Seventh Key: The Raging Fire

Sr. Sergi Ramos, le hará a usted mucha gracia saber que este “The raging fire”
destila sonido GARY MOOREiano por todos lados, hehehe.

Pues sí, SEVENTH KEY, la banda del señor Billy Greer (KANSAS / STREETS / THE
SIGN) ha elaborado un segundo disco de hard melódico ochentero que puede recordar
desde los grandes trabajos de GAY MOORE de los 80 a lo “Wild frontier” o “Run
for cover” sin el toque “irlandés”, obviamente, hasta propuestas más clásicas
dentro del género melódico como JOURNEY o SURVIVOR, eso sí, con un enfoque algo
más “duro” (que no heavy) y más actual, sobretodo en términos de producción
gracias a la buena mano del señor Mike Slammer, guitarrista, teclista y productor
de “The raging fire”.

SEVENTH KEY son el clásico producto del sello italiano Frontiers Records, en
la línea de unos HOUSE OF LORDS, PRAYING MANTIS o el último trabajo del dios
Jeff Scott Soto, “Prism”, donde se mezcla de una manera magistral el hard de
los 80 y el rock melódico de toda la vida con alguna que otra pincelada heavy.

Por momentos te pueden venir a la mente incluso algunos buenos trabajos del
pasado como el “Slaves and masters” de DEEP PURPLE, algo de los RUSH de finales
de los 80, algún que otro disco en solitario de Joe Lynn Turner o sin ir más
lejos a JOSHUA, banda en la que por cierto colocó las pistas de bajo de aquel
disco de culto dentro del género, “Intense defence” el propio Billy Greer.

Todo esto no hace sino ensalzar aún más “The raging fire”, un disco que si
bien decepcionará a los amantes de nuevas “aventuras” musicales, volverá locos
a todos los que añoran aquella época dorada del hard rock melódico que fueron
los 80. 

En “The raging fire” han colaborado una serie de músicos de gran renombre como
Steve Morse (DEEP PURPLE / DIXIE DREGS), Steve Walsh y Kerry Livgren, ambos
de KANSAS y Terry Brock de STRANGEWAYS.

Si dejas los prejuicios temporales de lado y te centras en el contenido de
este trabajo puede que te lleves una grata sorpresa, nadie hace ascos a un buen
puñado de melodías y grandes solos de guitarra, aunque seas el thrasher más
duro de tu barrio.