Lullacry: Vol.4

Mucho reconocerán a LULLACRY como la banda que teloneó a EDGUY en la gira del
2001, en una infame gira en la que los de Tobias Sammet y los suyos presentaban
su disco más grande hasta la fecha, “Mandrake”. Las salas estaban llenas a reventar,
y esa fue una oportunidad más que buena para LULLACRY en lo que se refiere a
presentarse ante grandes audiencias. Curiosamente, fue un año y pico después
de aquel concierto que su vocalista, Tanya, decidió abandonar la banda y con
ella se fue la poca fama que habían ganado hasta entonces: la de la front-woman
tetuda con actitud. Pero la banda no se hundió y siguió trabajando con una nueva
vocalista llamada Tanja (nombre diferentísimo del de la anterior vocalista eh!)
que ha ayudado a la banda a solidificar su situación dentro de la escena Heavy
europea. Ya no se utiliza tanto la imagen de la frontwoman para captar adeptos
ni versiones gotiquizadas de WASP. Ahora LULLACRY son una banda normal y corriente
que edita un disco cada año y algo y que practica un heavy metal gótico al uso,
con sus momentos intimistas, con sus toques cañeros y con el sonido clásico
de cualquier banda aparecida en Finlandia en los últimos siete años.

“Vol. 4” es un disco de hard-heavy gótico al uso. La banda no destaca especialmente
en nada concreto, más bien ejecutan sus temas con amplia sapiencia y se preocupan
de ejecutarlos correctamente. A estas alturas Finlandia ya no va a sorprender
a nadie con una banda original, pues todos los planteamientos posibles dentro
del Heavy Metal ya han sido explotados en el mercado europeo. Pero LULLACRY
tienen que evitar convertirse en una banda del montón si quieren llegar a algún
lugar en el negocio. “Vol. 4” es un disco que, dentro de la media habitual,
es bastante bueno y que no tiene nada que envidiar a muchas otras bandas del
estilo, como los sobredimensionados SENTENCED.

En “Vol. 4” podemos encontrar una variedad de temas con raíces exactamente
iguales. Melodías pop en temas como “Stranger in You” que se mezclan con guitarras
pesadas y densas, momentos sentimentales como “Heart Shaped Scars” donde Tanja
extrae todas la inocencia que puede aportar su voz femenina y las plasma en
el tema sin ninguna dificultad, sin olvidarnos de momentos de guitarrazos y
mala leche a go-go como pueden ser el incendiario “Killing Time” o el marcadamente
oscuro “King Of Pain”. Sin duda alguna, lo que mejor se les da a estas bandas
es facturar buenos singles con gancho, y el mejor ejemplo es el segundo tema
del disco, “Love, Lust, Desire”. La banda cuadra una composición donde el correcto
equilibrio entre melodía y pesadez instrumental ofrece otro potencial éxito
“made in Finland” que, probablemente, no llegará a tener relevancia más allá
de sus fronteras.

LULLACRY son una buena banda, aunque lamentablemente otros se han comido el
pastel antes que ellos. No por ello deben dejar de intentarlo, aunque en la
etapa de recesión en la que hemos entrado, la cosa va a estar difícil.