Malas Artes: Ultimas Horas

Si Asturias es la comunidad autónoma más productiva en cuanto
a bandas metálicas se refiere, no hay que olvidar que en las Islas Baleares
existe una cantera de bandas que pese a que no cuentan con las oportunidades
del resto de la Península, van haciendo ruido. El tiempo ha querido que Malas
Artes sean uno de los buques insignias de ses illes en cuanto a underground
se refiere, y lo mejor es que son ya todo unos clásicos de la escena catalana.
Tras alguna maqueta y un primer CD llamado Camino Oscuro, han firmado este Últimas
horas que les designa como firmes candidatos a banda revelación.

El cuarteto ha evolucionado a pasos agigantados y han dejado
de lado sus primerizas influencias de Héroes del silencio para empaparse del
sonido de bandas como Tierra Santa. Los riffs de entrada de temas como “El arca”
los aproximan enormemente a los riojanos. El hecho de cantar en castellano y
hasta la temática de sus letras dejan claro el espejo en el que se reflejan.
Afortunadamente hay cortes como “En mi mundo” en los que la influencia no es
tan notoria y gozan de una personalidad propia. El estribillo de dicho corte
y de la siguiente “Palabras del Starets”, dejan patente la calidad del grupo.
“Camino oscuro” es ya un tema clásico que hasta dio nombre a una anterior maqueta.
A diferencia de aquella, aquí hay una mezcla y presentación mucho más profesional.
Incluyen en dicho tema hasta un teclado en uno de los pasajes del ecuador de
la canción. Cabe destacar el trabajo de guitarras de Aram Pino y Pedro Sánchez
así como el de Rafael de la Rica a las voces. Los coros conseguidos también
son dignos de mención, participando incluso Ángel San Juan de Tierra Santa (está
claro hasta donde llega la influencia…). “Últimas horas” incluye un interesante
dueto de voces con Rafael y Ángel, la voz de Tierra Santa, sin duda, otro de
sus mejores temas. “En nombre de Dios” cierra el disco incluyendo también una
pista con susodicha pista en vídeo para poder tener una referencia de como las
gastan esta gente en directo. El batería, Guillem Pagés, contribuye bastante
a que Malas Artes no sean una mera copia de Tierra Santa incluyendo ritmos a
doble bombo y mostrando una creatividad mayor tras los parches que el baterista
de la banda de la tierra del vino.

Parece que Menorca tiene voz en cuanto a metal se refiere. Malas Artes están
más que maduros para fichar por una discográfica y darse a conocer al gran público.
Sus influencias son evidentes pero tampoco llegan a ser una mera copia de sus
máximas referencias musicales. Si a eso le sumamos su ilusión y sus constantes
incursiones en la Península para dar a conocerse y firmar buenos conciertos,
queda claro que apuntan alto. Últimas horas es uno de los mejores discos, a
nivel nacional, que se han facturado en este moribundo 2003. Sería una lástima
que el disco no llegara a tener la repercusión que merece.