Necrophobic: The Nocturnal Silence

Corría el año 1995 cuando un servidor que hacía sus primeros pinitos en el campo del black metal recibió un Cd que le abriría las puertas y la mente a un universo de sonidos bastante alejado en cuanto a extremismo de las bandas que tanto amaba por aquella época como SEPULTURA, TESTAMENT, SLAYER o CARCASS.

Reconozco que mi encuentro con “The nocturnal silence” fue básicamente fortuito puesto que ese Cd recayó en mis manos por equivocación sin embargo, ¡Qué gran oportunismo!.

Escuchar voces guturales y tralla a mansalva no era nuevo para mí, sin embargo “The nocturnal silence” tenía un halo de oscuridad para mí desconocida y que no tardó mucho en cautivarme.

Durante bastantes años consideré “The nocturnal silence” como un discazo, pero ampliamente superado por su siguiente “Darkside”. Actualmente los papeles se han invertido y fruto de ello me he visto “obligado” a exponer mi opinión sobre tan preciado tesoro.

NECROPHOBIC nunca han tenido el mismo reconocimiento que otros compinches de “quinta” como ENTOMBED, DISMEMBER, IN FLAMES o DISSECTION, bandas que bien sea por meras casualidades de la vida, factores extramusicales o el apoyo de un sello discográfico fuerte, siempre estuvieron en la primera línea del metal extremo exportable de Suecia.

También pudo influir el hecho de que a diferencia de muchas otras bandas, NECROPHOBIC nunca edulcoraron su sonido incorporando melodías y arreglos típicamente heavy metal como sí hicieron IN FLAMES o DARK TRANQUILLITY sin ir más lejos.

Escuchando detenidamente “The nocturnal silence” pueden percibirse muy claramente qué estuvieron mamando estos suecos durante sus primeros años como banda; SLAYER, BATHORY, DEICIDE, MORBID ANGEL, CELTIC FROST… y demás viejas glorias de la música extrema.

A todo ello le incorporaron un leve toque melódico que no hizo sino aportar una nueva dimensión a su sonido pero sin alejarlo de los cánones extremos del thrash/death/black.

Habiéndose labrado una muy buena reputación en el underground de la época con un par de demotapes bastante efectivos como fueron “Slow asphyxiation” y “Unholy prophecies”, muy superiores a la media, y un Ep hoy por hoy pieza de coleccionista publicado por el extinto sello americano Wild Rags Records, “The Call”, NECROPHOBIC fichan por Black Mark Productions (sello entre otros de BATHORY) y lanzan en 1993 su obra primeriza y clásico imperecedero donde los haya, “The nocturnal silence”.

Como ya he comentado antes, su propuesta consistía en una mezcla bastarda entre SLAYER y los primeros MORBID ANGEL por ejemplo junto con ese toque sueco melódico propio del tipo de bandas de la época y el mismo lugar geográfico.

De SLAYER heredaron la tipología de riffs de guitarra y ritmos de batería mientras que de MORBID ANGEL el tipo de voz que solía poner David Vincent (por momentos su cantante también os podrá recordar a Jon Nodtveit de DISSECTION, sobretodo por ese acento de resfriado continuo que atesoraba).

El toque melódico se da en algunas melodías de guitarra y sobretodo en los solos de guitarra, uno de los puntos fuertes de NECROPHOBIC.

Los clásicos riffs machacones al más puro estilo SLAYER con los ritmos de batería lentos cargados de Ride a toda pastilla fueron recuperados para la ocasión de una manera magistral, algo así como SLAYER en clave de black/death y más melódicos de lo usual en ellos.

En algunos temas aparecen algunos teclados esporádicos cuya única misión es dotar de cierta atmósfera a ciertos pasajes, en ningún momento toman el protagonismo principal del tema.

La formación que perpetró este disco estaba compuesta por el cantante Anders Strokirk (¿Alguien sabe donde para este tipo? ¡Pero qué cuerdas vocales por Belzebú!), el batería Joakim Sterner (quien todavía sigue en la banda), Tobbe Sidegard al bajo (posteriormente también se ocuparía de las labores de vocalista con excelentes resultados) y finalmente el genio y progenitor del 95 % del contenido de “The Nocturnal silence”, Mr. David Parland. Quizá el nombre de este tipo os deje completamente indiferentes, pero cabe recordar que bajo su seudónimo Blackmoon, el señor Parland creó una de las bandas más legendarias del black metal, los míticos DARK FUNERAL que aunque últimamente estén de capa caída, siempre serán recordados por dos joyas como fueron su MCD de debut y el mítico “The secret of the black arts” (curiosamente los dos discos donde participó David Parland). Si sois fanáticos de los suecos black metaleros, no os iría mal haceros con este trabajo de NECROPHOBIC, quizá comprenderéis de donde vienen muchos de los elementos que hicieron destacar a DARK FUNERAL algunos años más tarde.

“The nocturnal silence” está compuesto por 9 auténticos himnos mortuorios, a cada cual más blasfemo y malévolo. Para mi gusto no existe ni un solo tema que no sea digno de aparecer en esta impía obra maestra del metal oscuro y extremo.

“Awakening” se encarga de mostrarnos las credenciales de la banda, con una introducción de teclados espeluznante y anécdotica y un sinfín de riffs sencillos pero efectivos al 100 %.

“Before the dawn” sigue la tradición de bandas como ENTOMBED o DISMEMBER en sus primeros trabajos, léase, “Left hand path” o Like and everflowing stream”, death metal pausado, denso y pesado pero con un gran sentido de la melodía. A mitad del tema nos encontramos con una gran interludio a base de guitarrras acústicas donde Anders Strokirk reza de una manera escalofriante una declaración de principios sin igual, “I sacrifice you bastard child, The time has come to take your life, Born of evil in the name of Christ, YOU SHALL DIE!!!” (consigue poner la piel de gallina, de veras), acto seguido el tema desemboca en una melodía de guitarra repetitiva que me recuerda a aquellos legendarios AMORPHIS de “Tales from the thousand lakes” (¡Que tiempos!) y que a la vez da paso a un solo de esos que se te meten en la cabeza y no puedes parar de tararearlo.

Con el tercer tema llega uno de los platos fuertes del disco, “Unholy prophecies”, ¡SLAYER haciendo death metal! Es difícil describir la sensación que me causa escuchar todos estos ritmos de batería a medio tiempo y estos riffs de guitarra infernales, es algo que uno debe experimentar por sí mismo.

Sin apenas tiempo para reponerse llega el que es sin duda el mayor himno de este disco, la homónima “The nocturnal silence”, tema que todavía interpretan en directo. Introduciéndonos a través de una melodía hipnótica, NECROPHOBIC consiguen plasmar en apenas 4 minutos de canción tal cantidad de odio sonoro que hasta los propios SLAYER deberían empezar a replantearse ciertas cosas. Atención al estribillo con organillo cutre de iglesia y las posteriores sucesiones de riffs de guitarra que desembocan en el solo de guitarra más diabólicamente bello de la historia del metal, esto es escalofriante y no… Bueno, me callo que luego el personal se queja.

 El legado de los dioses SLAYER sigue presente a lo largo de todo el disco, “Shadows of the moon” es buena prueba de ello.

Con “The ancients fate” y “Sacrificial rites” (el tema más rápido y furibundo del disco) la estela de SLAYER desaparece por un rato para decantar la música hacia terrenos más “suecos”, ENTOMBED son la clarísima referencia, por momentos parece que nos estemos confundiendo y en lugar de “The nocturnal silence” estemos escuchando “Left hand path” o “Clandestine”.

Todo era un espejismo, faltaría más, “Father of creation” nos devuelve a los NECROPHOBIC más SLAYERianos y pausadamente extremos (¡Pero qué par de solos de guitarra por favor!). Es curioso como un disco como este echa por tierra todas las teorías que dicen que para ser extremo hay que tocar rápido. A los partidarios de semejante sandez les invito a saborear “The nocturnal silence” de cabo a rabo, quizá acaben tirando sus discos de MARDUK a la basura.

“The nocturnal silence” se cierra quizá con el tema más flojo de todo el disco, “Where sinners burn” pero, ¿Qué más da? Ante semejante colección de himnos bélicos y odio incontrolado a estas alturas de disco ya me da todo igual, solo espero que acabe…!Para volvérmelo a poner!.

“The nocturnal silence” fue abortado en 1993 bajo las directrices del sello sueco Black Mark Production y grabado en los reconocidos Sunlight Studios por el archiconocido Thomas Skogsberg.

Sin duda, al menos para mí y otro capullo que empieza por Y y acaba por I, este disco será recordado como uno de los trabajos más impíos de la historia de la música, seguido muy de cerca por su siguiente “Darkside”, disco que a este paso me veo reseñando un día de estos (sin resaca a poder ser…).