All Shall Perish: This Is Where It Ends

Cuarta obra ya del quinteto de Oakland, que siguen en sus trece de poner todo patas arriba con sus temas. ALL SHALL PERISH siguen entre el grupo de cabeza de las bandas de deathcore actuales, que en los últimos tiempos parecen estar saliendo de debajo de las piedras. Pero la experiencia es un grado, y en ‘This Is Where It Ends’ lo demuestran.

Dos novedades principales presentan respecto a su anterior ‘Awaken The Dreamers’, en forma de cambios de formación. Francesco Artusato y Adam Pierce entran en la banda a la guitarra y batería respectivamente, y la verdad es ni se notan las sustituciones. En lo meramente musical y compositivo, se han adentrado en el mundo de las guitarras de ocho cuerdas, que tan famosas hicieran en su momento gracias a MESHUGGAH; pero poco que ver el sonido de los suecos con estos.

Como adelantos pudimos escuchar dos temas diferenciados entre sí. ‘Divine Illusion’ era marca de la casa, con una agresividad desbordante, velocidad desenfrenada, cambios de ritmo, voces guturales, parte central más pausada con espacio para solo, breakdowns… Vamos, lo habitual, ejecutado de manera sobresaliente. Por otro lado, ‘Procession Of Ashes’ mostraba un inicio más tranquilo y melódico, y un desenlace final semiacústico; entre medias, tema mucho más lento, con espacio para melodías de guitarra en forma de punteos. Dos lados muy diferenciados, con el nexo común del registro de Hernan Hermida, y que en realidad son lo que nos encontramos según avanzamos en el álbum.

Entre los temas pesados, destaca ‘A Pure Evil’, con gran protagonismo de Orum y Artusato en las guitarras, que en las partes de solo se dedican a correr por su mástil. Entre los temas rápidos encontramos un trallazo de la categoría de ‘Spineless’ o ‘Rebirth’ Las melodías encuentran su lugar en la voz en algún tema como ‘There Is Nothing Left’, pero muy de pasada… no es algo característico en este grupo.

Sorprendentemente buenos son los dos cortes más largos, ‘The Past Will Haunt Us Both’ y ‘In This Life Of Pain’ (de nuevo con alguna concesión al registro melódico), siendo más desgarrador este segundo, pero demostrando ambos los temas más completos de todo el álbum, y en los que se atreven a hacer algo distinto. Para el final dejo ‘Royalty Into Exile’, que la encontramos por partida doble; tanto en su idioma como en castellano, rebautizada como ‘Nobleza En Exilio’. Lo que podría pasar como una mera anécdota (nunca fui muy amigo de este tipo de experimentos), se destapa como un tema más que destacable para cerrar un pedazo de disco de estos salvajes. Y ya llevan unos pocos a gran nivel.