Yngwie Malmsteen: Trial by Fire – Live in Leningrad

Hubo un tiempo no muy lejano en el que YNGWIE MALMSTEEN deslumbró a media galaxia con una fórmula de hacer hard rock y heavy metal que hasta entonces nadie había probado, el metal neoclásico. Vale, de acuerdo, Ritchie Blackmore ya lo había intentado antes en algunos de los temas más barrocos de la época dorada de RAINBOW durante la segunda mitad de los 70’s e incluso la saga SCORPIONS con los hermanos Schenker al frente y el señor Uli Jon Roth hicieron sus pinitos con la música y los arreglos de los compositores clásicos, pero no fue hasta la llegada del ogro sueco a principios de los 80’s que este estilo explotó como tal. Por si no fuera poco, YNGWIE MALMSTEEN ayudó a popularizar la figura del guitar-hero mucho antes de que Steve Vai o Joe Satriani, enfundados en sus clásicas Ibanez, demostraran que a parte de producir discos de thrash metal y tocar tappings a 7 manos, también sabían valerse por sí solos y labrarse una carrera como guitar-heros galácticos.

En plena efervescencia de las guitarras estrafalarias de colorines horteras, los puentes flotantes, los solos  y las mechas de colores…etc… Un joven sueco de aspecto sumamente arisco agarró una Fender Stratocaster, guitarra por entonces en pleno desuso, y demostró a la gente que las composiciones donde el 90 % de las mismas tenían como único protagonista a la guitarra, tenían cabida en el mercado heavy que por entonces estaba asentándose masivamente en Usa y en Europa a base de guaperas y más guaperas enfundados en chupas de cuero y cargados de purpurina y actitud "derrítete nena que allá voy".

Si alguna vez YNGWIE MALMSTEEN fue UNA banda más que LA banda de su progenitor, ésta fue la de finales de los 80 y "Trial by fire – Live in Leningrad" es el testimonio definitivo de ello. Con una formación de lujo compuesta por el ex-RAINBOW Joe Lynn Turner a las voces, los hermanos Anders y Jens Johansson, a la batería y el teclado respectivamente (SILVER MOUNTAIN, HAMMERFALL, DIO, STRATOVARIUS…) y finalmente Barry Dunaway al bajo, YNGWIE MALMSTEEN consolidó una formación que, sin ser la más duradera de todas cuantas tuvo, sí tuvo cierta apariencia de estabilidad en cuanto a protagonismo tanto en escena como a la hora de la composición se refiere. Por primera vez Yngwie se codeaba con alguien de su caché, léase Joe Lynn Turner, y estaba claro que en esta ocasión no iba a hacer lo que más tarde haría con muchos de sus otros cantantes; colocarlos en el escenario siempre detrás de él como si de unos coristas se tratase. Joe Lynn Turner tuvo el "honor" de ser el compositor de las letras de "Odyssey", algo que hasta entonces, (y posteriormente) había recaído siempre en el propio Yngwie. Junto a ambas figuras, se encontraban los famosos hermanos Johansson, fieles escuderos de Yngwie durante gran parte de los 80’s.

Finalmente la presencia del bajista Barry Dunaway podríamos definirla como de testimonial, de no ser por sus terroríficas pintas, nadie se habría percatado de su presencia tanto en el disco como en el video. De "Trial by fire – Live in Leningrad" se extrajo un más que decente video cuya versión íntegra solo se encuentra en el mercado japonés, algo muy común en la video-discográfia de YNGWIE MALMSTEEN. Para el resto del mundo, apareció un video llamado "Yngwie Malmsteen’s Collection" donde, aparte de unos cuantos videoclips de la era "Trilogy" – "Eclipse" y unos temas en directo grabados en Japón en el 85 presentando "Marching out" con Jeff Scott Soto a las voces, se añade material videográfico del 50 % del concierto "Trial by fire – Live in Leningrad", dejando fuera bastantes temas imprescindibles. "Trial by fire – Live in Leningrad" fue grabado en 1989 en el estadio SKK de Leningrado por el ingeniero de sonido Tony Platt, utilizando la unidad móvil de la agencia de prensa rusa Novosti, ante una rugiente multitud de jovencitos pre-adolescentes que, sin saber probablemente a quién tenían delante, y mucho menos, conocer las canciones, se movían y gozaban de lo lindo. Cabe decir que en esa época, la juventud rusa se apuntaba a un bombardeo con tal de que éste llevase la insignia "occidental" y eso provocó que miles de adolescentes se movilizaran para acudir al concierto de un gigante y colosal guitarrista sueco del que probablemente no habrían oído hablar en sus vidas. El repertorio elegido para la ocasión se centra básicamente en los temas de "Odyssey", "Trilogy", las 2 famosas instrumentales de su debut "Yngiwe Malmsteen’s rising force" y curiosamente, nada de se segundo y famoso trabajo "Marching out". No voy a entrar en las típicas discusiones acerca de si el directo tiene pinchazos o no. Estoy convencido que alguno tendrá, pero habiendo visto a Yngwie en plena forma sobre un escenario, tengo mis dudas, muchas de las cuales se disipan cuando oyes los mismos temas en video y observas como todo suena tal y como se ve. Joe Lynn Turner borda su actuación tanto en los temas cantados por él en "Odyssey" como en los de la era Mark Boals de "Trilogy", sublime e intachable la labor del vocalista más afeminado de la historia.

Yngwie, en una época en la que todavía cabía dentro de sus trajes Barrocos / Piratescos / Napoleónicos se muestra como un auténtico vendaval, corriendo de un lado al otro del escenario, lanzando púas como un animal, haciendo coros de una forma magistral y clavando todos y cada uno de sus mágicos solos. De los 11 temas de "Trial by fire – Live in Leningrad", tan solo 3 son instrumentales; las míticas "Far beyond the sun" y "Black star" junto con  "Trilogy suite Op:5" que se mezcla con "Spasebo Blues", una pieza donde Yngwie mezcla magistralmente el blues con su estilo neoclásico característico. Al final del mismo, y en plena hecatombe de ruidos y efectos a doquier, Yngwie desaparece del escenario a la par que empiezan a sonar los primeros acordes de teclado de la mágica "Crystal ball", quizá uno de los temas cantados que mejor quedan de todo el directo junto a "Heaven tonight" (Aquí sí que los estribillos están grabadísimos), "You don’t remember, I’ll never forget" (J.L.Turner aplasta a Mark Boals y se marca un cameo de DEEP PURPLE junto a Yngwie; El famoso pique voz/guitarra de Ian Gillan y Ritchie Blackmore), "Queen in love" (Con unos coros en forma de agudos altísimos por parte de Yngwie) o la que creo yo, mejor les queda de todas, "Dreaming (Tell me)", donde el solo de Malmsteen pone la piel de gallina de forma única. El concierto acaba con la versión bluesera del "Spanish castle Magic" de Jimmy Hendrix, tema para mí bastante prescindible y que de hecho siempre suelo pasar cuando escucho el Cd.

En resumidas cuentas, ni "Made in Japan", ni "Live after death", ni "Tokyo tapes", ni leches, ¡"Trial by fire – Live in Leningrado" por la vena y punto! Sencillamente me parece el mejor disco en directo que recuerdo haber escuchado nunca. De acuerdo, soy excesivamente fanático de la época 80’s de YNGWIE MALMSTEEN, pero una cosa no quita la otra, este directo es alucinante si te gusta la carrera del ahora orondísimo guitarrista sueco. Mucha gente intenta desacreditar a Yngwie Malmsteen con acusaciones y calumnias propias de alguien que no ha escuchado ninguno de sus discos míticos y se ciñe únicamente al trillado tópico de "Yngwie hace siempre lo mismo", bueno, pues vale, ¿Y? también lo hacen AC/DC, IRON MAIDEN, MANOWAR o el 95 % de las bandas de power metal actuales. Sea como fuere, Yngwie creó ese sonido y está en todo su derecho de explotarlo hasta la saciedad, sus fans no le perdonarían lo contrario (Yo tampoco). En fin, gracias a Yngwie hoy podemos hablar de Vinnie Moore, Tony McAlpine, Jason Becker, Timo Tolki, Michael Angelo o cualquiera de los guitarristas que tocan power metal melódico. Muy poca gente puede atribuirse haber sido tan gran influencia para miles de músicos (heavies y no tan heavies), muy poquitos e Yngwie Malmsteen es uno de ellos.