cantabas esas canciones en el estudio? Ya sabes: “¿qué demonios hago aquí?”
Tuve un momento muy concreto así. El año pasado, en febrero, volé a Tenerife para grabar las voces junto a Andi Deris. Queríamos hacerlo juntos, probar las distintas partes y ver qué encajaba mejor para cada uno de nosotros. Si una parte no era cómoda en el estilo de uno de nosotros, se la podíamos pasar al otro. Creo que era la manera idónea de grabar voces y de hacerlo con sentido. El caso es que fui a Tenerife y recuerdo estar sentado en el jardín de su casa. Yo me estaba levantando porque íbamos a empezar a grabar. Por la mañana, el productor Charlie Bauerfiend suele estar preparando las pistas para que grabemos, así que yo estaba tomando un café y charlando con Andi. Charlie vino y nos dijo que ya estaba listo.
En ese momento, Charlie dijo “Michael ¿tienes las letras?”y le dije que no. Andi interrumpió y dijo “espera Michael, que voy a buscártelas”. Andi fue a su pequeña oficina y vino con las letras en la mano, con una sonrisa en la cara, y me las dio. En ese momento me golpeó. Le dije, y se lo puedes preguntar, que esa escena en la que Andi Deris va a buscarle las letras a Michael Kiske para cantar juntos un tema de Helloween era algo que jamás, en un millón de años, habría imaginado sucediendo.
Así es la vida. La vida es brillante a veces.
Las bandas de rock que han sufrido cambios de vocalista y también sus fans tienen esa tendencia a enfrentar a los vocalistas y sus legados, incluso escogiendo bandos. Los AC/DC de Bon Scott y los de Brian Johnson, los Van Halen de David Lee Roth y los de Sammy Hagar e incluso, durante muchos años, los Helloween de Kiske y los Helloween de Deris. Éste debe ser el único caso en la historia donde ambos vocalistas han sido incorporados a un proyecto común con éxito y cierta naturalidad.
Creo que ninguna otra banda lo ha hecho. ¿Te suena algún caso donde una banda tenga un cantante, este se vaya, y entre uno nuevo y luego vuelva el antiguo y el nuevo también se quede? Creo que ninguna banda lo ha hecho. Esto es lo más guay de todo esto. Que lo hacemos todo juntos. Es único.
“Durante mucho tiempo, yo tampoco podía imaginarme cantar en un nuevo disco de Helloween”
La manera en que trabajasteis las relaciones personales fue inteligente. Creo que fue Andi quien me explicó hace un tiempo que, antes de anunciar la gira de reunión, pasasteis unas semanas juntos de vacaciones en Tenerife, yendo a la playa y emborrachándoos y divirtiéndoos para ver si había una amistad.
Eso fue totalmente necesario. Antes de decidir si volvíamos a tocar juntos y antes de anunciarlo teníamos que ver si podíamos llevarnos bien a nivel personal. Jan Bayati, nuestro manager, nos lo dijo: si no os lleváis bien no vamos a hacer la reunión porque no tiene sentido. Si no podéis caeros bien, no va a funcionar. Así que volé a Tenerife para ver que tal funcionábamos y funcionamos muy bien.
No conocía a Andi previamente. Le conocía a distancia y le conocía de las fotos y de Pink Cream 69. Incluso le había visto en persona una vez, cuando estaba en un restaurante alemán donde había quedado para comer con Michael Weikath, que le estaba esperando. Pero no le conocía a nivel personal. No nos conocíamos a ese nivel y me sorprendió ver lo bien que nos llevábamos como personas. Si eso no hubiese sucedido, no estaríamos tu y yo hablando ahora sobre Helloween. Tampoco habríamos hecho un disco de Helloween si la gira de 2017 no hubiese funcionado a nivel personal.
Hicimos un contrato en 2016 solo para la gira del año siguiente, cuando decidimos que iríamos adelante. Hicimos contratos hasta el final de la gira por si nos acabábamos odiando a muerte. Y dado que funcionó bien -aunque fue una gira dura no hubo peleas ni discusiones- comenzamos a valorar la opción de hacer un disco de estudio. Paso a paso.
Todos los miembros de la banda pasáis de los cincuenta años. A los 20 y a los 30 la testosterona sigue mandando. ¿Crees que ese cambio a nivel personal, esa relajación propia de la mediana edad, era necesario para poder entenderos?
Hay parte de eso. También tengo una convicción muy fuerte acerca del destino y de que algunas cosas están destinadas a suceder. Vivimos favoreciendo a nuestros egos. Nos gusta engordarnos con nuestros triunfos. Solo queremos las guindas. El ego quiere salud, belleza, amor, lujo…el ego solo quiere la parte cómoda de la vida. Pero no estamos aquí para eso. Nacemos para aprender. El sentido de la vida es aprender algo. Para eso has de pasar pruebas, exámenes y fases dificultosas. Todo esto ha sido parte de ello. No fue fácil para mí estar en una banda como ésta en los años 80 y pensar que estos chicos eran mis hermanos y de golpe verme alienado y convertido en su enemigo durante años. Fue muy difícil para mí pero también aprendí mucho de ello.
Lo de crecer no es solo algo físico, no es solo cumplir más de cincuenta años y no estar tan condicionado por la testosterona. Hay parte de eso y tiene una influencia que al hacerte mayor seas más sabio, incluso biológicamente. Pero lo más importante es el aspecto espiritual. Si quieres crecer, creces. Sería muy triste ser la misma persona con 50 años que con 19 años ¿no?
También creo que vuestra posición en el negocio de la música es más confortable ahora. En 1988 estabais conociendo el éxito, teníais una presencia muy paternalista a vuestro alrededor como la de Karl Walterbach (el dueño de Noise Records) y una enorme presión para conseguir más y más. Ahora sois el tipo de banda que puede ser cabeza de cartel en un festival y que puede hacer a un promotor ganar mucho dinero en una noche. La posición es más dominante para Helloween ahora y eso, imagino, os da cierta paz.
Tenemos un gran management ahora, algo que no teníamos en los años 80. Gente en la que confiamos. Es gente que conocemos personalmente desde hace mucho tiempo, como Jan Bayati o Kosta Zafiriou. Jan es un gran tipo y me cae muy bien como persona. Confío mucho en él. Es algo totalmente distinto a lo que vivimos en los años 80. Para Kai y para mi esto es algo nuevo. Ser parte de una familia donde todo el mundo trabaja con un mismo objetivo y con un buen management tras de ti es algo novedoso. En los 80 era justo lo contrario, totalmente, y eso rompió a la banda. Toda la negatividad del negocio que nos rodeaba nos quemó. Y una banda nunca debería tener que estar preocupándose por el negocio y todo eso. Esta situación es distinta. No hemos cambiado nosotros únicamente, sino todo lo que nos rodea. Evidentemente hay un factor a tener en cuenta en el valor de la marca Helloween, que está más que consolidada, pero sin un buen management eso no sirve de nada. No es interesante para los fans escuchar o leer esto pero es tremendamente necesario para que una banda funcione.
No sé si leíste el libro de Karl Walterbach, “Damn the Machine”, donde hablaba largo y tendido de vuestros primeros años como bands y de vuestras relaciones interpersonales.
No lo he leído y no pienso hacerlo, pero he oído hablar de él. La mayor parte de lo que he oído sobre el libro es basura. Este es un tío que, sin querer demonizarlo porque se que tiene un lado bueno, sólo se preocupa de sí mismo. Ese libro está ahí para fomentar una determinada imagen sobre él. Es propaganda de su persona. Probablemente incluso se la cree. A menudo hemos de creernos cosas para conseguir que los demás se las crean ¿no? Pero él ni siquiera estaba ahí con nosotros. A veces escribe sobre cosas que pasaron en la banda que no puede saber, porque no estaba allí. Creo que en algún punto escribió algo así como que yo intentaba liderar la banda o algo así y eso es mentira, porque no soy una persona que intente pasar por encima de nadie. Yo me lidero a mí mismo, a mi propia vida. Además, en Helloween nunca hubo un líder. Hubo unas ciertas dinámicas y unos ciertos equilibrios. Kai era una fuerza artística más determinante que Markus, quien no componía tanto dentro de la banda, claro. Pero nunca hubo un líder. Walterbach habla de cosas tal y como le gustaría que hubiesen sucedido pero él no estaba ahí. Estaba sentado en su oficina timando a sus bandas y ahora intenta dárselas de inocente pero no me creo una palabra de lo que dice, lo siento.
“Toda la negatividad del negocio que nos rodeaba nos quemó. Y una banda nunca debería tener que estar preocupándose por el negocio y todo eso”
Una de las cosas que extraje de ese libro es la tremenda competición que existía entre Iron Maiden y Helloween en 1987/1988 y, particularmente, las intenciones que existían a nivel de management y discográfica por convertiros en una banda de similar estatura. No creo que fuese muy agradable. ¿Qué recuerdo te queda de aquella época? ¿Melancolía o cierta ansiedad?
Fue un gran periodo. No lo veo como algo negativo porque todo fue parte de un aprendizaje y has de pasar por todas esas cosas, sin duda. Honestamente, Helloween nunca quiso competir con Iron Maiden. Eramos fans de la banda. Como adolescente era fan de Judas Priest, Iron Maiden, Ronnie James Dio y Queensryche. Nunca las vimos como competición. Las bandas no suelen ver a otras bandas como competencia. Los managers sí y las discográficas también. Pero los músicos no pensamos así. No funciona así. Si nosotros hacemos un gran disco, eso no hará que el disco de Judas Priest sea menos bueno. Cada banda se aguanta sobre sus propios logros. Además, los fans no son fans de una única banda. Cuando yo era un fan del heavy metal en los 80 era un fan de Black Sabbath, de Maiden, de Priest y de Queensryche. Siempre tienes a unas bandas en un pedestal determinado y, para mí, esas eran Priest y Maiden. Pero nunca me gustó solo una banda, sino varias. Y los fans compraban los discos de ambas bandas.
Lo de la competición era más fuerte dentro del seno de la banda. Había mucha competitividad entre Weikath y Hansen, por ejemplo. Ahora Weikath es distinto. Ha cambiado totalmente. No discute, dice como se siente. ¿En los años 80? Se peleaba con todo el mundo, por su ego. Así que la competitividad estaba dentro de la banda. Durante un tiempo fue constructivo porque los miembros del grupo se iban picando con sus composiciones y eso daba lugar a grandes canciones. Pero cuando Kai se fue de la banda, el equilibrio se rompió y las cosas dejaron de funcionar. Súmale los problemas legales y todo lo que nos sucedió con la compañía de Karl Walterbach y tienes el origen de muchos problemas. Pero ¿la escena? La escena era maravillosa. Muy fructífera y con grandes bandas en su mejor momento.
El éxito es importante. El hecho de haber tenido éxito, vaya. Yo he conocido a todos mis ídolos. A cualquier artista que adorase cuando era un adolescente, da igual quien sea, le he podido conocer personalmente. Cuando toco en un festival, como me pasó con Unisonic, y Ozzy es el cabeza de cartel, le pedimos a alguien de su staff ver el concierto desde el lateral del escenario y todo son facilidades. Sin problema. Te dan tus pases. Pero las bandas medianas que no tienen tanto éxito actúan como superestrellas y lo complican todo. Los que han tenido verdadero éxito son fáciles. Cuando tienes éxito te suavizas, porque ya te has demostrado algo en un área determinada y te relajas. Cuando estás peleando por crecer y subir peldaños en la industria es cuando te comportas de una determinada manera, como si eso te fuese a hacer ser más exitoso. Creo que cuando ya has vivido el éxito no te ves en necesidad de probar quien eres continuamente.
No tienes ningún crédito como compositor en éste nuevo disco. ¿Es una cuestión de confianza en Deris, Weikath y Sascha Gerstner o de que no sabías cómo afrontar la composición de temas de heavy metal en pleno 2020?
Nunca fui el típico compositor de heavy metal. Incluso en mis años más heavies compuse algunas canciones que sigo viendo como heavy, pero que son muy distintas. Una canción como ‘We Got The Right’ está considerada como una canción típica de Helloween pero cuando yo la compuse no era así. Tenía los versos, el puente y el estribillo pero fueron Helloween quienes la hicieron sonar como Helloween. Hoy en día, cuando compongo canciones, son más propias de un cantautor que de un grupo de power metal, así que di un paso atrás con éste disco y les dejé hacer. A fin de cuentas, tenemos a un montón de compositores en la banda, entre Kai, Andi, Sascha, Weiki y Markus. Pensé “si todos ellos van a componer, para qué meterme”.
Hice un intento de componer con Sascha para ver qué tal se nos daba, especialmente de cara al futuro. Sascha es mi compañero. Tenemos una conexión espiritual muy grande, así como con Andi. Con los demás tengo una conexión humana, pero con Andi y Sascha, es espiritual. El intento de componer fue inocente. Incluso hicimos un tema pero no llegamos ni a enseñárselo al resto de la banda, no hacía falta. Yo me lo tomé con calma, di un paso atrás, dejé componer a los demás y puse mi voz.
“Cuando tienes éxito te suavizas, porque ya te has demostrado algo en un área determinada y te relajas. Cuando estás peleando por crecer y subir peldaños en la industria es cuando te comportas de una determinada manera, como si eso te fuese a hacer ser más exitoso. Creo que cuando ya has vivido el éxito no te ves en necesidad de probar quien eres continuamente”
¿Te preocupaba que las letras del disco representasen tus valores o creencias? O, por así decirlo, que pudieses cantarlas con convicción y paz. ¿Fue ese un tema a tener en cuenta?
Eso fue fácil. No pensamos tan diferente. Incluso Weiki, con lo retorcido que es expresándolo, quiere el bien en sus letras. Nadie de esta banda es un satanista o algo así. Nadie piensa que ser malvado y no tener corazón sea un don. Andi es una persona muy espiritual y tiene una esposa muy espiritual. Sascha también lo es. Dani (Löble, batería) no es espiritual pero tiene muy buenos valores. Ninguna de las letras del disco me supuso un problema. A veces cambias una palabra porque no queda bien o porque no encaja con el rango o la velocidad de la canción, pero ya está. No podría cantar canciones con las que no estuviese de acuerdo, pero no fue el caso. Todos buscamos lo mismo con las letras de Helloween.
Una de las cosas que se me hicieron evidentes escuchando el disco en su totalidad es cuán negativo se ha vuelto el heavy metal en tiempos recientes: la temática, las afinaciones, etc. El disco de Helloween me dio ganas de vivir, es un disco tremendamente positivo. Los acordes mayores que se usan en las canciones, las letras, el mensaje…
Siempre fuimos así nosotros. Era la identidad de la banda. Cuando yo estaba en la banda ese era nuestro espíritu y no era forzado: es que así eran nuestras personalidades. Eramos idealistas. Por mucho que cuando era joven me gustase la música muy heavy, nunca me gustó la negatividad implícita en muchas bandas. No es lo que el mundo necesita. Promover la oscuridad interior no es necesario. A veces puedes lidiar con el lado oscuro de la vida y usar sus elementos pero no hace falta idealizarlo. Puedes hablar del lado oscuro de manera constructiva pero en el metal muchas bandas pasaron a idealizar la oscuridad, la inhumanidad y la brutalidad. Nunca me gustó y ese fue uno de los motivos por los que me alejé de la escena del metal durante largo tiempo.
Helloween es heavy, es enérgico, es rápido…pero nunca es negativo. El otro día estaba escuchando el disco completo junto con la prensa, por primera vez, y me quedó la misma impresión que a tí: es un disco muy positivo, cargado de energía y las letras van todas en la misma dirección aunque haya compositores distintos. No es un disco conceptual y, aunque las canciones se compusieron antes de la pandemia, parece que estábamos percibiendo que había algo en movimiento. El espíritu de las letras parece estar lidiando con lo que nos iba a venir encima. Subconscientemente parecía que sabíamos que algo grande iba a suceder. A veces, los artistas tienen la antena más receptiva que el resto de personas ante los cambios en la sociedad.
El otro día hablabas con entusiasmo de una balada que no ha llegado a entrar en el disco.
¡Es la mejor canción! La mejor de todas las que hemos hecho. Es una balada de Andi y estaba seguro de que iba a entrar en el disco porque era genial. Pero no pensaban que estuviese arreglada de la manera adecuada. Es posible, no lo sé, pero sé que no se va a perder y que quizá aparece en el próximo disco. Me habría gustado que estuviese en este disco para compensar tanto heavy metal (risas).
¿Cuál es el mayor reto con el que te has encontrado en éste disco a nivel vocal? Imagino que organizar lo que canta cada uno no debe haber sido simple.
Fue muy fácil entre Andi y yo porque trabajamos juntos en todo el proceso. Solo buscábamos qué voz quedaba mejor en cada canción. Fue algo distinto con Kai. Kai es más egotista cuando se trata de estas cosas. Fue muy complejo conseguir que ‘Skyfall’ quedase tal y como es. Todo estábamos de acuerdo en que es una canción del estilo de los ‘Keepers’, probablemente la única canción que tiene ese espíritu. Todo el mundo pensaba que yo debía cantarla, con pequeñas intervenciones de Andi y Kai, pero Kai quería cantar la mayor parte de las voces del tema. Me gusta cuando canta y creo que siempre debería cantar en los discos de Helloween pero el resto de la banda estaba de acuerdo en que ‘Skyfall’ debía ser tal y como es ahora. Pero llevó mucho tiempo hacerle entender que, en el conjunto del disco, quedaba mejor con mi voz principal. No es un tema de ego: no necesito cantar esa o aquella canción. Pero para el conjunto del disco era mejor tal y como es ahora y la banda lo pensaba así. Pero no fue fácil, nada fácil, y nos llevó una larga pelea con Kai que entendiese que él no debía cantarla entera.
“Fue muy complejo conseguir que ‘Skyfall’ quedase tal y como es. Todo estábamos de acuerdo en que es una canción del estilo de los ‘Keepers’, probablemente la única canción que tiene ese espíritu. Todo el mundo pensaba que yo debía cantarla, con pequeñas intervenciones de Andi y Kai, pero Kai quería cantar la mayor parte de las voces del tema”
¿Qué canciones te motivan más de éste disco?
Tengo favoritas. La interpretación siempre juega un papel, pero hay canciones que canta Andi que me gustan mucho. Me gustan todas mucho pero mis favoritas son “Out For The Glory”, “Skyfall” y “Fear of the Fallen”. Esas tres me volaron la cabeza. Pero también me gusta “Cyanide”. Las únicas dos canciones que son muy locas para mí, aunque las entiendo ahora, son “Down in the Dumps” y “Robot King”. No son mis favoritas pero ahora las comprendo. Las dos típicas canciones locas de Weiki. Pero ese es su encanto. Su sentido del humor. Es su manera de componer.
No eres un tipo ajeno al aislamiento. Has pasado mucho tiempo por tu cuenta y socialmente desconectado. ¿Cómo has vivido este año de confinamientos y distanciamiento?
Esto tiene muchas capas. Mi yo espiritual ha aprendido mucho. Es una limpieza que nos ha de ayudar a bajar el ritmo y reflexionar sobre las cosas. También es algo que ha traído muchas cosas negativas al primer plano. Si observas la prensa y los medios verás la cantidad de mentiras, medias verdades y tratamientos subjetivos de la información. Es una locura. La información que recibes no es confiable. Eso te muestra todo lo que está mal en el mundo actual.
Espiritualmente, para mí, es distinto. Como músico ha sido frustrante, porque quiero estar de gira. Pero como individuo no ha sido una época muy distinta: paso mucho tiempo en cuarentena de manera voluntaria. Tengo buenos amigos, que necesito y que veo una o dos veces a la semana, pero no tengo problema estando solo. He estado muy creativo en las últimas dos semanas y he compuesto un disco acústico, así que me va bien el aislamiento. No ha sido un gran cambio para mí.
Bien, espero que nos veamos de gira por España en algún momento de los próximos quince años, cuando podamos ir a conciertos de nuevo. Espero que sea pronto.
Soy bastante positivo, aunque todo pinte muy mal todavía. El tema de las vacunas irá a mejor y mejor, y las vacunas en sí se volverán mejores también. Los políticos se volverán algo más sabios también, porque muchas cosas se están exagerando. No digo que no exista el virus, no digo que sea una mentira. Se que es real. Tengo amigos por todo el mundo que me cuentan cosas. Es un virus agresivo pero no es la Gripe Española. No tiene la misma capacidad letal. Por eso te digo que se ha sacado de quicio todo, por parte de los políticos y por parte de mucha gente. Soy muy positivo acerca de que éste verano las cosas mejorarán mucho y que el año que viene está pandemia ya habrá desaparecido. No estoy asustado del virus, para nada.
Parte del problema es que cuando dudas de cualquier cosa, eres un negacionista automáticamente. Una gran parte de la problemática deriva de los recortes y privatizaciones sanitarias, mientras que otro deriva de la manera en que nos relacionamos y vivimos hacinados en grandes ciudades. Pero no se analiza esa parte.
Absolutamente. Todo esto nos ha mostrado que hay muchas cosas que podemos y debemos hacer mejor. Vaya por delante que nunca he tenido un segundo de miedo a infectarme. No tengo siquiera miedo de morir, porque todos vamos a morir. Yo sé donde iré cuando muera. Creo en el destino y en la libre elección para hacer las cosas como queramos, aceptando sus consecuencias. Respecto al virus…si he de cogerlo, lo cogeré. Y si he de morir, moriré. Pero no estoy asustado. Incluso los doctores, aquellos que son razonables y no están consumidos por el pánico te dicen que nadie debería estar asustado. Que el virus no es más peligroso que cualquier otra gripe. Lo que es peligroso es la velocidad a la que se transmite, de modo que mucha gente enferma y el sistema de salud no puede absorberlo. Lo malo no es infectarse, en sí, pero la gente lo mezcla todo. Más del 90% de gente lo pasa de manera asintomática.
Luego hay una cuestión de percepción del riesgo. Yo cojo una moto a diario en una gran ciudad, donde mis posibilidades objetivas de morir son mucho más altas que con el virus. Cogemos aviones, bebemos alcohol o comemos fatal y luego nos preocupa el virus.
No estamos acostumbrados a una pandemia. No sabemos cómo lidiar con ello. Históricamente no es nuevo. Ha pasado muchas veces, pero no a nosotros. Ya nos tocaba, por así decirlo. Estoy muy de acuerdo contigo. La gente lo relaciona todo con el miedo, la gente actúa en base a sus miedos, y eso no te permite tomar decisiones acertadas.
Muchas de las restricciones no tienen una buena base científica, por ejemplo. Se basan más en eludir posibles responsabilidades subsidiarias por parte de políticos e instituciones que en el control real de la pandemia en sí -que, por otra parte, es incontrolable.
Claro. Los políticos también son humanos y esto es un reto para ellos. A menudo no saben hacer otra cosa que restringir. Es algo que tenemos que discutir y reflexionar cuando todo esto pase. Cada país debería hablar sobre ello. Sobre cómo ha sucedido todo y sobre cómo no debería pasar algo así en el futuro. Es una fase de aprendizaje tremenda y habrá cosas buenas que saldrán de todo esto.
Veo a más de un intelectual hablando de un periodo dulce tras la pandemia, algo así como los felices 20 del siglo pasado. Una explosión creativa, hedonista y consumista reactiva a la situación que hemos vivido.
Cuando hablamos de distancia social…es un concepto interesante. Estamos forzados a separarnos unos de otros pero creo que el mensaje, el gran mensaje tras todo esto, es aprender a acercarnos más y mejor los unos a los otros. Ese es el trasfondo. Todo el mundo ha sido forzado a recluirse en sus áreas personales, a mantener una distancia y eso hará que volvamos a valorar lo contrario cuando todo esto acabe. Eso espero.
¿Cuántas veces cancelábamos planes en el último minuto porque no nos apetecía realmente hacer algo? Ahora valoramos mucho más cada interacción social. Porque nadie te las garantiza.
Eso, eso. Exacto. Es interesante que menciones eso. Incluso yo, en mi vida social, he cambiado de una manera brutal. Cuando un amigo me llama y me dice si quiero quedar, ahora siempre digo que si. Creo que eso es ahora más importante que nada más: que tus amigos y la gente que quieres quiera quedar y pasar tiempo contigo. Ahora siempre digo que sí.
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