‘The Thomb’ es el tercer disco de los madrileños INBRED, a los que les avala haber compartido escenario con grupos de la talla de THE BLACK DHALIA MURDER, THE AGONIST o PARKWAY DRIVE, e incluso salidas fuera de nuestro país, que la mayoría de veces son tan costosas. Grabado con Alex Cappa en los Metal Factory Studios, debería suponer la confirmación del grupo entre la serie de bandas algo más extremas dentro del metal de nuestro país.

Hay géneros musicales que de repente explotan, y lo que suelen traer es una larga lista de grupos alrededor intentando aprovechar el momento. Por suerte o por desgracia, esto no es como hace un par de décadas, donde esa fama se podía extender varios años; los tiempos cambian, ese éxito es más efímero que nunca, y los grupos lo saben (o deberían saberlo). Así, algunos siguen fieles a sus ideas sin dejarse afectar, y otros se moldean para seguir la moda imperante. Si hace poco el metalcore parecía cobrar protagonismo, no pasó mucho tiempo hasta que la vertiente deathcore se abría paso. Etiquetas, al fin y al cabo, con las que no todo el mundo comulga, pero que intentan simplificar muchas veces las explicaciones. Pero España es diferente, y muchas veces (como tantas otras cosas) llegamos tarde.

No me enrollo más, porque esto no es una crítica a INBRED, ni muchísimo menos. Básicamente, porque están encuadrados en ese grupo de bandas que no se dejan afectar, y que si hace X años practicaban un estilo, ahora lo siguen haciendo. Escuchando ‘Gray Skies’, la intro del álbum, no parece que estemos ante un grupo que suena agónico y desgarrador, a la par que muchas veces con cierta atmósfera oscura. Aquí Daniel Itch no cede espacio en las voces para la melodía, lo que en muchos momentos puede llevar al pensamiento de que ‘The Thomb’ se haga algo líneal… pero el resto del grupo se encarga de que no sea así. Los punteos de ‘Blood River’, primer tema, junto a sus cambios de ritmo, son un ejemplo de ello.

Pero el líneas generales, lo que aquí manda es el caos, como continúa con la acelerada ‘Venial Sin’ o la desquiciante ‘I confess’. Sirvan como resumen del disco dos temas. Por un lado, ‘Uppsala’ de poco más de dos minutos, donde dan rienda suelta a la locura con partes veloces, otras pesadas y con las guitarras de Daniel y Gonzalo volviendo a tomar protagonismo en sus arreglos más melódicos. Por otro, ‘Dark Light of a Chiral Sun’, mucho más pesada y densa en su comienzo, antes de meterse en terrenos más técnicos… y por cierto, es instrumental, y uno de los cortes más destacados de este trabajo. Quizá solo se vea superado por ‘Nemesis II’, demoledora.

Solo un pequeño apunte (o dos): puede ser que haya algún momento donde los breakdown puedan llegar a resultar algo repetitivos, aunque sean habituales de este tipo de composiciones; por ese motivo es bienvenido el interludio ‘Delivering Chaos’ a mitad del disco, que junto a la intro y outro (que de paso da título al álbum) nos dejan ocho canciones reales. Por lo demás, un paso más adelante en la carrera del grupo.

 

Varo ( varo@themetalcircus.com )

Grupo:Inbred

Discográfica: -

Puntuación:7.5

Canciones:

  1. Gray Skies
  2. Blood River
  3. Venial Sin
  4. Season of the Frog
  5. Upssala
  6. Delivering Chaos
  7. I Confess
  8. Nemesis II
  9. Dark Light of a Chiral Sun
  10. Sanctuary of the Hopeless
  11. The Tomb

Año:2011