Cydonia: THE DARK FLOWER

Excepcional nueva entrega discográfica que debería elevar a Cydonia hasta posiciones de privilegio. Si su anterior disco debut ya sorprendió a propios y extraños, parece que aquí llega la confirmación. Dan Keying, cantante, compositor, letrista y autor de la historia-concepto sobre la que se desarrolla The Dark Flower, apunta muy alto y apunta bien. Toda una personalidad a tener en cuenta en años venideros.

Pocas veces he podido apreciar en una banda una combinación tan perfecta de power, progresivo, thrash y combinarlo con elementos electrónicos sin empañar el resultado final. “Midnight Man” es ya un tema que enamora a la primera escucha. Posee todos los elementos citados anteriormente, pero es que encima goza de un estribillo perfecto. Keying parece que ha optado por cantar más grave para conseguir esa aura oscura tan presente a lo largo del disco. La versión de Russ Ballard del “Voices” les ha quedado inmejorable. La han transportado a su terreno y literalmente se han adueñado de ella. La combinación de thrash puro con estribillos melódicos toma forma en “One Last Crime”. Parece que el inicio y el estribillo no sean de una misma canción, pero la verdad es que en Cydonia se consigue que casen a la perfección. La fórmula thrash con estribillo melódico se repite en cortes como “The Dark Flower” o “Diamond Dust”. Aquí se incluye un coro femenino que les acerca al gótico, pero tanto riffs como solos, gentileza de Pete Daniels y Steve Squario, son puro thrash. “Invencible” suena curiosamente a los Rage de su época dorada. Incluso Dan puede hacerte recordar al Peavy Wagner de sus tiempos mozos. Ojalá los alemanes volvieran a grabar un tema similar al que se marca el vocalista italiano. Las voces distorsionadas y los efectos tecnológicos se dan cita en “Beyond Lime”, que se podría considerar como la canción más hereje del álbum. Según nos vende su discográfica su thrash está cercano al de la Bay Area, pero sinceramente, yo lo encuentro más directamente relacionado con las bandas de power metal americano de principios de los 90. Al componente melódico se le da mucho protagonismo, tanto como a los efectos electrónicos que, sin hacerse pesados, acompañan con éxito y dan un toque cibernético y futurista al resultado final. Cabe señalar también la magnífica producción del disco así como la interpretación de los temas a cargo de unos músicos que prefieren ocultar sus nombres reales bajo seudónimos estúpidos (algo bastante habitual en los heavies italianos). Hay que reconocer que la brillantez inicial se va diluyendo a medida que pasa el CD, y los grandes momentos no llegan hasta el final del disco. Aún así cortes como “Losing My Faith” valen la pena ser escuchados muy a pesar de que o se repiten ideas o no alcanzan el nivelazo de los primeros.

Interesantísimo paso adelente de Cydonia y en especial de Dan Keying hacia el reconocimiento de la escena. Volver a cargar con un disco de power hubiese sido un error, pero esta evolución oscura, thrasher, melódica y con elementos “modernos” que se ha sacado de la manga es digna de admiración. Probablemente uno de los discos del año, desgraciadamente sólo cuatro gatos conocen a Cydonia…