Nile: Those Whom the Gods Detest

NILE han vuelto y lo han hecho de nuevo por la puerta grande demostrando que no va con ellos aquello de sacar material a cualquier precio con tal de tener disco nuevo en la calle cada poco tiempo. “Those Whom the Gods Detest”, segundo trabajo que los norteamericanos editan bajo el amparo de Nuclear Blast, a parte de tener un título cojonudo como todos los de los discos de NILE, está a la altura de cualquiera de sus anteriores obras, aunque debido a muchos motivos, el impacto sea menor que el de sus primeras obras. Y es que cabe recordar que a estas alturas, por muy original que sea la propuesta de NILE, son ya 6 discos de estudio editados por la banda de Greenville en apenas una década y eso ha mermado el factor sorpresa que suponía enfrentarse a esta banda por primera vez. En mi caso particular, todavía recuerdo aquella sensación de piel de gallina experimentada en 1998 con “Amongst the Catacombs of Nephren-Ka”, un disco que lo cambió todo. Dicha sensación deduzco que se repitió con su segundo y puede que hasta tercer disco, pero ya con el sexto, nunca será lo mismo.

De este modo, conocida ya la forma en la que NILE enfocan sus discos y en absoluto condicionados por la novedad, debemos afrontar cada nuevo trabajo de los norteamericanos enfocándolo y juzgándolo por otros parámetros. Es innegable que “Those Whom the Gods Detest” suena a NILE por los 4 costados. Cualquiera de la señas de identidad del grupo en el pasado la encontrarás aquí multiplicada por 10. Pero es evidente que ya ha transcurrido una década desde que NILE lanzaran sus 2 primeros discos por lo que algunos giros en el sonido del grupo deberían ser bienvenidos.

A grandes rasgos, NILE han preferido no experimentar demasiado, ir sobre seguro y apostar por la carta ganadora. De este modo, Karl Sanders, Dallas Toler-Ware y su ya no tan nuevo tamborilero George Kollias (tercer disco éste en el que figura), ponen sobre la mesa todos aquellos atributos propios de NILE como la brutalidad asfixiante, los pasajes semi doom atmosféricos, los coros, las influencias egipcias y las partes sinfónicas grandilocuentes. De hecho, el tema homónimo –donde se representan perfectamente todas estas facetas del grupo- bien podría ser uno de los mejores 3 temas escritos nunca por NILE, de verdad que pone la piel de gallina.

Detalles, arreglos, finas capas extra de sonido casi imperceptibles, la producción mano a mano de 2 genios de la brutalidad como Neil Kernon y Eric Rutan… “Those Whom the Gods Detest” probablemente sea el disco más complejo y recargado de todos cuantos NILE Ha publicado hasta la fecha. Pero por el camino, parecen haber perdido un poquito de brutalidad en detrimento de la técnica y el virtuosismo instrumental así como los ornamentos de los que les hablaba. De todos modos, esto no son más que pequeñas apreciaciones de alguien que se ha escuchado el trabajo en un par de ocasiones para poder hacer una valoración a poder ser objetiva y aunque no menos superflua pues un disco de NILE, y más en concreto éste, requiere de decenas de escuchas para poder llegar a sacar conclusiones y veredictos solventes y fehacientes.