The Serpent Only Lies

Si hay que definir el nuevo disco de CROWBAR, en pocas palabras, diría que no es variado, pero fiel a su modus operandi. Y supongo que eso satisfará a sus seguidores. Las directrices son muy claras y predeterminadas: alternar las partes pesadas con las rápidas. No hay más que hablar. Riffs y más riffs dan forma a este “The Serpent Only Lies”, del inicio al cierre.

Tras el regreso del bajista, Todd Strange, CROWBAR, la banda de Nueva Orleans, se presenta con “The Serpent Only Lies”, su undécimo álbum de estudio. En él, encontramos mucho doom metal, con unas guitarras crudas, garra en la voz y música abrasiva. Cien por cien old school.

Nada más empezar el disco, nos topamos con un tema puramente BLACK SABBATH, de nombre “Falling While Rising”. Se clava a fuego en tu cerebro, y nos viene a la mente otra banda: DOWN, y es que uno de sus ex componentes, Kirk Windstein, está en el barco. ¡Ahora lo entiendo todo! “Plasmic And Pure” no es tan machacón como el anterior, pero el riff sigue llevando todo el peso. Luego, llega el turno de la rapidez, en forma de “I Am The Storm”. Un corte algo más “panteroso”, casi tanto como el que da nombre al disco: “The Serpent Only Lies”.

Si hay que definir el nuevo disco de CROWBAR, en pocas palabras, diría que no es variado, pero fiel a su modus operandi. Y supongo que eso satisfará a sus seguidores. Las directrices son muy claras y predeterminadas: alternar las partes pesadas con las rápidas. No hay más que hablar. Riffs y más riffs dan forma a este “The Serpent Only Lies”, del inicio al cierre. Desde “Falling While Rising” a “As I Heal”, las guitarras de Kirk y Matthew se hacen dueñas y señoras de nuestros sentidos. “On Holy Ground”, quizás sea una de las que más se distancia del resto. Con unas guitarras dobladas en su inicio, muy al estilo thrash de los ochenta, pero que luego se dejan absorber de nuevo por la pesadez.

“Song Of The Dunes”, inicia de nuevo la marcha con melodía de guitarra. A estas alturas, escuchar al vocalista, Kirk Windstein, casi susurrando, es un alivio. Un buen tema, a lo “Cementery Gates”, de PANTERA. Y poco más que añadir a estas alturas. Los amantes del género, y de la banda, ya sabrán de sobras por dónde anda el cuarteto americano, y qué pueden esperar de ellos. Y este disco sigue en la línea: metal pesado y sonido rudo. Es CROWBAR en pura esencia. Producción actual, pero que nos retrae tiempo atrás, sumándole una atrayente portada, obra de Eliran Kantor. Así que no creo que les decepcione.