ENTER SHIKARI: Todas las bandas de metalcore tienden a sonar igual.
Vienen a tocar a España con dos esperadísimos shows en Barcelona (10 de enero, Music Hall) y Bilbao (11 de enero, Kafe Antzokia) acompañados de CANCER BATS. El de Barcelona ya tiene entradas agotadas y al de Bilbao poco le falta. A medio camino entre el post-rock, el hardcore y el ruido, con escarceos cada vez más habituales con la electrónica y con tres discos a cada cual más complejo, ENTER SHIKARI son una de las bandas más interesantes que han aparecido en los últimos años. Salidos del Reino Unido, han sido parte del motivo por el que otros como ARCHITECTS han acabado sacando la cabeza en la escena. Con su último disco “A Flash Flood of Colour” se han acercado un poco más a la electrónica, pero sus directos siguen siendo absolutamente incendiarios y peligrosos. Sergi Ramos se sienta con Liam Clewlow y Chris Batten en el backstage del Sonisphere Festival.
No es la primera vez que tocáis en España. Al principio tuvisteis un éxito más mainstream, especialmente en la época de “Take To The Skies”. Ahora estáis en un festival prominentemente metálico y en unas semanas tocáis en un festival pop-rock como el Bilbao BBK Live. ¿Habéis notado un cambio de percepción por parte del público?
“Cuando comenzamos y editamos nuestro primer disco, hubo una gran atención del público porque sonábamos diferentes a otras bandas y mucha de la prensa más generalista saltó a por nosotros y se creo cierto movimiento a nuestro alrededor. Los fans que venían a ver conciertos eran fans que habían leído sobre nosotros en revistas, esencialmente. Tras eso, el hype se apagó un poco y desde entonces nos hemos quedado con una base de fans más leal y sólida. Y creo que eso es lo mejor”.
¿En alguna ocasión habéis pensado que debido a ese gran éxito del principio la banda no fue tomada en serio por un sector del público? Mucha gente os consideró “el grupo del mes” con “Take to the Skies”, como si fuerais algo efímero y pasajero.
“El caso es que nunca tuvimos a nadie propulsándonos desde la oscuridad, poniendo dinero por nosotros. El hype fue genuino, nadie estaba inyectando dinero en grandes campañas publicitarias. Además, lo hacíamos todo nosotros mismos y creo que la gente respetó eso. El caso es que hubo un rato de fama excesiva y luego nos quedamos en algo más estable”.
Hay una definitiva progresión entre lo que hiciste en “Take to the Skies” y “A Flash Flood of Colour”. ¿Qué es lo que más ha cambiado desde entonces, en vuestra opinión?
“Pienso que ahora tenemos más confianza en nosotros mismos. Nunca hemos cambiado la manera en que tocamos o reflejamos nuestra música. Tampoco tenemos una fórmula con la que trabajemos para hacer música. Que venga lo que venga primero, sea la letra, la música, el ritmo de batería o lo que sea. Siempre hemos tenido la mente abierta a la hora de crear cosas. No obstante ahora, con un tercer disco, somos más confiados. No nos aguantamos nada. Sacamos todo lo que queremos sacar, sin importarnos lo que la gente pueda pensar. Creo que nos sentimos más cómodos con nosotros mismos”.
¿Creéis que la electrónica en la música de la banda encaja mejor ahora que antes?
“Si. Antiguamente, en el primer disco, solo tenía un teclado y un secuenciador. Ahora tengo un rig ridículamente grande y eso me permite crear el tipo de sonido que quiero crear de manera exacta. En “A Flash Flood of Colour” por primera vez las guitarras están enlazadas a mis ordenadores y eso permite mucha más variedad de sonidos.”
¿Dónde soléis llevar a cabo vuestros experimentos sónicos? ¿En el estudio directamente o en vuestras propias casas cuando tonteáis con la música y vais sacando ideas?
“Generalmente, vamos según sopla el viento. En ocasiones nos ponemos a trabajar en una canción que nos motiva y nos pegamos horas y horas con ella hasta que nos dormimos de puro cansancio (risas). Si estamos trabajando con la batería, en ocasiones nos podemos pasar un día entero para sacar el sonido de caja que buscamos. Somos así de perfeccionistas, lamentablemente. Es una de las principales razones por las que solemos usar a un productor, porque sino podríamos pasarnos un año en el estudio probando cosas”.
El síndrome de Axl Rose. Ahora que ya sabéis lo que queréis y tenéis vuestra manera de hacer las cosas ¿surge conflicto con productores como Andy Gray o Dan Weller a la hora de dirigir las grabaciones?
“Siempre depende de que tengas a un buen productor con el que puedas trabajar. Nunca hemos tirado por el camino de los productores de gran nombre, porque lo que nos interesa es una persona que tenga afinidad con nosotros y nos pueda ayudar a llegar a donde queremos sin comprometer nuestra visión musical. La labor de esa persona siempre va a ser la de co-productor, y eso no lo entiende todo el mundo. Nosotros necesitamos tener esa cierta cantidad de control sobre nuestra música. Si que hay diferencias de opinión sobre sonidos o sobre estructuras, pero no son discusiones violentas. Al final siempre llegas a un acuerdo y a un punto de compromiso.”
“El estudio es un lugar tranquilo para nosotros, no tenemos grandes peleas en él”.
En caso de conflicto ¿quién suele dar el brazo a torcer en la banda?
“Para ser honesto, si el productor y yo tenemos una diferencia de opinión sobre algo –una voz gruñona, por ejemplo- tendemos a confiar en el criterio del productor. Simplemente no nos gustan los productores con un gran ego que te exigen que se haga todo a su manera. Pero, como te decía, solemos estar equilibrados en ese sentido”.
¿Crees que la banda es una mezcla entre la música metal y la electrónica? Hay gente que no escucha metal, pero que si que escucha a ENTER SHIKARI. Y metaleros que no escuchan electrónica pero que si se atreven con ENTER SHIKARI…
“Es algo muy interesante. A menudo recibimos tweets y mensajes de Facebook diciéndonos ‘tíos, me habéis metido en la música electrónica’ o ‘tíos, me habéis metido en el metal’ (risas). Creo que somos una banda que cubre muchos huecos entre estilos, incluso en directo. Cuando giramos en el Reino Unido intentamos tener carteles eclécticos, donde quizá un DJ es el telonero. Es lo que hicimos en la última gira por allí y la gente lo disfruta. Gente que nunca ha ido a una rave de repente se encuentra en medio de una”.
Hablaba con Fred Durst de LIMP BIZKIT recientemente y me decía “nosotros no escuchamos rap-metal, no escuchamos a bandas como nosotros”. ¿Escucháis a bandas que pueden asemejarse a ENTER SHIKARI?
“Tendemos a girar con bandas de metalcore en Estados Unidos. Todas tienden a sonar igual, así que tras escuchar eso cada noche, uno opta por escuchar cosas distintas en su rato libre, como electrónica minimalista o música clásica, solo por variar un poco. Pero, generalmente, creo que tenemos un gusto musical muy diverso”.
¿Crees que el rollo del metalcore se ha ido de las manos? Copia tras copia tras copia, ya sabes…
“Ha llegado a ese punto, ciertamente. Incluso si hay buenas bandas de metalcore ahí fuera, yo encuentro muy difícil dedicarles tiempo para escucharlas. Hay tantas, suenan tan iguales…es terrible, es música terrible en ocasiones. La escena esta saturada de metalcore. Si quiero escuchar música dura, me pongo THE DILLINGER ESCAPE PLAN”.
¿Escucháis a bandas experimentales como LIGHTNING BOLT?
“No hemos oído a hablar de ellos.”
Buscadlos en YouTube. Es un caos controlado absolutamente increíble. ¿Qué bandas extrañas os gustan especialmente?
“Hmmm…no recuerdo el nombre…ah si, ROLO TOMASSI. Hemos girado con ellos. Es noise-core pero tienen puntos melódicos muy interesantes. No hablo de estribillos bonitos, sino de puntos en plan acid-jazz muy salidos de madre. Son muy interesantes. Hay también una banda llamada MONG HAN de Japón que son…una mezcla de jazz, rock and roll, punk, opera, música tribal…es una mezcla de estilos muy japonesa, una locura. Es divertido”.
¿Qué plan tenéis para el próximo disco? ¿Tenéis algo ya listo?
“La verdad es que cuando vamos a componer discos solemos tener demasiado material. Podríamos estar componiendo y grabando constantemente y editar discos continuamente. Pero en la industria de la música debes girar si no quieres tener que buscarte un trabajo para el día a día”.
¿Habéis visto mucho descenso en las ventas desde 2007 a ahora?
“Si…es una pasada. Las ventas de nuestros discos han bajado mucho, pero en nuestros conciertos cada vez hay más gente y somos más populares a nivel global. No tiene sentido ninguno (risas). No hay duda de que la cosa está bajando mucho, para todos, incluso los que no lo admiten”.
¿Con qué banda os gustaría girar a estas alturas?
“¿Siendo realistas? RAGE AGAINST THE MACHINE. No es realista, pero sería el sueño para mí”.
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