Green Day: ¡Uno!

Actualmente Green Day son una banda que poco o nada tiene que ver con el punk primigenio de sus inicios. Disfrutan de un estatus de star systems total y llenan estadios en todas partes. Todo un premio a una gran trayectoria si bien eso ha tenido un precio. Su música se ha vuelto cada vez más comercial y el power pop acelerado brilla en casi todos sus discos. Siguen firmando estribillos pegadizos y melosos si bien esta vez para más de uno habrán pasado de la raya… No creo que este “¡Uno” supere en éxito a todo un “American Indiot”, pero hay que esperar a los otros dos discos, pues esta vez los de Billie Joe han tirado la casa por la ventana. ¡Tres discos de una tacada!

Si que hay una voluntad manifiesta de volver a los temas directos y llenos de fuerza de “Dookie”, pero han pesado más las concesiones a la radio fórmula que otra cosa. En “Stay the Night” uno ya ve que esto es material accesible a más no poder, pero cuidado con “Kill the Dj”, más cerca del brit pop que nunca. Un gran tema, eso sí, ¿pero para Green Day? En cambio “Nuclear Family” si que se acerca a sus buenos tiempos. Pura melodía a ritmo de un gran ritmo de baterblico.﷽﷽﷽﷽que conecta con sus primeros trabajos si bien el estribillo apunta hacia el gran pada!

 pegadizos y melosos si bien esía, gentileza de Tré Cool. Personalmente uno de los temas que más me ha calado es “Let Yourself Go”. Con una melodía puramente Ramones de la etapa más comercial y pop pero en clave Green Day, además de un sonido garajero. Estos temas hacen que sigamos confiando con esta gran banda.

La sensación de repetición de esquemas es constante en los temas pero hay muchos que sí se salvan de la quema. Otra es “Fell for You” con una melodía de base que conecta con sus primeros trabajos si bien el estribillo apunta hacia el gran público. Si que todo el disco destila un cierto aire de viejas ideas a las que se le han dado forma de canción. No suenan mal ni forzadas, pero ese intento de volver al sonido que les puso en el mapa no termina de despegar ni de funcionar como debiera. “Troublemaker” es otro tema absolutamente popero, pero es un single excesivamente obvio y alejado de lo que hay que esperar de esta gente. “Angel Blue” es otro intento de volver a las raíces y en parte lo consiguen. Pero en general sigue faltando esa adrenalina, esa actitud y esos himnos generacionales que nos enamoraron. Otra prueba evidente es la descafeinada “Sweet 16”. “Rusty James” posee bonito riff de guitarra y una preciosa línea vocal. Uno de los temas más trabajados del disco a pesar de tener poco o nada que ver con el punk. Eso sí, pegadiza y adictiva lo es. En eso son auténticos maestros… La sencillez aparente de “Oh Love” te demuestra que con pocos acordes y una idea de canción esta gente puede llegar a conquistar a mucha gente. Gran tema de corte hímnico con un Billie que demuestra que sigue en una gran forma vocal.

Disco que se queda un poco en el quiero y no puedo. Buena retahíla de temas pegadizos, bien estructurados y audibles, pero que cuando uno ve el nombre de Green Day allí arriba le dan ganas de ponerse sus cuatro primeros discos. Merecen todos los elogios y el éxito que poseen pero si lo intentan vender como un retorno a los tiempos de “Dookie”… mal vamos. Todo seguirá funcionando y continuarán girando por estadios. Van a entrar un buen puñado de estos temas en directo, pero han quedado muy lejos de sus cumbres creativas. Ni con el retorno de Rob Cavallo en las mezclas lo han conseguido. A todos los antiguos fans de la banda que les he puesto este CD han acertado a adivinar qué banda era. O sea qué… Otro gran disco para los Green Day actuales, otra decepción para quienes esperen reencontrarse con el espíritu de los 90. Veremos que preparan para los otros dos discos.