Crossfire: Tierra

Estos ecuatorianos nos han hecho llegar su nuevo disco. La verdad es que la escena sudamericana está muy activa y es enorme, pero sigue siendo una gran desconocido al otro lado del Atlántico. Esta gente ha estado tocando en festivales con Medina Azahara, Rata Blanca o Tren Loco y han conseguido tocar en Estados Unidos y México, siempre cantando en la lengua de Cervantes. Son elegantes, practican un hard rock de la vieja escuela, pero todavía tienen aspectos por pulir, empezando por una mejorable producción. Tierra es su primer trabajo si exceptuamos sus dos anteriores demos, y llevan peleando desde 2004.

Destaca especialmente la voz aguda de Cristian Londoño, aguda y cortante, pero a veces va a por agudos imposibles y queda algo forzado. Las composiciones son meritorias y poseen gancho, pero son excesivamente fieles a esas bandas de hard rock clásico. “Fuego cruzado” demuestra sus credenciales. “Tierra” es un medio tiempo con una letra reivindicativa y crítica con la humanidad en general. Uno de los mejores temas es “Oscura Luz”, empezando con unos teclados y dando paso a una power ballad con mucho sentimiento. El trabajo de guitarras es muy logrado, la labor de José Trujillo y Douglas Mora es digna de mención.

“Tan adentro” empieza como medio tiempo y con Cristian cantando en tonos más bajos, más naturales y la cosa funciona mucho mejor. Realmente el grupo se desarrolla de maravilla en temas lentos y en el medio tiempo. También cabe comentar que eso hace que el disco se haga algo lineal en su escucha. “Libidinosa” destaca por las guitarras, pero no es precisamente el mejor corte del disco. “Eva y el mal” es una de las letras más trabajadas y posiblemente el mejor corte del disco, también el más extenso. Aunque hay un cierto abuso contumaz de alargar los gritos.

La producción es mejorable pues le sigue faltando un par de escalones para ser algo más profesional. También hay una reiteración en los agudos cortantes por parte de Cristian. Es de esas voces que o te encantan o que las odias, no hay término medio. El disco nos demuestra que en Sudamérica hay bandas realmente buenas que aquí desconocemos absolutamente. La portada de nuestro amigo Fernando Nanderas es marca de la casa, preciosa. Esperemos que estos chicos sigan haciéndonos llegar sus discos, pues la cosa promete.