Alice In Chains: The Devil Put Dinosaurs Here

Hace casi cuatro años que Javi Félez nos ponía en antecedentes en una sobresaliente review de ‘Black Gives Way to the Blue’. El paso del tiempo ha dado la razón a Jerry Cantrell a la hora de juzgar la reunión de ALICE IN CHAINS y la elección de William Duvall para ocupar el puesto de un cantante insustituible como era Layne Staley. Después de una gira de reunión con buen sabor de boca, muchos (me incluyo) dudaban de lo que serían capaces de hacer en estudio tiempo después, y no defraudaron, con una vuelta por todo lo alto diecisiete años después de su último trabajo, con algunas letras en clara referencia a su compañero fallecido.

La suerte hizo que tanto antes como después del lanzamiento pudiéramos tener a AIC en España, algo que no ocurrió en tiempos pasados. Su ejemplo sirvió en bandeja el camino a otros, aunque puso el listón muy alto. SOUNDGARDEN, colegas de batallas hace más de dos décadas, supieron coger el testigo y estar a la altura. Pero el hecho de ponérselo difícil no era lo único que habían conseguido; también era complicado continuar con otro álbum de estudio que cumpliera las nuevas expectativas (muy altas) que se han depositado en ellos. Con ‘The Devil Put Dinosaurs Here’ se han quedado a medias.

Tanto ‘Hollow’ como ‘Stone’ sí anticipaban que iban a seguir manteniendo el nivel, trayendo de vuelta la parte más densa y oscura de la banda con la primera, y una un poco más directa con la segunda. Al fin y al cabo, algo parecido a lo que hicieron hace unos años con ‘A Looking in View’ y ‘Check My Brain’, siempre bajo el mando de un Jerry Cantrell que es un maestro a la hora de crear temas simples alrededor de pocas notas y las armonías (dobles) de voz. El problema les ha venido con que la uniformidad ha impregnado a las otras diez composiciones, y se echa en falta algo de variación… y de temas no tan largos. Porque si en algo siempre han sido buenos AIC, es en saber mezclar temas largos con otros cortos y de asimilación más sencilla. Aquí no hay un ‘We Die Young’, ‘Them Bones’ o ‘Dam the River’; tampoco lo tenía ‘Black Gives Way to the Blue’, pero sí había otros ejemplos que ayudaban a que el álbum circulara de manera fluida y rápida, cosa que aquí no ocurre tras los dos adelantos citados y ‘Pretty Done’, intercalada entre ambas.

En otras palabras, ‘The Devil Put Dinosaurs Here’ adolece de lo que nunca antes le había ocurrido a un disco de ALICE IN CHAINS: por momentos, llega a resultar plano. No se han olvidado de su lado acústico, que tan bien se les da, y lo muestran en ‘Voices’ y ‘Scalpel’. Pero por momentos, parece que el resto de temas los hayan compuesto en esa senda, y convertido al eléctrico sin mucho más riesgo. El tema título o ‘Lab Monkey’ son dos buenos ejemplos, y siguiendo la comparación con su antecesor, se echan en falta algunos cambios al estilo que tenía ‘Acid Bubble’, un impulso que te despierta de la tranquilidad (total) en la que te sumergen durante más de una hora; porque además, es eso: alguna canción de seis minutos siempre es bienvenida bien hecha, pero cuando juntas varias en un determinado género, el disco flaquea y se hace lento.

‘Phantom Limb’ intenta retomar el vuelo poco antes del final, pero no llega a conseguir su propósito. Con todo esto no quiero decir que hayan facturado un mal trabajo, pero se han acomodado en una sola faceta de las que se le da bien; porque con el paso de los años han demostrado en que si quieren, pueden ser variados. Vocalmente, nada que objetar, ya que las voces de Cantrell y Duvall cada vez ensamblan mejor. A ‘Hung on A Hook’ me remito, también  cerca de cerrar el álbum, donde las armonías de voz funcionan mejor. Cientos de bandas matarían por sacar un disco como éste; pero viendo el nombre de quien lo factura, uno no puede evitar reflexionar que podría haber sido mucho mejor.