Cathedral: Then Garden Of Unearthy Delights

Cuando se cumplen exactamente 3 años de la edición de su anterior obra maestra
de nombre “VIITh Coming”, los dioses del Doom CATHEDRAL vuelven con un nuevo
trabajo que dejará de piedra a todo aquel que ose siquiera escucharlo. Lógicamente,
nos referimos a los individuos que en algún momento de su vida (posiblemente
esos años de adolescencia en los que uno se infla a fumar plantas ilegales)
hayan o hubiesen encontrado en CATHEDRAL la banda sonora más adecuada del momento.
De cualquier forma, aquella etapa de nuestras vidas quedó atrás y personalmente,
el gusto y la adoración por estos 4 chiflados británicos, sigue a la orden del
día, a pesar de sus momentos menos afortunados con “Supernatural Birth Machine”
y “Caravan Beyond Redemption”, época en la que llegué a descolgarme un poco
de la actividad y actualidad que rodeaba al grupo por entonces.

“The Garden of Unearthly Delights” ha despertado en mí una sensación similar
a la que experimenté cuando escuché por primera vez aquel monumental “The Carnival
Bizarre” y su himno por excelencia “Hopkins (The Witchfinder General)”, (¿Alguien
recuerda aquella mítica cinta de la Metal Hammer de nombre “Scorchio”?, Diantres,
¡Mi oreja tiembla solo de recordarla!). Y es que el paralelismo entre ambos
discos es más que evidente; Por momentos CATHEDRAL van incluso más allá llegando
a sonar a los días de “Forest of Equilibrium”, sin embargo, lo que aquí predomina
es su estilo intermedio representado hasta la fecha por el mencionado “The Carnival
Bizarre” y el disco que le precedía, el también impresionante “The Ethereal
Mirror”, dejando un amplio margen para la experimentación e inclusive, para
endurecer su sonido y llevarlo hasta unas cotas desconocidas por CATHEDRAL hasta
ahora.

“The Garden of Unearthly Delights” se abre con una introducción
diabólica y ritualística que da paso a “Tree of Life & Death”, uno de los
himnos más idóneos para empezar con buen pie la escucha del disco. Cuando oigas
el riff inicial y la voz de Lee Dorrian empezarás a mover al cabeza. Si eso
no sucede, háztelo mirar; O bien estás sordo o bien te haces mayor. (Por lo
general ambas cosas suelen venir ligadas de la mano…). “Tree of Life &
Death” posee en un intermedio el clásico riff CATHEDRAL 100 % lento y agónico,
casi ralentizado, que te recordará inevitablemente a “Forest of Equilibrium”,
con un Lee Dorrian que juega con la alternancia de voces mostrando sus 2 registros
más característicos. “North Berwick Witch Trial” podría ser, y de hecho seguramente
esa era la intención de CATHEDRAL, el “Hopkins (The Witchfinder General)” segunda
parte, ¡Pero cómo engancha el maldito riff inicial!, riff que por cierto, cuando
entra se parece excesivamente al del mencionado tema. Por si fuera poco, la
letra trata de lo mismo, ¡Cazadores de brujas! (Quién no se dejaría embrujar
por las mozas que aparecen en el videoclip de “Hopkins”, ¿Ehh?) y encima se
escuchan el mismo tipo de narraciones, aunque no sabemos si en esta ocasión
también están extraídas de alguna película. Definitivamente, “North Berwick
Witch Trial” es el nuevo himno de CATHEDRAL, al más puro estilo “Hopkins (The
Witchfinder General)”, “Ride”, “Midnight Mountains” o “Cyclops Revolution”.
Tras el sonido “accessible” y melódico de la tercera pista de este “The Gardens
of Unearthly Delights”, CATHEDRAL rompen todos sus esquemas y presentan “Upon
Azrael’s Wings”, probablemente una de las piezas más duras, rápidas, pesadas
y extremas que hayan compuesto nunca, con un riff tan sencillo como aplastante
y una atmósfera que apesta, nunca mejor dicho, a CELTIC FROST (Tal y como ya
hiciesen, de forma igual de descarada en su anterior “The VIIth Coming” con
“Congregation of the Sorcerers”). Por momentos incluso, sobretodo en los compases
iniciales, creerás que Lee Dorrian ha vuelto a NAPALM DEATH y estos se han reencarnado
en los CARCASS de antaño para abortar una atrocidad que incluso los fans más
incondicionales de CATHEDRAL pueden llegar a encontrar demasiado extrema. Por
si fuera poco, “Upon Azrael’s Wings” posee hasta momento psicodélico con voces
femeninas incluídas; Verlo para creerlo. Tras la brutalidad de los nuevos CATHEDRAL,
llega otro de los grandes himnos de este su séptimo disco, curiosamente igual
de “accesible” que el anterior “North Berwick Witch Trial”; “Corpsecycle”, poseedor
de uno de los mejores estribillos que han perpetrado CATHEDRAL nunca, ¡Palabra
de Doom-Head!, pegadizo y tan  jodidamente setentero que si lo escuchara Ozzy
Osbourne, les aseguro que le pegaba una buena patada en el culo a su mujer para
agarrar a Lee Dorrian del brazo y llevárselo de cabeza al altar. (También podrían
llamar al general Hopkins, ya puestos, ¡Se deshacen de ella y una menos!). “The
Garden of Unearthly Delights” prosigue con la “bella” “Fields of Zagara”, una
pieza instrumental de 2 minutos de duración con guitarras acústicas y violines.
Alguen podría pensar que CATHEDRAL se han desinflado y de cara al tramo final
del disco la banda se sumerge en su particular mundo alucinógeno repleto de
seres deformes, brujas mazizorras, enanos con sombreros verdes y cuerpos desnudos
asexuales. Pues va a ser que no. Escucha “Oro the Manslayer” y comprobarás hasta
donde llega el extremismo musical de los nuevos CATHEDRAL, ¿A que no te esperabas
algo así?, de nuevo CELTIC FROST y CANDLEMASS denotan la pasión enfermiza y
desmedida de Lee Dorrian por sendas bandas, algo que sostiene la fórmula “The
Usurper” + “Dark are the Veils of Death” = “Oro the Manslayer”, tema que en
otras palabras vendría a ser algo así como ser aplastado por un trolebús repleto
de obesos mórbidos contra un muro de cemento. “Beneath a Funeral Sun” nos devuelve
a los CATHEDRAL más clásicos, viscerales, herederos bastardos del sonido BLACK
SABBATH setentero, con la inclusión de violines, unas voces sampleadas que parecen
extraídas de un discurso del enano de Hitler y finalmente unas líneas vocales
extrañísimas tarareadas por niños o mujeres, no me queda muy claro. A expensas
de saber de qué trata el contenido de la letra, servidor se pregunta qué tipo
de sustancias consume Lee Dorrian últimamente para componer temas tan puñeteramente
originales como este “Beneath a Funeral Moon”. Y ya puestos a hablar de originalidad,
¿De donde ha salido “The Garden”? 22 minutos nada más y nada menos de CATHEDRAL
en su lado más experimental e impredecible. “The Garden” posee pasajes geniales,
pero por momentos puede hacerse un tanto indigesto. Creo que si hubiesen recortado
el tema a unos 7 u 8 minutos, habría dado como resultado otro gran himno (¿Pero
qué demonios es esa basura que suena sobre el minuto 16?, ¡Lee Despierta!).
“The Garden of Unearthly Delights” se cierra con un experimento la gracia del
cual todavía no logré descifrar; Resulta que cuando llegamos al tema 10, de
nombre “Proga-Europa”, no escucharemos absolutamente nada durante los 5 primeros
minutos, solo silencio. A partir del minuto 5 aparece un tema, con un sonido
bastante maquetero de claras reminiscencias hippies, con el cual deduzco que
CATHEDRAL han querido rendir a modo de momento freak un sentido homenaje a sus
grands ídolos y fuente de eterna inspiración, BLACK SABBATH y cerrar así su
nueva obra de forma algo diferente a lo común.

“Endytime” volvió a situar a CATHEDRAL en las coordenadas del Doom mientras
que “The VIIth Coming” sirvió para convencer a aquellos que no creían en meros
espejismos. Finalmente, “The Garden of Unearthly Delights” devuelve a CATHEDRAL
al mismo nivel de calidad donde se encontraban  a mediados de la década pasada,
con un nuevo trabajo que supone, desde mi punto de vista, lo mejor que han hecho
Lee Dorrian y compañía en estos últimos 5 trabajos de estudio.

Si todavía no conoces al grupo y estás empezando en esto del Doom Metal, antes
de nada deberías revisar los viejos trabajos de BLACK SABBATH, CANDLEMASS, PENTAGRAM
y TROUBLE (Con permiso de Tom G. Warrior y sus CELTIC FROST). Si tras ello te
quedas con ganas, hazte con el recopilatorio que editaron CATHEDRAL el año pasado
de nombre “The Serpent’s Gold”. Una vez introducido en el mundo PsicoDoomTrópico
de los británicos, te costará creer que tras 15 años en activo publicando toneladas
de material, la banda todavía puede seguir facturando joyas del calibre de este
“The Garden of unearthly Delights”. Al resto, que os tengo que decir… Ya sabéis
como se las gastan los señores Dorrian y Jennings cuando están inspirados.

Otro firme candidato para el Top 10 de discos del año.