Virgin Steele: The Marriage Of Heaven And Hell Part II
VIRGIN STEELE, la leyenda liderada por el genio David DeFeis, ha permanecido
durante 25 años inalterable al paso e influencia de las modas musicales, como
si todo lo que se cociera ahí fuera no fuese con ellos. Siendo sin duda una
de las bandas más infravaloradas dentro de la escena metálica, VIRGIN STEELE
han tenido que soportar a lo largo de su carrera una serie de penúrias, contratiempos
e injusticias que todavía hacen más admirable su fé y voluntad por seguir adelante
facturando trabajos de una calidad intachable.
Comparados en multitud de ocasiones con MANOWAR, VIRGIN STEELE siempre han
tenido que acarrear con ese lastre de ser los “hermanos pobres” de los True
Kings of Heavy Metal, algo que cualquier persona que haya profundizado en la
carrera de la banda de DeFeis y Pursino, sabrá de sobras lo injusto y desafortunado
que resulta en todos los aspectos. La rivalidad que muchos fans han querido
atribuir a MANOWAR y VIRGIN STEELE no tiene fundamento alguno pues tanto David
DeFeis como Joey DeMaio siempre han mostrado respecto mútuo el uno por el otro,
algo lógico y comprensible pues ambos poseen la misma edad y crecieron juntos
en el área de Nueva York, a finales de los años 70’s, dentro de la misma escena,
con las mismas amistades comunes y la misma veneración por el tándem RAINBOW
/ SABBATH. De hecho, hasta llegaron a girar juntos en 1987. Sí es cierto que
los registros y las cuerdas vocales de Eric Adams y David DeFeis son muy similares,
pero eso es algo inevitable, uno nace con la voz que nace, y si ésta es buena,
¿Para qué cambiarla? Además, ¿Porqué se supone que el desconocido, David DeFeis,
ha de intentar copiar al conocido, Eric Adams?, ¿Y si se hubiese dado el caso
de que fuese al revés? VIRGIN STEELE, aunque muchos crean que su historia empieza
con la edición a mitades de los 80’s del gran clásico “Noble Savage”, ya venían
dando guerra desde varios años atrás con la publicación de 4 trabajos que hasta
que no fueron reeditados hace pocos años por su sello Noise Records e internet
dio la posibilidad de dar con información referente a ellos, casi nadie sabía
de su existencia. Musicalmente, MANOWAR y VIRGIN STEELE poco tienen que ver,
siempre y cuando, lógicamente, uno profundice en la carrera de ambas bandas.
MANOWAR desde los principios apostaron por un sonido épico mientras que VIRGIN
STEELE, salvo en sus últimos 10 años de existencia y algunos momentos muy puntuales
de sus 15 años anteriores donde ya jugaban con la incursión de algunos elementos
épicos en su sonido, se han mostrado abiertos a todo tipo de influencias, desde
el Blues/Rock de los 70’s hasta el Hard Rock ochentero más comercial o el Heavy
Metal clásico de toda la vida, todo ello barnizado por una excelente atmósfera
irrepetible repleta de teclados únicos que solo David DeFeis sabe crear. Finalmente
cabe destacar que a excepción de sus primeros trabajos, algo parcos y tópicos
en cuanto a letras se refiere, VIRGIN STEELE siempre han apostado por darle
una importancia vital a sus letras, muchas de ellas complejas, conceptuales
y alejadas del simplismo infantil tan propio de MANOWAR, quienes se agarraban
una y mil veces a los mismos recursos efectivos y contundentes, pero carentes
de contenido “intelectual” alguno.
No me malinterpreten, MANOWAR crearon discos y canciones memorables, pero del
mismo modo, su carrera está repleta de actos y actitudes reprochables que no
hacen sino evidenciar y otorgar credibilidad a las enormes diferencias que entre
ambas bandas existen. Así pues, las comparaciones, aunque existentes, no deberían
ser utilizadas para culpar a nadie de plagio y mucho menos oportunismo; VIRGIN
STEELE y MANOWAR poseen ambos unas carreras propias, repletas de altibajos y
con una identidad claramente definida.
VIRGIN STEELE se formaron en 1981 de la mano de Jack Starr, quién al poco tiempo
reclutó a David DeFeis y junto a los ya presentes Joey Ayvacian y Joe O’Really
(bajista que sustituyó a Kelly Nichols, un tipo que en palabras de David DeFeis
era bastante malo. Curiosamente, el tal Kelly Nichols acabaría en las filas
de L.A. GUNS logrando así relativo éxito antes que los propios VIRGIN STEELE).
Con dicha formación, VIRGIN STEELE grabarían su primera demo gracias a la cual,
Mike Varney, fundador de uno de los sellos americanos de metal más importantes
de todos los tiempos, Shrapnel Records, lograron colar un tema en la compilación
que éste solía editar por entonces llamada U.S. Metal, algo similar a los Metal
Massacre de Metal Blade, aunque sin tanto renombre.Viendo el éxito que el tema
obtuvo a raiz de la cantidad de correo que recibieron de fans (David DeFeis
llegó a recibir cartas incluso de gente tan deconocida por entonces como METALLICA
o QUEENSRYCHE), VIRGIN STEELE deciden editar la demo por su propia cuenta llegando
a vender unas 10.000 copias, algo impensable para una banda sin contrato. Como
era de esperar, las ofertas por parte de sellos empiezan a llegar y la banda
opta por la que les hace un recién nacido sello británico, Music For Nations,
siendo así “Virgin Steele One”, la primera referencia tanto del ahora famoso
y ya desaparecido sello como de la banda VIRGIN STEELE (¡Y pieza de coleccionismo
cara, muy cara!). Con la edición de su primer trabajo y una escena en pleno
apogeo, DeFeis y compañía realizaron giras por Usa con gente como MOTORHEAD,
THE RODS, RIOT, KROKUS o MANOWAR, con quienes posteriormente también girarían
en 1987 por Europa. Al poco tiempo, la banda se encierra de nuevo en el estudio
para grabar su segundo trabajo “Guardians of the Flame” y un Ep de nombre “A
cry in the Night” (que en Usa se llamaría “Wait for the Night”). Es en este
momento que empiezan a aparecer las primeras diferencias musicales entre el
guitarrista Jack Starr y el resto de miembros del grupo, lo que propicia que
Jack acabe abandonando la banda que, curiosamente, había creado él unos años
atrás. Su puesto es cubierto por un viejo amigo de la banda, y más en concreto
de David DeFeis; Edward Pursino, quién actualmente es el 50 % de VIRGIN STEELE
tras 20 años en la banda e infinidad de participación en los créditos de los
mayores himnos del grupo. Con Edward a bordo, se empieza a gestar “Noble Savage”,
el primer gran clásico en su gigantesca trayectoria repleta de aciertos y errores
garrafales. “Noble Savage” nos presenta a unos VIRGIN STEELE mucho más metálicos
y menos rockeros, incluso rozando el Speed Metal de la época (“We Rule the Night”),
el Hard más baladístico y popero (“Where are you running to”) y el metal épico
que posteriormente sería su seña de indentidad más característica (“Noble Savage”).
Con su flamante nuevo album en la calle, VIRGIN STEELE realizan más giras y
firman por el creciente sello alemán Spv, mientras que David DeFeis y Edward
Pursino son contratados como mercenarios para ayudar y dar forma al segundo
trabajo, “Stay Ugly”, del proyecto de Gordon Kirchin llamado PILEDRIVER, banda
underground que llegó a batir records de ventas en los Usa con su primer y mítico
disco “Metal Inquisition”, del que se han despachado casi un cuarto de millón
de copias hasta la fecha. A la vez, y a la espera de que se arreglen los poblemas
legales derivados de la demanda que Jack Starr realiza a David DeFeis por la
propiedad del nombre VIRGIN STEELE, los 4 componentes de la banda, David, Joey,
Edward y Joe deciden no perder el tiempo y graban un nuevo disco, “Nightmare
Theatre”, que finalmente sale a la luz como EXORCIST y no como VIRGIN STEELE.
A día de hoy, EXORCIST son considerados una leyenda, y es que hasta hace no
mucho, los miembros de VIRGIN STEELE solían negar su involucración en dicho
proyecto, no sabemos si por repudia hacia el sonido Speed/Black/Thrash Metal
garajero de “Nightmare Theatre” o simplemente por cuestiones legales, logrando
que la leyenda y el misterio que rodeasen a esa grabación y a esa banda fuesen
bastante grandes. Curiosamente, si prestas atención a la canción “Call of the
Exorcist”, seguramente la mejor de todo el disco, encontrarás unos riffs de
guitarra y melodías de voz idénticas a las de una pieza relativamente nueva
de VIRGIN STEELE, “Fire of Ecstacy” de la saga “House of Atreus”. Llegados a
1987, la banda se embarca en una gira europea con BLACK SABBATH que presentaban”The
Eternal Idol” para entrar posteriormente al estudio y dar vida a “Age of Consent”,
un disco que mucha gente cree que es de una década después, fecha en la que
se reeditó finalmente en Cd regrabando los temas de nuevo. Tras ello, empezaron
los problemas en el seno de la banda, lo que provocó que VIRGIN STEELE estuvieran
en el dique seco hasta 1992, 4 años repletos de problemas con su manager y agencia
de management que casi acaban con la banda. El retorno de Defeis y cia vería
la luz en 1993 bajo el nombre de “Life Among the Ruins”, un buen disco que sin
embargo depcecionó a mucha gente debido a la cantidad de material hard rockero,
repleto de toques glam y blues, ante una ausencia total del sonido épico característico
de VIRGIN STEELE. “Life Among the Ruins” fue editado por el sello Shark Records,
propiedad del señor Alex Thubeauville, quén posteriormente volvería a trabajar
con la banda como productor ejecutivo en la saga de “The Marriage of Heaven
and Hell”, ambos trabajos editados por su nuevo sello Modern Music. Tras el
fiasco que supuso este “Life Among the Ruins”, VIRGIN STEELE, o lo que es lo
mismo, David DeFeis y Edward Pursino, aceptan que en Usa poco hay que hacer,
el metal allí tiene sus días contados y su público potencial se encuentra en
Europa por lo que deciden contentar a sus fans europeos con una saga épica de
Power Metal hasta la fecha insuperable e inigualable. David y Edward se ponen
manos a la obra y componen cerca de 60 canciones de las cuales, la mitad conformarán
sendas partes de la saga “The Marriage of Heaven and Hell”, la segunda parte
de la cual, es motivo de la presente reseña.
Sin ánimo de desmerecer ni restar méritos a la labor del grupo en la primera
parte de dicha saga, creo firmemente que la segunda parte es infinitamente superior
en todos los aspectos. “The Marriage of Heaven and Hell” se abre con el himno
entre himnos, ese torrente de potencia, velocidad y furia decontrolada que es
“A Symphony of Steele”, precedida de una introducción épica de teclados que
te transportará hasta la vieja civilización griega. “A Symphony of Steele” es
un tema sencillo, conciso, sin florituras ni excesos de ningún tipo; Directo,
pegadizo y potente, con un David DeFeis que hace honor a su apodo “The Lion”,
lanzando unos rugidos que más en este tema que en cualquier otro, provocarán
las quejas y las comparaciones con Eric Adams de MANOWAR. “Crown of Glory” es
un tema más pausado y emotivo donde de nuevo el vocalista David DeFeis demuestra
el porqué de su grandeza a través de unas melodías de voz de una factura y elegancia
intachables. “Crown of Glory” al igual que la gran mayoría de los temas de “The
Marriage of Heaven and Hell Part II”, nos muestra a unos VIRGIN STEELE que apuestan
por la elaboración de un sinfín de pasajes, cambios de ritmo y tonalidad, capas
y más capas de teclados y coros bastante originales y únicos, todo ello dentro
de una misma pieza musical, algo que le da una riqueza y variedad de matices
importante a su música.
“From Chaos to Creation” es una bonita pieza instrumental de apenas 2 minutos
de duración donde los STEELE se decantan por su lado más épico, dando paso a
las 2 canciones, para mi gusto, menos emotivas y potentes de todo el trabajo,
“Twilight of the Gods” y sobretodo “Rising Unchained”, 2 temas notables que
en comparación con cualquiera de los restantes que conforman esta obra maestra,
no dan la talla de sobresaliente. El primer respiro de “The Marriage of Heaven
and hell Part II” llega con “Transfiguration”, una balada repleta de sentimiento
donde a parte obviamente de la voz de David DeFeis, destacan los fantásticos
punteos de guitarra de Edward Pursino y el delicado piano del propio DeFeis.
El disco prosigue con otra de las grandes composiciones de VIRGIN STEELE de
toda su carrera; “Prometheus the Fallen One”, cuya relajada introducción, es
de lo más épico que he podido escuchar en muchos años. Cuando ésta da paso al
tema en sí, destaca muy por encima del esto la forma en que David DeFeis entona
sus estrofas encima de base instrumental relajada, como no, épica y bastante
atmosférica, logrando un lucimiento personal inigualable. Tras “Prometheus the
Fallen One” llega “Emalaith”, la balada por excelencia de VIRGIN STEELE, un
tema de 10 minutos cuya cantidad de emotividad no se puede expresar con mundanas
palabras. De hecho, supongo que algunos recordarán los pitidos que se llevaron
DeFeis y Pursino en su última actuación por nuestra tierra hace 4 años como
teloneros de HAMMERFALL y FREEDOM CALL cuando interpretaron este tema en su
versión acústica… Ya se sabe, no está hecha la miel para… En fin, me abstendré
de formular ningún comentario personal por temor a más que posibles represalias
por parte de los fans de ambas bandas. El disco prosigue con una power-ballad
impresionante llamada “Strawgirl” donde de unevo David DeFeis vuelve a lucirse
logrando unas cotas de emotividad con su voz espectaculares. Tras estas 2 largas
piezas más relajadas que son “Emalaith” y “Strawgirl”, llega la parte más potente
y agresiva de “The Marriage of Heaven and Hell Part II” compuesta por “Devil/Angel”,
“Unholy Water” y “Victory is Mine”. La primera de ellas resulta a leguas un
homenaje más que descarado a los JUDAS PRIEST de los días de “Ram it Down”,
¡Compruébalo por tí mismo!, de veras que clama un poquito al cielo el parecido,
desde los riffs y el solo de Pursino hasta las melodías de voz de DeFeis. “Unholy
Water” nos devuelve a los VIRGIN STEELE más épicos y no tan agresivos y directos,
con una pieza donde de nuevo la estrella indiscutible es David DeFeis, quién
hace una labor con sus registros más agudos sublime. “Victory is Mine” supone
el gran colofón a este “The Marriage of Heaven and Hell Part. II”, siendo una
pieza descaradamente heavy, pegadiza y épica con uno de los mejores estribillos
de todo el disco. Finalmente, el disco se cierra con la instrumental “The Marriage
of Heaven and Hell revisited”, donde encontrarás algunas melodías que si has
escuchado la primera parte de la saga, te serán familiares.
En líneas generales, “The Marriage of Heaven and Hell Part II” es un disco
mucho más relajado , emotivo, delicado y con mayor presencia de medios tiempos
que cualquiera de sus obras posteriores, igual de efectivas, pero decididamente
más orientadas hacia el Power Metal europeo, eso si, siempre con la marca distintiva
de VIRGIN STEELE, la misma que les ha hecho ser una de las bandas más originales
y distintivas de toda la escena, con un estilo más personal, repleto a partes
iguales de metal épico, emotividad, sutileza, gusto por el detalle, velocidad
y garra.
Circula por ahí fuera, desde los tiempos de “Invictus” por cierto, ese tópico
sin fundamento alguno que tilda a VIRGIN STEELE de un mero plagio de MANOWAR.
Antes de apuntarte a la moda del “hablar sin haber escuchado” (algo muy frecuente
en estos días del mp3 y las bobinas con miles de discos), dale una oportunidad
a esta fantástica banda cuya intachable trayectoria merece un mínimo de atención
y desde luego, mayor reconocimiento.
Javi Metal
Grupo:Virgin Steele
Discográfica:Modern Music / Noise Records
Puntuación:10
Canciones:
- A Symphony of Steele
- Crown of Glory
- From Chaos to Creation
- Twilight of the Gods
- Rising Unchained
- Transfiguration
- Prometheus the Fallen One
- Emalaith
- Strawgirl
- Devil / Angel
- Unholy Water
- Victory is Mine
- The Marriage of Heaven and Hell Revisited
Año:1996
Votación de los lectores:8.9375
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