Tank: War Nation

La nueva encarnación de Tank con Doogie White a las voces vuelve con fuerza tras el gran disco “War Machine”. Siempre con títulos y temáticas bélicas confirman esta segunda, o tercera juventud, y demuestran que esta formación posee grandes argumentos para convencernos. Puede que no estemos en los 80, puede que ya nunca grabarán nada parecido a “This Means War”, puede que nunca más vuelva Algy Ward, pero lo que está claro que su heavy metal posee clase, gancho y muy buenos momentos. Quienes asistieron al Martohell saben perfectamente que esta banda está muy viva y que la etiqueta de dinosaurios o de banda desfasada no va precisamente con ellos.

Si quieres deleitarte con el poderío vocal de White (ex de Rainbow, por cierto), prueba con la enorme “Wings of Heaven”, un corte puramente Dio. Casi parece un homenaje al divo caído. Ciertamente White posee unas tesituras cercanas al maestro de maestros y en este corte queda más que patente. Hay melodías muy cuidadas como las de la inicial “War Nation”, uno de los mejores cortes del disco. El trabajo de guitarras también está más que cuidado, así como una pulcra y elegante producción. Sus inicios a lo Motörhead y esas reminiscencias veloces a lo NWOBHM han ido quedando en desuso. Los medios tiempos reinan aquí y temas como “Song of the Dead” o “Hammer and Nails” son su santo y seña. No es para menos contando con todo un cantante como Doogie.

El deje a los últimos Saxon es también toda una constante en el disco. “Dont Dream in the Dark” es el mejor ejemplo. Incluso en la voz de White hay muchas semejanzas a la de Biff. El mejor arranque de tema le corresponde a “Grace of God”, absolutamente hímnica y poseedora del mejor estribillo del disco. Muy grandes Tucker y Cliff Evans a las seis cuerdas. Decibelios y deje vacilón en la excelente “State of the Union”, muy eléctrica y con otro gran estribillo. Hay tres bonus tracks muy interesantes. Por un lado “War Machine” de su último disco en la que el público es casi imperceptible, pero el tema funciona de maravilla. De lo mejor de su última obra. También funciona “Feast of the Devil”, otra de las incluídas en su anterior obra. Finalmente está una preciosa versión acústica del disco de 1984 “Honour and Blood”. Muy delicada, trabajada y cálida.

Tank siguen viviendo su segunda, o tercera juventud. Confirman ampliamente su gran estado de forma consiguiendo un dignísimo sucesor de su anterior obra. Se nota que el combo disfruta con Doogie a las voces y que han conseguido con él abrir una nueva etapa. Hay dos o tres temas candidatos a entrar en futuros set lists y de no desentonar entre tanto clásico. De todas maneras dudo que con este disco vuelvan a llegar dónde llegaron a estar en los 80, pero seguirán siendo considerados como una de esas bandas de culto que no tiran de rentas y que son capaces de ofrecer material interesante después de tanto tiempo. Los que los vieron en directo saben que sobre las tablas dan la talla.