Shooter Jennings: The Wolf

Alguien que se gana el apodo de “Shooter” (tirador) nada más nacer y viene a este mundo con Wylon Jennings de padre y de Jessi Colter de madre (estrellas rutilantes del country) está tocado por una estrella. De hecho el chaval nada más coger su primera bocanada de aire al nacer se meó en la cara de la enfermera para regocijo de su cachondo padre, que rápidamente le bautizó como “tirador” (Shooter). El caso es que ya a sus 28 años se habla de que está cerca de granjearse el estrellato y la leyenda; y de hecho sus dos anteriores discos: PUT THE “O” BACK IN COUNTRY y ELECTRIC RODEO llevaban ese camino. Counrty eléctrico con dejes a los Eagles, Rock onda sureña a lo Lynyrd Skynyrd y hasta ramalazos del Bon Jovi más acústico. Toda una bomba de relojería.

La gracia de este músico es que después de pasar su niñez entre bambalinas, buses, carretera y de aprender a tocar todos los instrumentos en edades púberes, es que dejó Nashville para ir a Los Angeles y abrirse al R'n'R, Southern Rock y a la movida angelina Hard de antaño. Personalmente apostaba fuerte por él y por la interesante mezcla con capacidad de abarcar a grandes públicos, poseer padrinos, nombre y temazos, pero este THE WOLF me ha dejado algo frío. Puede que yo depositara muchas expectativas en él, el disco no es nada malo, lo que pasa es que no termina de imprimirle ese toque más durillo y R'n'R eléctrico que muchos esperábamos.

Jennings ofrece una cara más íntima, pausada y mucho country, tanto que hasta he dudado de subir esta crítica en Themetalcircus, pero bueno, tampoco hay que darle la espalda a según que fenómenos y más si atesoran calidad como en este caso. Nuestro querido redneck se presenta con una fabulosa versión country del “Walk of Life” de los Dire Straits que no hará más que agrandar su leyenda pues es radiable en todas partes. Atractiva, elaborada y fiel a la original. Momentos muy Southern rock en “Last Time I Let You Down”, baladas preciosas como “Concrete Cowboys” o indagación en terrenos muy Springsteen en “Tangled Up Roses” que no defraudarán a sus muchos fans. Experimento con vientos con aires mariachis en “She Lives in Color” o pianos en “A Matter of Time”.

Muchas participaciones de allegados y colegas como en la inicial y excelente “This Ol Wheel”, con violines y todo, o en “Slow Train” con The Oak Ridge Boys, quizá lo mejor del compacto. En “The Wolf” desata el espíritu sureño a medio tiempo, con unas guitarras preciosas y unos coros excepcionales, pero la cosa no termina de despegar como debería.

El lobo apenas muestra los dientes esta vez y hace que echemos de menos esos poderosos sonidos eléctricos mostrados en sus anteriores compactos. Elaborado, de calidad pero definitivamente algo lineal y excesivamente pensado para un público mayoritario. Cuando alguien tira de una versión para el primer single y mete su careto en la portada son síntomas definitivamente malos. Esperemos que no se nos domestique el lobo, este chico está destinado a hacer cosas muy grandes más allá del country… o no, quizá definitivamente sea un bluff con un genial disco debut.