Gamma Ray: To the Metal

Miedo da realmente enfrentarse hoy en día ante un disco nuevo de las huestes de Kai Hansen, y esto es básicamente debido a que parece que las musas hace años que no  visitan al pelirrojo. Este hombre nos ha regalado desde mediados de los 80 un sinfín de himnos antológicos ya fuere en Helloween o en Gamma Ray. Todo, absolutamente todo es genial hasta ese “Powerplant”, aunque, evidentemente, hay siempre álbumes mejores que otros. “No World Order” es otro gran disco, cierto, pero aparece en ese punto algo que hasta entonces era casi inapreciable: el autoplagio.

Sus siguientes discos marcaron los puntos más bajos de la historia de Gamma Ray, y eso que siguen siendo una banda especial, pues todos sus miembros componen y cantan, algo al alcance de pocas bandas y menos de power metal. El “Land of the Free 2” palidecía ante su hermano mayor pero mostraba síntomas de mejora evidentes respecto a “Majestic” que es, posiblemente, su disco más flojo.

Con “To the Metal” se recupera gran parte de ese sonido más clásico y en general se pueden establecer puentes directos hacia el “Somewhere Out In Space”, aunque…la inspiración no sea la misma ni de lejos. Hay muchos momentos en que los cortes suenan a refrito de anteriores composiciones, pero el lastre del autoplagio ha quedado en menos evidente. Desgraciadamente los ecos de Iron Maiden y Judas Priest siguen estando y Kai ha perdido algo de voz.

A pesar de todo ello “To the Metal” gustará a todos sus fans pues es mucho más directo, accesible y adictivo que los dos anteriores, y sólo por “All You Need to Know” ya vale la pena. Cualquier amante de las calabazas va a disfrutar de ese dueto de Kai y Kiske. Estribillo dorado que nos vuelve a hacer soñar con esa imposible reunión y en lo enorme que sería que Kiske entrara a cantar en Gamma Ray. Temazo que recupera, ¡atención!, el espíritu de los “Keepers”.

Los medios tiempos salen muy bien parados gracias a estribillos melódicos como los de “Mother Angel”, tema directo y accesible pero sumamente efectivo. Los solos intentan mantener ese sello inequívoco de los Ray, melódicos y coreables con abundancia de tappings. La balada del disco “Need to Cry” es el homenaje de Schlater a su padre pero es también uno de los puntos más bajos de este, pero el pasaje a acústica y esos coros algo Queen consiguen salvarlo en parte. Sobre el tema letras también haría falta picarles la cresta pues todos los tópicos están allí

Entre los temas más destacados hay que resaltar “Rise”, con otro estribillo marca de la casa y una gran dosis de energía positiva. Posee también un inicio muy a lo “Send Me a Sign”. La otra notable es “Rise”, absolutamente deudora del “Somewhere Out In Space” y con un Kai que fuerza su garganta al inicio del tema. “To the Metal” es el corte que ya presentaron en Wacken, su presumible nuevo himno, aunque repleto de clichés, absolutamente Judas y otro de los puntos bajos del disco. Y es que cuando esta banda intenta sonar a otras es cuando definitivamente hierra sus tiros. De hecho en “Heavy Metal Universe” jugaron a Manowar y salió bien, pero no creo que sea de sus temas definitivos ni mucho menos. Otra que gustará a sus fieles es sin duda “Chasing Shadows”, power veloz a doble bombo con otro gran estribillo y otro de los desarrollos marca de la casa.

En general se recupera bastante la garra y el gancho de antaño y demuestran que el grupo puede seguir ofreciendo discos interesantes. Creo que difícilmente van a entregar otra obra maestra, pero no nos podemos quejar, son muchas las que han conseguido a lo largo de su carrera.Posiblemente sea su mejor disco desde el “No World Order” y hasta tendría dudas sobre cual es mejor de los dos. El tiempo nos dirá la valía del álbum, pero para alguien como yo que toda la vida ha adorado a Hansen y sus rayos, el hecho de escucharlo e ir esbozando una sonrisa en el decaer de los temas es un síntoma de mejora evidente. No me ocurría desde el “Powerplant”, así que, personalmente, creo haberme encontrado con los Gamma Ray de toda la vida, ¡y eso no me lo quita nadie!