Hatebreed: The Rise Of Brutality

Roadrunner Records, Ozzfest, americanos, año 2003… Pánico me entraba solo de pensar que tenía que enfrentarme al enésimo bodrio Numetalero del año sin embargo cual ha sido mi sorpresa cuando he pinchado el Cd de estos HATEBREED en mi equipo Hi-Fi.

Reconozco haber sido ya advertido hace tiempo acerca del buen hacer de esta banda norteamericana, sin embargo en los días que corren donde a un grupo como IN FLAMES se le llama death metal o a otro como  SONATA ARCTICA power metal, yo paso de confiar en las recomendaciones de nadie, que luego ya sé lo que pasa.

Pues bien, esta vez no iban desencaminados los adjetivos que mi colega utilizó para definir a estos 4 tipos. Pese a que el contexto de la banda pueda indicar lo contrario, HATEBREED curiosamente no son un grupo de NuMetal, ni mucho menos, aquí hay tralla a raudales pero sin meterse en terrenos pantanosos relacionados con el rap, hip hop o música electrónica, !!Only metal, Pure metal!!.

“The rise of Brutality” está básicamente centrado en la fusión del thrash/death 90’s al más puro estilo MACHINE HEAD, últimos TESTAMENT, THE HAUNTED, PISSING RAZORS o SKINLAB con algo de HardCore y Crossover como BIOHAZARD (Sin el puñetero Rap) o STUCK MOJO.

Quizá el único punto flaco que le veo a este trabajo reside en el hecho de que por momentos puede hacerse algo lineal, a diferencia por ejemplo de un disco muy similar como podría ser el “The Gathering” de TESTAMENT, este “The rise of Brutality” apenas tiene solos de guitarra o partes más lentas que les hagan parecer menos monótonos a los oídos del personal.

De cualquier forma, el compendio de riffs y mala leche englobados en este nuevo trabajo de estos americanos te hará no parar quieto ni un momento.

Si bien hace 15 años era el thrash de la Bay Area lo que arrasaba en Usa, actualmente parece que el metal cañero y poco contaminado por los estilos que todos sabemos se está volviendo a imponer en Yankeelandia y más teniendo en cuenta que esta gente están en una potente multinacional, esperemos que esto no sea un mero espejismo y con el tiempo se convierta en la lína a seguir.