Raro es el caso de un grupo que transcurridos unos años y cargar con varios discos a sus espaldas, mantengan su capacidad de sorpresa intacta. Y si, también le sucede a los más grandes. Pero es entonces cuando la pericia compositiva puede hacer que la balanza se compense. Está ocurriendo con KING’S X, una banda que siempre se ha mantenido fresca a lo largo de sus lustros de existencia, pero que últimamente nos vienen entregando discos que, aun conservando su talento y su esencia a un alto nivel, se han vuelto algo predecibles. No me malinterpreten, aunque en su anterior “Ogre Tones” ya se veía mermado su factor sorpresa, no se les puede echar en cara a los norteamericanos no mantenerse en sus quince, pues todos sus cortes son memorables y muestran las ganas de seguir haciendo las cosas bien. La historia se repite en este nuevo “XV”. ¿Novedades? Ninguna. ¿Temas a destacar? Todos.

Y es que componer un disco sin ningún tema de relleno, ya tiene mérito por sí solo, pero salvaguardar su calidad a prueba de bombas, es digno de alabanzas. Porque en “XV” los de Springfield no han sacrificado su sonido en búsqueda de romper moldes, hemos de admitir, pero han grabado una colección de canciones que valen su peso en oro. Todo ello dividido en dos caras, simulando a los antiguos LPs, y con el gran Michael Wagener repitiendo en las labores de producción. 

Sus armas son usadas por y para el logro de temas redondos. Ya sabéis: rock progresivo, enérgico, de aires funk… pero ante todo, personal e inimitable. Con la inicial “Pray”, ya dejan claro el trío de Texas que la rabia y la crudeza son cualidades que se pueden llevar a cabo dentro de su terreno. Lo mismo ocurre con “Alright”, donde la particular voz rota de Pinnick es la protagonista de un tema pegadizo como pocos, y que con esos juegos de coros marca de la casa, termina por quedarse en tu cerebro durante horas. O en “Go Tell Somebody”, también con un estribillo de gran pegamento mental, que se hace acompañar de algunas estrofas dedicadas al desgatillamiento vocal de tintes negroides y blueseros. Pero como vienen haciendo últimamente, KING’S X ganan un plus de calidad en el delicado trato que le ceden a la melodía. “Stuck”, con uno de los mejores solos de guitarra de Ty Tabor, una melancólica “Julie”, o el bonus track “Love And Rockets”, son buenos ejemplos de ello. Son las dos caras de una misma moneda, porque ya sea en temas más rítmicos o en cortes lentos, esta formación saca a lucir todos sus recursos sin perder un ápice de tiento compositivo e interpretativo. E incluso en “No Lie” (segundo bonus track con el que cierran), que aunque parezca un tema monótono y hecho para rellenar, cobra sentido gracias a su ritmo y a una melodía hecha desde el corazón.

Repetimos que en “XV” no nos aguardan grandes sorpresas. Es muy difícil que a día de hoy lleguen a grabar algún disco a la altura de “Gretchen Goes To Nebraska”, “Dogman” o “Faith Hope Love”, pero queda dicho tanto para seguidores como para no seguidores: es un disco que no defrauda lo más mínimo. Y afirmar que mantienen el tipo 20 años después de su debut, es para hacerlo con la boca llena.

Satur Romero (satur@themetalcircus.com)

Grupo:King's X

Discográfica:InsideOut / Mastertrax

Puntuación:8

Canciones:

  1. Pray
  2. Blue
  3. Repeting Myself
  4. Rocket Ship
  5. Julie
  6. Alright
  7. Broke
  8. I Just Want To Live
  9. Move
  10. I Don’t Know
  11. Stuck
  12. Go Tell Somebody
  13. Love And Rockets
  14. No Lie

Año:2008