The Hives: The Black and White Album

A pesar de estar al amparo de la oleada R'n'R escandinava y muy a pesar de haber girado con los Hellacopters la verdad es que estos suecos The Hives son carne de festival de Benicassim y están más próximos a The Strokes o a Franz Ferdinand y derivados que a sus compatriotas rockers Backyard Babies o Hardcore Superstar. Su éxito en las islas británicas y en los States les ha convertido en uno de los puntales de este rock poppie accesible tan de moda aunque totalmente aborrecible para cualquier rockero de pro.

Enfundados en sus trajes de gala en blanco y negro, mostrándose elegantes, con un sonido garajero chapado a la antigua, aunque irradiando energía positiva, tirando de singles algo adolescentes y coreables serán capaces de sonar en miles de discotecas de moda pero difícilmente lograrán ganarse a fans de Gluecifer, Dee Rangers y derivados. Son la auténtica oveja negra del rock escandinavo, pero bueno, hay que valorar un disco de manera objetiva y en su estilo, que no es otro que el rock de moda.

Siguen con la bromita ya conocida de agradecer al sr. Randy Fitzsimmons (personaje totalmente inventado) la composición de todas sus creaciones, y si ya con TYRANNOSAURUS HIVE llegaron a su punto álgido, el presente disco no hará otra cosa que seguir encumbrándoles en lo alto. La producción pulcra y perfecta, aunque garajera, ya da pistas de que los medios que posee el grupo apuntan a un estatus de auténticas estrellas. A destacar especialmente esa rareza titulada “Puppet on a String”, un medio tiempo original, a piano, con un estribillo y arreglos inquietantes que demuestran que The Hives pueden coquetear con los sonidos de moda pero también se atreven a jugar y experimentar a su bola consiguiendo resultados sumamente interesantes. Entre la andanada de pop rock garajero comercialoide podemos salvar la deliciosa “Try it Again” realzada por los coros femeninos a lo fan histérica y probablemente candidata a segundo sencillo. “Tick Tick Boom” es el primer single, pegadizo, bailable y capaz de mantenerles en la cresta de la ola. “You Got it All… Wrong”, "Bigger Hole to Fill" o “Return The Favour” se mueven en parámetros veloces y más cercanos al material rock escandinavo aunque saben como nadie suavizar su sonido y hacer de un arrebato cercano al punk rock un híbrido poppie capaz de sonar en todas las radios. “Well All Right” es todo un himno vacilón poppie, con gancho inmediato y coros efectivos. Otro futuro single en potencia, con un interludio lento que parte directamente el tema en dos, si más no curioso. La voz del sr. Almqvist no es nada del otro mundo, musicalmente tampoco son nada del otro jueves ni falta que les hace, pero saben perfectamente como jugar sus bazas para conquistar las listas. Aunque se les pueda odiar por ello hay que reconocer que van sobrados de ideas que pueden funcionar, echa una escucha sino al genial riff de “Won't Be Long” y entenderás de lo que te hablo. En “The H.I.V.E.S” parodian al sonido disco de los 70 con un deje a Bee Gees y una letra basada en la autopromoción y en “You Dress up for the Armageddon” regalan otro estribillo para el recuerdo.

No podemos negar que en su estilo sean una gran banda, incluso demuestran ideas y trucos más atractivos que la mayoría de grupillos de moda. No son unos principiantes en ésto y con este ya son cuatro compactos y la flecha apunta muy, muy arriba. Sin poseer grandes cualidades instrumentales se volcan en tareas de composición, un márketing brillante, una imagen que queda y una multinacional que juega a caballo ganador. Preferiré a cualquier otra banda escandinava de R'n'R a The Hives, pero al César lo que es del César, aunque me cueste admitirlo… y en su estilo… THE BLACK AND WHITE ALBUM es un discazo.