Desde The Metal Circus.com siempre hemos prestado especial interés no solo a cómo las bandas editan discos o giran por el mundo, sino a como organizan las cosas y de qué modo estructuran sus negocios. En muchas de nuestras entrevistas, siempre podéis encontrar preguntas relativas a estos aspectos, que habitualmente no se tratan en muchas entrevistas porque éstas suelen girar en torno al último disco o gira del artista de turno, lo cual lo hace todo tremendamente repetitivo y aburrido. Ahora, comenzamos una serie de entrevistas o pequeñas conversaciones especiales que nos sirven para hablar de algunos otros temas menos musicales con nuestros grupos favoritos. Periódicamente entrevistaremos a destacadas figuras de la escena para preguntarles qué hacen con su dinero, de que vivían antes de ser músicos y otros aspectos interesantes que no se suelen tratar a menudo. Tras comenzar la serie de entrevistas con WITHIN TEMPTATION, nos sentamos ahora a hablar largo y tendido con Peter Iwers, bajista de IN FLAMES, quien nos habla con más o menos reservas de lo que rodea el mundo de la famosa banda sueca más allá de la música.

¿A qué te dedicabas antes de ser un miembro de IN FLAMES? ¿Tenías un trabajo normal y corriente?

“No, realmente. Trabajaba con niños como profesor de música. Eran niños con problemas, jóvenes delincuentes o chicos problemáticos que formaban parte de un programa que pretendía evitar que tiraran u vida por la borda metidos en crímenes y que tuvieran una salida creativa”.

¿Era una escuela especial?

“No. De hecho es algo que no hacía a tiempo completo, sino a media jornada. De hecho, es algo que seguí haciendo incluso cuando entré en IN FLAMES también. Era algo así como un centro juvenil. Tenían espacios para ensayar, hablar y pasar el rato, en lugar de estar en las calles. Hice eso durante un par de años, pero luego ya me puse a girar con regularidad y no me podía hacer cargo de la faena, así que dejé que otra persona se ocupara de ello”.

¿Ya podrías mantenerte con IN FLAMES en aquel punto?

“Más o menos. Entre la música y lo de ayudar a chavales, podía ganarme la vida”.

Cuando entraste en IN FLAMES ¿fue bajo la premisa de hacer de ello tu profesión? Es decir: girar de manera regular, tener un salario y una estabilidad laboral, etc…

“Yo quería meterme en el negocio de la música de una vez. Había estado formando parte de otras bandas anteriormente y quería estar en una donde todo tuviera cierta continuidad. Quería algo permanente. Yo era amigo de Anders y Jesper y me dijeron que lo intentara. No era mi estilo de música, pero la mezcla de lo que hacían era tan buena que no me lo pensé dos veces”.

Recientemente abriste un restaurante junto con Björn Gelotte, también miembro de IN FLAMES, llamado “2112” en Gotheborg. ¿Tenías ese espíritu emprendedor ya en el pasado?

“La verdad es que no. Es algo que ha ido generándose y creciendo a lo largo de los años, cuando he ido pensando en lo que quiero hacer más allá de IN FLAMES o en el futuro. Uno de mis sueños era abrir un restaurante. Tuve un año de descanso de la banda y dijimos ‘vamos a por ello’. Hablamos con varios amigos, uno de los cuales ya estaba metido en el negocio de los restaurantes. Le conocimos mientras el trabajaba en distintos lugares de Gotheborg y nos hicimos amigos. Le preguntamos si quería meterse en el proyecto con nosotros y aceptó. Es el tío que tiene la habilidad de ser más sociable, el que se encarga de recibir a la gente en el restaurante y suele acordarse de los nombres y esas cosas. Básicamente creamos lo que era nuestro sitio ideal para salir a cenar algo. Esa era la idea y creo que lo hemos logrado. Servimos buena comida a buenos precios, el lugar es tranquilo, no tiene la música muy alta y es relajante. Es como mi segunda casa. Puedes comer comida muy buena y beber muchos tipos distintos de cerveza”.

¿En qué momento pudiste comenzar a vivir y subsistir totalmente de IN FLAMES? ¿En la época de “Colony” por ejemplo?

“El punto fue en cuanto me di cuenta de que ya no podía seguir en el centro juvenil porque no tenía más tiempo. Lo único para lo que tenía tiempo era IN FLAMES. Eso fue aproximadamente en el año 2001”.

Desde una perspectiva externa, la gente piensa que el negocio del rock es todo caramelos y florecillas. Es obvio que no es así. ¿Fue fácil tomar la decisión de lanzarte a vivir de la música o te asustaba la inestabilidad del negocio en si?

“Siempre me he tomado las cosas día a día. Planeo las cosas, pero hago las cosas un poco según se plantean. Si sale mal, al menos tendré la experiencia y aprenderé de ella. Quería tocar música y meterme en IN FLAMES era una buena manera de conseguir hacerlo profesionalmente”.

¿Tenías dudas al principio sobre como combinar tu faceta artística con la de los negocios? Es decir, como transformar tu arte en dinero que pagara tus facturas.

“Nunca me paré a pensar en ello, la verdad. Desde el principio tuvimos un manager en el que confiábamos y un contable que lo tenía todo en orden para nosotros. Es gente que conocemos muy bien y que hemos podido conocer incluso mejor a lo largo de los años. Las cosas en IN FLAMES son muy poco problemáticas en ese sentido. Somos una banda muy correcta en nuestros negocios. En ocasiones, la gente toma el camino más fácil y evita pagar impuestos y cosas así, pero eso es algo que acabará volviéndose contra ti en el futuro. Es mucho mejor hacer las cosas correctamente y no tener nada que temer en el futuro”.

¿Cuán financieramente sabio eras cuando entraste en la banda? ¿Cómo funciona IN FLAMES? ¿Tenéis una empresa formada por los integrantes de la banda de la cual sois socios capitalistas y os repartís dividendos a final de año? ¿Sois autónomos?

“Pedimos consejo al principio, a una persona que nos asesoró sobre como hacerlo todo. No quiero entrar en los detalles específicos sobre cómo llevamos nuestras empresas, pero siempre tuvimos asesoramiento del contable que tenemos. No quiero profundizar en ello, pero el consejo que puedo dar es que siempre hay que escuchar a la gente que sabe más que tu en un determinado campo. Siempre has de ver ejemplos y pensar más allá. I lo haces todo bien, como decía, entonces no hay nada de lo que debas preocuparte”.

Hay muchos músicos que se quejan de que vivir de la música es complicado o imposible, que les estafan, que se aprovechan de ellos. Y la mayor parte de las veces todo es producto de poca sofisticación financiera por su parte. Has de conocer los detalles de aquello a lo que te enfrentas.

“Hay mucha gente que se mete el dinero en el bolsillo muy rápido y esa no es una buena manera de hacer la cosas. Al final del día, no tienes nada que mostrar. Si te quieres comprar una casa o un coche nuevo, te van a pedir explicaciones sobre el dinero que ganas. Y no puedes decir “si, está aquí, en mi bolsillo”. Además, es ilegal. Por eso siempre hemos sido muy, muy cautos con la manera en que hacemos negocios. Es realmente importante”.

Para una banda normal, de tamaño medio o pequeño ¿recomendarías que se asesoraran financieramente y que emplearan recursos en ello?

“Definitivamente. De ese modo sabrán qué deben hacer cuando el dinero esté en sus manos, en lugar de malgastarlo. Es muy importante no confiar en la gente externa al 100%. Deberías estar siempre enterado de lo que se está haciendo con tu dinero, de las implicaciones, de a donde va el dinero y de donde viene. Hay que estar enterado de todo, siempre. Pero lo más importante es hablar con quienes saben”.

La banda ha sido muy exitosa en los últimos diez años. Podría decirse que estáis en una zona cómoda, dulce. No tenéis que tocar solo para pagar el alquiler del piso. Teniendo en cuenta eso ¿cómo os mantenéis motivados musicalmente?

“Hacemos esto por la música. Si quisiera hacerme rico, haría otra cosa. Hacemos música que nos gusta, simplemente. Lo que consigamos económicamente es secundario. En lo que se refiere a estar motivados, lo que intentamos es mantener las cosas divertidas, hacer algo distinto cada día. Podríamos estar sentados en el backstage todo el día, o en el local de ensayo, pero so no sería muy creativo. ¿Qué hacemos pues? Paseamos, vamos al restaurante, intentamos crear nuevos platos…todo eso te motiva de vuelta cuando has de componer música”.

IN FLAMES es una banda que gira con ciclos bastante considerables, un par de años con cada disco, con varios recorridos por Europa y Norteamérica, pero también por otros territorios. ¿Es algo que hacéis por necesidad para que la maquinaria de vuestra empresa se mantenga en marcha? Siempre hay que pagar al crew, las comisiones de managers y agentes, costes de estudio, local, merchandise, trabajadores, viajes, etc…

“Lo hacemos porque nos gusta. Obviamente, tenemos que girar y generar dinero. Pero no es la razón por la que estamos en esto. Si estrictamente quisiera ganar dinero, me dedicaría a cualquier otra cosa. Alguna otra cosa que genere muchísima pasta. Me gusta girar. NO me gusta estar lejos de mi familia, pero me gusta estar sobre el escenario cada día. Subir al escenario y ver a todo el público pasándoselo bien con tu música es un subidón que no tiene comparación con ninguna otra cosa que puedas experimentar. Es como ser un niño de nuevo. Estas en la carretera, bebes cerveza, juegas a fútbol con tus amigos y te lo pasas bien. No lo cambiaría por nada del mundo”.

¿Es ser un músico de heavy metal algo así como ser un eterno adolescente?

“Exactamente! (Risas) Los hombres somos eternos adolescentes, en general. En casa tengo que ser un tipo maduro: tengo hijos y familia que mantener. No obstante, pienso que es importante sacar a relucir el lado infantil a menudo. Pero en la carretera tenemos a gente que se encarga de nuestras cosas y nosotros nos dedicamos a tocar y pasarlo bien cada día.”

IN FLAMES siempre ha sido una banda controvertida. Con cada nuevo disco ha conseguido tocarle la moral a sus fans y crearse una nueva legión de seguidores a la vez. ¿es importante para vosotros hacer las cosas a vuestra manera, pase lo que pase?

“Es MUY importante. Depende de ello nuestra integridad artística y nuestra libertad. Queremos hacer las cosas a nuestra manera. Claro que nos importa la reacción de la gente. En ocasiones me indigno cuando escucho lo que la gente dice de nosotros. Odio una expresión como ‘vendidos’ porque es lo más estúpido del mundo. Nosotros estamos muy lejos de eso, pero hemos de tocar la música que nos gusta ¿no? Si no lo hiciéramos no estaríamos siendo honestos. Creamos música y es nuestra criatura. Obviamente que te llenas de rabia cuando la gente habla mal de tu creación, pero a lo largo de los años te das cuenta de que la gente siempre se queja del último disco. Cuando editas el siguiente, vuelven al anterior y entonces dicen “ah, tendrían que sonar como en éste disco”. Mira, es muy fácil. O nos escuchas o no nos escuchas. No tiene más misterio. Me importa lo que la gente piense pero no puedo dejar que afecte a la composición porque no siempre se puede tener contento a todo el mundo. Hemos de estar contentos nosotros mismos en primer lugar”.

En los doce años que han pasado desde que entraste en IN FLAMES el negocio de la música ha cambiado por completo.

“No, hace incluso más tiempo: hace catorce años! Entre en el 97, hace casi quince años”.

Pues eso, hace quince. Lo que te decía, el negocio ha cambiado un montón. ¿Cómo ha alterado el paisaje para bandas como IN FLAMES la tormenta de los últimos años?

“Antiguamente, en los años 80, la gente editaba un disco y vendía millones de copias. Ahora, el estado de la industria es muy distinto y ya no se venden millones de discos: has de girar, combinar muchas cosas como las giras, los discos y el merchandise si quieres ganar algo de dinero…es todo mucho más complicado”.

¿Giráis más ahora para compensar las perdidas que sufrís en la venta de discos, como se suele especular por parte del público en general?

“No, probablemente giraríamos lo mismo si vendiéramos más discos. Obviamente, las cosas han cambiado: hay una gran falta de interés en el formato físico y la gente no considera correcto pagar por la música. Lo veo algo desafortunado. Soy de los que disfrutan leyendo letras y analizando portadas mientras escuchan la música. No obstante, creo que muchos chavales de hoy en día no tienen en cuenta siquiera esa parte de la historia. Todo lo que conocen son los MP3’s y poco más. Es una pena. Eso destruirá la industria de la música, totalmente. Sin duda”.

¿Qué vende una banda como IN FLAMES a nivel mundial?

“Vendemos alrededor de 500.000 copias en todo el mundo con cada disco”.

¿Habéis notado una gran bajada de ventas en los últimos años?

“El metal es un terreno distinto en ese sentido. El metal va subiendo de ventas pero creo que subiría mucho más de no existir toda la problemática de las descargas. Hace veinticinco o treinta años, una banda como IN FLAMES vendería un par de millones de discos en todo el mundo. Hoy en día no vendes grandes cifras a no ser que seas METALLICA”.

Recuerdo que, cuando “Clayman” salió a la venta, yo trabajaba en una tienda de discos del centro de Barcelona. Vendíamos, quizá treinta o cuarenta copias del disco en un solo día. Era una pasada. ¿Cuales son las principales fuentes de ingresos para una banda como IN FLAMES hoy en día?

“Lo cuentas todo a la vez. No se exactamente lo que vendemos de formato digital frente al formato físico. Nos van llegado certificados de ventas de vez en cuando y puedo ver que, como regla, mientras todo va cayendo nosotros seguimos subiendo. Pero es algo hipotético: no se que habría pasado si no hubiera existido el asunto de internet. Solo se que en éste estilo de música la gente es muy dedicada. Si eres un fan, eres un fan para siempre”.

Century Media decidió recientemente retirar todo su catálogo discográfico de Spotify. Se ha hablado del modelo de Spotify como la solución a los problemas de la venta de discos, que si los modelos de subscripción son los más positivos para generar ingresos y capitalizar el mercado de internet…pero la realidad es que las bandas sacan muy poco dinero de Spotify en proporción. ¿Qué opinión te merece todo el asunto?

“Creo que es un gran servicio. No obstante, el dinero que llega al artista es muy poco. Personalmente, cuando he de comprar música y no es un formato físico, la compro de iTunes, porque tiene un buen precio, es legal, rápido y seguro. En cuanto a Spotify, creo que es un timo para los artistas. Si, se saca algo de dinero, vale. Pero el problema es que si pagas por Spotify, que son 10 euros al mes, automáticamente sientes que ya estás haciendo lo correcto y que ya no hace falta que nunca jamás vuelvas a pagar por un disco. De esos diez euros, la banda quizá recibe un céntimo. Y si se dan las situaciones adecuadas. Es una pena y no es porque quiera ganar dinero a la desesperada, porque no es el caso. Es una pena porque va a destruir el modelo de la música, de arriba abajo. Destrozará a las bandas pequeñas y medias porque, al no recibir dinero, tendrán que acabar buscándose un trabajo y dejando de hacer música”.

“Respecto a lo de capitalizar sobre los usuarios de internet que antiguamente no pagaban por nada y solo descargaban…imagino que en parte es verdad, se saca dinero de un sitio del que antes no se sacaba nada. Es algo legal, pero no supone dinero para los artistas que hacen la música, en esencia. Y creo que la gente no está enterada de esa parte: piensa que sacamos un montón de dinero de Spotify. Creo que alguien hizo la comparativa reciente con el caso de Lady Gaga. Ella ha tenido el mayor número de escuchas en Spotify en el último año y ha sacado un gran total de 300 Euros o algo por el estilo. Cuando lo comparas con una banda como la nuestra, que quizá tiene una décima parte de las escuchas…pues te haces una idea. Es estúpido que todo tenga que versar sobre el dinero, pero hay que ser realista: tienes un alquiler que pagar y bocas que alimentar. Al final del día has de ganar dinero, hagas lo que hagas”.

El contrapunto de todo esto ha sido que los precios de las entradas de conciertos se han aumentado igual que los cachés de las bandas. Y no solo los cachés: la gasolina y muchos otros costes implicados en la realización de una gira se han disparado en los últimos diez años. Hoy vuestra entrada vale 35 Euros. Por mucho que el precio lo fije el promotor en base al caché de la banda y los gastos de producción del show ¿crees que es un precio alto, normal o bajo para lo que ofrece IN FLAMES?

“Creo que es muy alto”.

¿Pero tenéis control sobre ello?

“Si. Pero no podemos girar gratis, ese es el asunto. No tenemos opción. Creo que es necesario que las bandas ingresen más dinero de las giras para poder salir adelante, no queda más remedio.”

¿Es una banda de metal, en esencia, una simple vendedora de camisetas hoy en día? ¿Es el merchandise la única fuente potente de ingresos de un grupo?

“No lo se. Pienso que es la mezcla de todas las cosas. Has de combinarlo todo: discos, giras, merchandise, publishing, etc… Para una banda joven que sale de gira, las camisetas son la solución para ingresar algo de dinero. La realidad es que hay que mezclarlo todo y tenerlo todo en cuenta para conseguir unos ingresos que te permitan seguir adelante con tu actividad artística”.

¿Soléis hacer meet&greets?

“Si, comenzamos a hacerlos con la gente de nuestro club de fans. Lo hacemos en ocasiones limitadas, pasamos un rato con los fans, les firmamos cosas…hoy tenemos en Barcelona a un par de ganadores de un concurso sueco de la radio.”

¿Pagan por los meet & greets?

“No, no hacemos nada de eso. En la última gira hicimos algo por el estilo pero no nos sentimos cómodos con ello y lo hemos dejado de lado. Pensamos que es algo estúpido, que la gente tenga que pagar por conocernos. Somos seres humanos, que la gente venga y nos diga ‘hola’”.

¿Cuál es el futuro de IN FLAMES?

“Haremos otro disco. Al menos, ese es el plan. Seguiremos haciendo esto hasta que deje de ser divertido. Puede que sea dentro de un año, diez años o treinta años. Lo veremos sobre la marcha”.

Algunos miembros se han quedado por el camino, como Jesper Strömblad. Como músico ¿es difícil evitar problemas como los que han aquejado a tu excompañero de banda? Ya sabes, el alcohol, el cansancio de las giras…

“Pienso que en cuanto comienzas a usar sustancias para mantenerte en esto, has perdido. Me gusta beber cerveza, me gusta el vino, pero no me paso el día borracho. No tomamos drogas. No las hemos tomado y no las tomaremos. Hemos de ver todo esto con respeto. Entiendo a la gente que se hace adicta. Los días y las horas son muy larga en la carretera y se puede hacer muy tedioso. Es fácil beber y buscar un escape. No obstante, pienso que has de tener una mentalidad responsable y saber cuando parar. Por suerte, todos la tenemos. El alcoholismo es una enfermedad, es algo con lo que tienes que aprender a vivir y se puede tomar a la ligera.”

Sois muy introvertidos y privados. ¿Es una afirmación correcta?

“Somos recelosos de nuestra privacidad y nuestro entorno. Nos gusta tener un sitio en el que refugiarnos cuando queremos estar solos. Pero, como decía antes, estemos donde estemos, sea un restaurante o en la calle, la gente siempre puede venir y decirnos “hola”. No nos comemos a nadie, créeme. Es importante demostrar que nadie es mejor que otro. Nuestro compromiso es el de hacer buena música. Ninguno más. “

Sergi Ramos (sergi@themetalcircus.com)