Gothic Knights: Up From The Ashes

Tercer disco de la banda neoyorquina GOTHIC KNIGHTS, grupo el cual (y álbum
también el cual) no aportará absolutamente nada a lo que ya conocemos referente
a directrices épico powermetaleras. Aunque se intente vender el producto en
ciertos círculos como power metal americano, no se debe caer en el error de
asimilar a estos GOTHIC KNIGHTS con el sonido de unos SANCTUARY, por ejemplo.
Esta vez, power metal americano no viene a decir otra cosa que power metal europeo,
pero hecho en Estados Unidos y, claro, visto así tampoco hay que quitar razones.

Después del regreso del vocalista Rick Sánchez, en detrimento de Bryan Avatar,
la banda, aunque con una producción más pasable, no logra escapar del recuerdo
del infame material que nos invade desde antes de finales de la pasada década,
no obstante, dicho sea también, no consiguen emular en extrema mediocridad a
bandas del “nivel” de unos STEEL ATTACK o similares. Es curioso, pero, recuerdo
mis años más tiernamente juveniles cuando el mal llamado power metal se erigía
tiránicamente en las publicidades de las imparciales publicaciones y, aunque
con la casi misma y nula capacidad compositiva que hoy en día, todavía se lograban
encontrar buenos temas que enganchaban por su capacidad hímnico-estribillera.
Hoy en día, ni eso. Simplemente 11 temas de relleno vertidos en una plataforma
circular con un agujero en su epicentro.

GOTHIC KNIGHTS vienen a profundizar en una vertiente más épica que, por ejemplo,
unos azucarados y navideños FREEDOM CALL, es así como su fuerte base rítmica
ametralla en un tema tan “epic” como “Power and the glory”, donde el doble bombo
y las letras estúpidas cumplen con el resto de requisitos que debe complementar
un título de tal calibre emocional. Un tanto más pausada y ridícula transcurre
“Warrior of faith” y la 100% Limb “Down in flames”. Quizás un corte como “The
witching hour” consiga despuntar mínimamente debido a su alejamiento canónigo
y a su ligero regusto thrash metal light, pero, la más cruda realidad vuelve
a hacer acto de presencia con lo expuesto en canciones tales como “Guardian
archangel”, “Heaven´s fire” o “The 13th warrior”, y eso que obviaré el cebarse 
con la temible y, esta vez incluso extensa, balada de turno (“Dear queen”).

Nada más, por hoy y hasta la semana que viene, quizás cambiando algún título
(no muchos) y el nombre del grupo tengamos el debut de otra prometedora formación.