Fight: The War Of Words Demos

Uno de los crimenes más frecuentemente cometidos por las compañías discográficas es el de condenar ciertos lanzamientos al olvido cuando las ediciones de los mismos se han agotado y la compañía de turno no le ve el sentido a hacer una reedición. Miles de artistas han visto como algunos de sus discos poseen el dusoso honor de ser practicamente inencontrables en cualquier tienda de discos por dicho motivo. Lo que uno no se espera es que la corta pero meteórica carrera en solitario de Rob Halford, ni más ni menos que el vocalista de JUDAS PRIEST, termine en el olvido debido a una serie de decisiones poco acertadas por parte de Sony, Sanctuary o quien demonios se encargue de la gestión del disco en cuestión.

En el caso de FIGHT fue Sony / Epic quien decidió hacer desaparecer dicho capítulo de la historia del vocalista inglés de un plumazo no reeditando con frecuencia sus trabajos con la que fue su primera banda tras abandonar JUDAS PRIEST. No obstante, en los tiempos que corren y con las pocas ganas que tienen las compañías de meterse en nuevos asuntos (o en revivir asuntos ya liquidados) alguien tenía que recuperar esas grabaciones y hacerles justicia. Y evidentemente, ha sido el propio Rob quien ha formado un sello discográfico propio – Metal God Entertainment- el cual le da licencia para volver a lanzar al mercado toda clase de referencias relativas a su periodo en solitario.

Si bien lo obvio habría sido reeditar “Resurrection” con temas extra y otras jugarretas por el estilo, Halford ha escabrado muy hondo y dado con demos, rarezas e incluso se ha puesto las pilas y ha grabado algún tema nuevo que ya ha aparecido en una reciente recopilación.  En el caso que nos ocupa, que son las demos de FIGHT, el centro de atención está puesto en el valor de rareza que ostentan estas grabaciones, que llevan desde 1992 cogiendo polvo en alguna estantería. Es una buena manera de explorar el lado más duro del metal god y recordar que si, que para él hubo vida tras JUDAS PRIEST, algo que no todos los exmiembros de la mítica banda pueden decir.

“The War Of Words Demos” es un lanzamiento peculiar, pues sirve como vistazo musical a lo que fue el año 1992 para Rob. Las grabaciones que realizó junto a los guitarristas Brian Tilse y Russ Parrish emanan brutalidad, ansias de cambio y una fertilidad compositiva que no parecía estar completamente satisfecha en JUDAS PRIEST. Para regocijo del vocalista, varios temas que fueron grabados en esta demo, como “Into The Pit” o “Nailed To The Gun” siguen siendo referidos años después como parte del mejor material en solitario de Halford. No obstante, “War Of Words – The Demos” nos ofrece la posibilidad de conocer cinco nuevas canciones que permanecían inéditas, tituladas “Now You Die” – muy PANTERA-, “Forbidden”, “Down”, “Beast Denies” y “Dead Men Talk”. Pese a que el material inédito siempre suele ser auténtica basura que demuestra el porqué dichos temas no forman parte del disco, hay que tener en cuenta que el nivel que se exhibe en estos cinco temas es superlativo. Si bien algunos como “Forbidden” tiene un obio deje a PRIEST, otros como “Down” tienen un toque a medio camino entre BLACK SABBATH y CANDLEMASS que provocan orgasmos continuados a aquellos que saben ver más allá de las tachas y el cuero.

El recuerdo, en formato demo, a las canciones de “War Of Words” es bienvenido. Temas como el sincopado “Kill It”, “Contortion” o “Psycho Suicide”  siguen siendo buenos ejercicios de metal noventero en su formato más primigenio, antes de que una serie de elementos neo-modernos decidieran cargarselo todo. Pero para eso aun faltaban seis o siete años y en 1992 Rob Halford aun ni se temía la que se le venía encima al Heavy Metal.

Muy a menudo denostados como una simple copia de PANTERA con el añadido de tener un cantante afamado, FIGHT fueron mucho más que eso aunque también es cierto que gran parte de su genialidad quedó tirada en el camino por el que el propio Rob se fue perdiendo a lo largo de los 90. Por suerte con el nuevo milenio y “Resurrection” recuperó una visión más clara de su propia carrera. Y el resto, como se suele decir, es historia.