Mr Big: What If…

La reunión de Mr Big con su formación original fue un sueño para muchos, luego vino ese DVD en directo en Japón, la gira, y rematando: nos brindan un nuevo trabajo de estudio en el que Pat Torpey, Billy Sheehan, Eric Martin y Paul Gilbert vuelven a destapar el tarro de las esencias. Cuando se juntaron lo tenían realmente claro: hacer un hard rock sumamente comercial pero demostrando en todos y cada uno de los temas sus enormes dotes como músicos. Así pues los lucimientos técnicos en Mr. Big son una auténtica gozada, y lo conseguido en sus primeros discos fue de escándalo.

Pero ya no estamos a principios de los 90, y quieran o no, las cosas han cambiado. Ellos están en plena forma y se nota que disfrutan con esta nueva etapa, pero… desgraciadamente, escuchando este “What If…” uno tiene la sensación de que, o la inspiración les ha dejado un poco de lado o bien que tiran de piloto automático. Nunca podremos hablar de un mal disco, pues sólo hay que escuchar “Undertow” para rememorar viejos tiempos. Están allí todas sus características, con esa portentosa voz de Martin brillando en lo alto y con las diabluras de Gilbert a la seis cuerdas.

La cosa va ganando con sucesivas escuchas, pero mucho me parece que pocos clásicos vamos a sacar de este disco. La que seguro que estará en los set lists de la próxima gira es “American Beauty”, con cadencias frescas, un gran riff, buen estribillo y un Torpey demostrando que es un baterista de bandera. La producción es inmaculada, como no podía ser de otra manera gentileza de Kevin Shirley. Los temas son directos y no van más allá de los cinco minutos, incluso se nota una voluntad de recuperar el estilo de composición de sus años dorados.

Las baladas, uno de sus grandes puntales, están representadas por “Stranger in My Life” y “All the Way Up”, no llegan al nivel de sus clásicas, pero sirven para que Martin deje patente que es uno de los mejores vocalistas del planeta (qué color de voz…). Uno de los mejores estribillos del disco nos viene de la mano de “As Far As I Can See”. En “I Get the Feeling” vemos que el grupo literalmente es capaz de tocar como le dé la gana. Atención a Sheehan y a su bajo, porque este es su tema, culminado por un trabajo en equipo espectacular y unos buenos coros de apoyo. Espectacular también es el trabajo de Sheehan en el medio tiempo “Nobody Left to Blame”, otra gran candidata a sonar en directo. “Still Aint Enough for Me” tiene esos ecos a “Colorado Bulldog” con todos los detalles técnicos y hará esbozar una amplia sonrisa a todos sus más acérrimos seguidores.

Sí, podemos quejarnos de que el disco no sea tan bueno como aquellos clásicos de hace 15 años atrás, pero qué le vamos a hacer, el mundo ha seguido rodando. El material es bueno y gustará a todo fan del combo, pero le faltan ese par de clásicos instantáneos para volver a subir al Olimpo. A pesar de eso, las instrumentaciones siguen brillando en sobremanera y el grupo demuestra estar compenetrado y afrontar una próxima gira sumamente interesante. Como dice el título… “qué pasaría si…” no se hubieran separado en su día… pues posiblemente este disco es la respuesta, sonarían así. Pero la historia discurrió de forma distinta.