Avantasia: The Mystery of Time

Otra entrega más de la rutilante saga de Tobias Sammet, cantante de Edguy y afamado compositor. Sus habituales ediciones bajo el nombre de Avantasia poseen una gran cantidad de invitados aunque quizá esta vez no sean tan rutilantes. Aunque eso realmente es lo de menos, pues si algo destaca en estas sagas es la enorme calidad en composición. Kiske, Bob Catley, Ronnie Atkins (gran acierto), Joe Lynn Turner, Biff Byford, Eric Martin y Cloudy Yang son las estrellas, pero la gran novedad es sin duda la participación de la German Film Orchestra Babelsberg. Quizá esta més el tono es menos oscuro y hay mucha más luz. El problema básico de todo sigue siendo la enorme calidad que ya han alcanzado las anteriores entregas. Sólo “The Metal Opera Part II” es un disco más discreto, el resto goza de una calidad intachable.

Son 10 temas en total de distinto pelaje pero esperable, muy en la onda que conocemos de Avantasia y de su compositor. Mucha grandilocuencia, muchos momentos para el lucimiento vocal y ese excelente arropamiento de la sinfónica. Esta vez no se nota tanto que ha habido composiciones hechas a medida de traje para el vocalista de turno. Los temas son largos en sus desarrollos. Empieza el festín con “Spectres”, con acentos de teclado y orquesta. Un tema ideal para abrir y tener claro que las cosas no han cambiado. Alfombra roja para Sammet y un estribillo de lujo. En “The Watchmakers Dream” se sigue elevando el listón. Enorme Joe Lynn Turner doblando con Sammet en uno de los grandes estribillos del disco. Aroma a Rainbow y un teclado muy presente cortesía de Miro. Mucha ampulosidad. La cadencia perfecta de “Black Orchid” recuerda a esas composiciones estilo “Star Gazer” de Rainbow. Espectacular la inclusión de Biff a las voces. Sinceramente, en primera instancia no me hubiese imaginado que funcionaría tan bien. Evidentemente la irrupción de Kiske es espectacular. Nadie canta como él… Uno de los mejores cortes del disco, power metal pomposo con el mejor cantante del estilo. Repite en “Dweller in a Dream” haciendo dueto con Sammet y manteniendo el notable alto.

La balada la pone “Sleepwalking”. Dueto de Sammet con una Cloudy Yang espectacular. Otra estelar es “Savior in the Clockwork”. Enorme estribillo y mucha fuerza en medio tiempo. Turner, Byfford y Kiske se turnan para conseguir un tema coral 100% Avantasia. Este es de los cortes que harán esbozar una sonrisa a todos los fans de la saga y que en directo van a calar en la audiencia. Gran solo de Kulick, el ex de Kiss, uno de los más prolíficos a lo largo de la saga. La entrada de Atkins (Pretty Maids) en “Invoke the Machine” es genial. Una de las voces más personales de la escena en un corte rápido y muy melódico, también muy en la onda Avantasia aunque con un riff más duro de lo habitual. Igual de acertada ha sido la inclusión del enorme Eric Martin (Mr Big). Nadie posee su color de voz ni modula la voz como él. Evidentemente le han colocado una balada que gana muchos enteros con su presencia. A todo ello hay que resaltar la labor de Sascha Paeth en las guitarras y del veterano Russell Gilbrook (Uriah Heep) tras los timbales. Está bien que no se haya recurrido al típico baterista de power doble bombo. Se despiden con la pomposa y extensa “The Great Mystery”, con Catley, Bifford y Turner. Intenso medio tiempo que evoluciona y va recargado con orquestaciones. La segunda parte se inicia con un guiño a esos temas a lo Meat Loaf.

Avantasia sigue siendo una de las entregas periódicas más atractivas del momento. Siempre es sinónimo de calidad y la cabalgata de músicos y cantantes participantes deslumbra. Posiblemente no supere las dos anteriores entregas, pero mantiene bien el tipo y es capaz de mirarlas de tú a tú. Y a pesar de que el material de Edguy no está nada mal, posiblemente seamos muchos los que preferimos la saga Avantasia, aún siendo material del mismo autor. Melodía, fuerza y voces angelicales. Sammet se toma su tiempo a la hora de trabajar esta saga, y eso se agradece. Esperaremos con muchas ganas su concierto en el Sonisphere. De lo que no hay duda es que Avantasia siempre es sinónimo de disco del año. Esta vez también…